La vanidad de los Duluoz
Cuando salió el sol nuestro tren traqueteaba a través del más hermoso de los paisajes campestres: Inglaterra en septiembre; pajares, gente en bicicleta esperando en los pasos a nivel a que pasara nuestro tren, riachuelos de ensueño que en apariencia alimentaban las casas de campo por las que pasaban como si las aguas contuvieran maná, setos, viejas damas con sombreros a lo Walter Pidgeon recortando los setos de las casas de campo...
Jack Kerouak; La vanidad de los Duluoz
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