el ejército de los derrotados
Una señora canosa con una trenza recogida con un arte milenario, seguramente de origen andino. A su lado, sobre la ventana una mujer a la que, por su contextura, imagino de unos 40 años cansados scrolleando mecánicamente su cel. Me da la espalda y está sentada así que es poco lo que puedo recabar pero perfectamente se puede decir que está pescando a ver si algún contenido digital pica en su interés, cada vez más efímero y reticulado, se puede decir que se va en fade. Frente a mí, un padre derrotado -como yo- protege con una mano el cuerpo mínimo de su pequeña hija derrotada (es muy pequeña para saberlo pero las posibilidades de que también sea derrotada son mayoría y convierten la posibilidad en una certeza). Con la otra mano custodia una mochila de Paw Patrol y yo cada vez que veo algo de esa serie animada no puedo evitar pensar que en Bahía Aventura, la ciudad de lo perros policías, las cosas están mejor que en donde vivo yo. En los dos asientos que hay más atrás, contra la ventana u