Pilsen Rock
Recordaremos los Pilsen Rock, creo que no sería erróneo decir que fue el festival de música más relevante de la historia de Uruguay. A mi juicio supera a Woodstock, por lo tercermundista de las historias que le rodean.
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| Foto: Nicolás Pereyra. |
CONTEXT
1969, Woodstock, Ohio, el mito fundacional de los festivales de rock: música como utopía, libertad y caos en dosis iguales. Medio siglo después, el espejo criollo, con mate y tortas fritas en lugar de ácido y hamburguesas marcó otro hito
Pero antes de este hubo otro festival que no podemos ignorar. En 1986, el Montevideo Rock llevó a la Rural del Prado a bandas locales y extranjeras como Sumo, Fito Páez, Legião Urbana, Los Prisioneros y —aunque con problemas por la lluvia— Os Paralamas do Sucesso
Entre los locales brillaron El Cuarteto de Nos (que luego también tocarían en alguna edición del Pilsen Rock, tejiendo un puente intergeneracional), Los Traidores, Los Estómagos y Los Tontos. No se pudo concretar la presencia de los ingleses Siouxsie and the Banshees, el grupo más importante de la grilla, en la previa.
Tuvo una segunda edición en 1988, no sin problemas… algunos fans se quejaron por el sonido y la organización, llegándose a tener registro de represión policial en algunos casos. En todo caso sembraron la semilla que años más tarde florecería en Durazno, donde la birra y el rock fundaron su propio mito.
Pero antes de este hubo otro festival que no podemos ignorar. En 1986, el Montevideo Rock llevó a la Rural del Prado a bandas locales y extranjeras como Sumo, Fito Páez, Legião Urbana, Los Prisioneros y —aunque con problemas por la lluvia— Os Paralamas do Sucesso
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Tuvo una segunda edición en 1988, no sin problemas… algunos fans se quejaron por el sonido y la organización, llegándose a tener registro de represión policial en algunos casos. En todo caso sembraron la semilla que años más tarde florecería en Durazno, donde la birra y el rock fundaron su propio mito.
Un lector me recordó la existencia del Festival Beat de la canción de 1971, en el Parque Harriague de Salto, como un precursor de estos festivales.
Y es que el festival surgió justo después de la crisis económica de 2002 en Uruguay. Contratar bandas internacionales resultaba impagable para un país en crisis y los productores se dieron cuenta de que tenían un producto hermoso en sus manos.
Otro detalle fue el trabajo de marketing del sponsor, que hizo que con canje de chapitas de cerveza se consigan entradas, lo cual fomentó una especie de reciclaje metálico para muchos jóvenes.
Y es que el festival surgió justo después de la crisis económica de 2002 en Uruguay. Contratar bandas internacionales resultaba impagable para un país en crisis y los productores se dieron cuenta de que tenían un producto hermoso en sus manos.
Otro detalle fue el trabajo de marketing del sponsor, que hizo que con canje de chapitas de cerveza se consigan entradas, lo cual fomentó una especie de reciclaje metálico para muchos jóvenes.
"Un país entero frente al escenario"
El Pilsen Rock nació en 2003 en el Parque de la Hispanidad. Para muchos ese día la música uruguaya cambió. Esa vez tocaron La Vela Puerca, Buitres, No Te Va Gustar, Hereford y La Trampa, entre otros. Se calcularon más de 30.000 personas para un Durazno que no estaba preparado.En sus primeros años, el festival rompió récords de convocatoria:
- 2003 → 30.000
- 2004 → 73.000
- 2005 → 130.000 (pico histórico)
- 2006 → 120.000
- 2007 → 100.000
- 2009 → 80.000 asistentes
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| No cabía un alfiler |
2006 fue una de las ediciones de mayor convocatoria (poco más de 120.000 personas), algunos músicos resumieron que tocar ante semejante multitud los hizo experimentar “agonía del volumen, pero paz espiritual del público”
Tabaré Rivero (La Tabaré) dijo en este documental (del cual tomé varias capturas e información) que “lo más importante de ese evento fue el encuentro de jóvenes autogobernándose”
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El periodista Alejandro Ferraz recuerda que para los duraznenses fue como un desembarco: baños desbordados, calles tomadas, campings improvisados... Pero con un espíritu festivo: un Woodstock con épica oriental, banderas, rondas de mate, faso y fogones.
Algunos aún lo recuerdan, ese festival estuvo a nada de suspenderse por el temporal que hubo, que para muchos fue ahuyentado (o más bien espantado) gracias por la música de la Troski:
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| Tomado de una nota de El Observador |
La segunda edición, en 2004, tuvo más del doble de público que la primera. Destacó la presencia de NTVG, La Vela, Hereford, Trotsky Vengarán, Once Tiros, a la vez que se consolidaba un ritual masivo que incluyó caravanas de ómnibus desde todo el país.
En 2005, el festival se desbordó: Según distintas fuentes, se habla de entre 130 a 150.000 almas para ver una grilla que incluyó a El Cuarteto de Nos, los Buenos, Doberman, La Triple Nelson o La Abuela Coca. Emiliano Brancciari lo resumió diciendo que “Tocar ahí era como ver un país entero frente al escenario”
En 2005, el festival se desbordó: Según distintas fuentes, se habla de entre 130 a 150.000 almas para ver una grilla que incluyó a El Cuarteto de Nos, los Buenos, Doberman, La Triple Nelson o La Abuela Coca. Emiliano Brancciari lo resumió diciendo que “Tocar ahí era como ver un país entero frente al escenario”
Lado B
Pero el éxito traía su reverso. Durazno en cierta forma sufría: la infraestructura era mínima para una ciudad que recibía, de golpe, a mucha más gente que su población entera. Hubo quejas por basura, alcohol, accidentes. En redes, aún hoy se recuerdan las largas caminatas para encontrar baños o un lugar dónde dormir.
Los vecinos, voluntariosos, alquilaban los frentes y fondos de sus casas a jóvenes que con carpas trataban de reponerse después de largas jornadas de rock. Muchos de esos jóvenes dejaron sentidas cartas a los vecinos agradeciéndoles
Los testimonios hablan de “una comunión impresionante” (Martín Rivero de Astroboy en Granizo), pero también de peleas, alcohol desmedido y un progresivo “desgaste del formato.”
Ya para 2010, la octava emisión del festival mutó. Dejó Durazno y se trasladó a Montevideo, con un giro hacia lo internacional: Pixies y Queens of the Stone Age encabezaron la grilla. Muchos sintieron que ya no era lo mismo. Como escribe El Observador, “se había roto el pacto con el interior”
Los vecinos, voluntariosos, alquilaban los frentes y fondos de sus casas a jóvenes que con carpas trataban de reponerse después de largas jornadas de rock. Muchos de esos jóvenes dejaron sentidas cartas a los vecinos agradeciéndoles
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Los testimonios hablan de “una comunión impresionante” (Martín Rivero de Astroboy en Granizo), pero también de peleas, alcohol desmedido y un progresivo “desgaste del formato.”
Ya para 2010, la octava emisión del festival mutó. Dejó Durazno y se trasladó a Montevideo, con un giro hacia lo internacional: Pixies y Queens of the Stone Age encabezaron la grilla. Muchos sintieron que ya no era lo mismo. Como escribe El Observador, “se había roto el pacto con el interior”
En 2020, llegó el último avatar: el Pilsen Rock digital. La pandemia motivó el evento, que fue trasmitido por streaming 4K, con sets de Buitres, La Vela, Trotsky, Buenos Muchachos. La experiencia fue valorada, pero estaba lejos de la experiencia original en el Parque de la Hispanidad.
El Pilsen Rock dejó recuerdos encontrados: épica y caos, euforia y cansancio, comunión y desencanto. Parejas que hasta hoy están unidas se conocieron durante esos días de rocanrol. Fue el Woodstock uruguayo, como decíamos, pero también el espejo de un lugar que se mandó a hospedar un evento sin medir del todo los costos logísticos.
Hoy, a la distancia, el mito sigue vivo. Como escribió Granizo, “más que un festival, fue una experiencia generacional”. Para muchos, la primera vez que vieron a su banda favorita. Para otros, la constatación de que el rock también podía ser multitud en el Uruguay profundo.
El Pilsen Rock dejó recuerdos encontrados: épica y caos, euforia y cansancio, comunión y desencanto. Parejas que hasta hoy están unidas se conocieron durante esos días de rocanrol. Fue el Woodstock uruguayo, como decíamos, pero también el espejo de un lugar que se mandó a hospedar un evento sin medir del todo los costos logísticos.
Hoy, a la distancia, el mito sigue vivo. Como escribió Granizo, “más que un festival, fue una experiencia generacional”. Para muchos, la primera vez que vieron a su banda favorita. Para otros, la constatación de que el rock también podía ser multitud en el Uruguay profundo.
En primera persona
Este informe fue originalmente publicado en la red social X. Muchos participantes del Pilsen Rock se acercaron a contar sus anécdotas vinculadas a este increíble festival. A continuación comparto de forma anónima las mejores anécdotas de quienes fueron a los Pilsen:
- Viendo bandas de gratis, haciendo dedo, acampando en una plaza, copando el patio de familiares, hidratandome cn vino afrutillado y comiendo pan con pan pq ya no había más nada en la vuelta... rock, mistica y vivir el momento!
- Hubo un año que quedo tanta gente tirada en durazno que no tenian plata para irse, que el cacho vidalin los fue cargando en camiones de la intendencia y se los llevo a la mierda!!
- Q recuerdos! Las calles eran nuestras. Los preparativos,el viaje, el tren, el camping, las calles de la ciudad copadas por transeúntes, las drogas, el alcohol, la adolescencia, el rocanrol. Pude estar en todos a partir del segundo. Nunca nada podrá igualarlo
- Pensar que mi primer toque fue un Pilsen siendo un niño. Cosas que le tengo que agradecer a mi abuelo para toda la vida!! Tengo una anécdota epica del primer Pilsen guardada para siempre jajajajaja
- Las milanesas no tenían contenido, eran pan rayado con pan. En mi vida probé algo más delicioso.
- En la edición de 2005, que cubrí para El Observador vi una escena surrealista, que no creo que haya ocurrido en Woodstock. En la primera fila había un tipo con una iguana en las manos. La gran Iggy Pop. Lo vi desde el foso. Nadie me lo contó.
- Mi suegra iba en viaje en ómnibus de línea a Paso de los Toros sin saber ; era la única + 50 ahí . Dice que nunca se divirtió tanto como esa vez . Todos buena onda ! De yapa en Durazno en esa multitud vió a mi hijo y sus amigos que bajaban del tren.!
- Época dorada de los festivales en Uruguay. El Pilsen era el más grande por diferencia, pero también estaban el Punta Rock, el Bahía Rock y Antel Fest. Los mejor?? Todos, o casi todos, eran realizados en el interior.
- Teníamos una banda de metal, y una invitación para tocar en una previa que se había armado en Durazno el viernes antes del segundo pilsen, en 2004, pero se nos quebró el batero, trepando el frente de su casa porque se quedó afuera sin llave, tipo 5 días antes del toque.
- Jajaja, la banquina de la ruta 5 era literalmente un camping. Que recuerdos
- Habría que investigar si en Sudamérica se hizo algo parecido. Para mi fueron los festivales más grandes de la historia en relación concurrencia/ población ! Por lejos!!
- 2005. Tres guachos de 16, sin carpa. Sin lugar donde quedarnos. 3 días que fueron una locura.
- Pan con mayonesa a 10 pesos porque se habían quedado sin chorizos ni hamburguesas, la gente de los puestos. Uruguay nomá.
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