Un cassette muy especial, la vida de Luca Prodan

LADO A

Roma, 1953, un turco de ascendencia italiana, experto en arte chino y nacido en el Imperio austrohúngaro conoce a una China tercera generación de escoceses. Ellos tuvieron cuatro hijos, el tercero se llamó Luca George Prodan. Así nace un mito. 

Ecléctico, volátil y sin tierra; en la vida de Luca el arte dio vueltas todo el tiempo para asentarse como su único territorio fijo. Dos de sus hermanos se dedicaron al cine y él tenía dos talentos muy particulares: La música e ir contracorriente.

"Para la ley italiana yo soy un enfermo mental", contó en una nota, explicando que "cuando me quisieron meter en el ejército dije que no. Por eso estuve preso dos veces hasta que me vio un médico y me dió el artículo 28b". ¿Qué es el artículo 28b? Luca también lo explicó: "Quiere decir que sos un enfermo mental; El 28a era puto y el 28c, drogadicto".  

Asistió como pupilo a un colegio de Escocia donde concurría la crema y nata de la sociedad burguesa del momento. Tan así que el Príncipe Carlos de Inglaterra fue uno de sus compañero de banco. “Tres generaciones de la realeza británica fueron educados aquí”, reza la web oficial del colegio. 

Allí, Prodan era el bicho raro, un italiano que habla un inglés sui generis y es discriminado por ser menos que el resto. Se hace amigo de un argentino, Timmy Mckern, y todo comienza.    

Con 17 años se escapa del Colegio, luego contaría que se fue "cuando me di cuenta de que me estaban preparando para ser un pequeño sirviente de la sociedad". Su madre recurrió a Interpol para buscarlo y como pista entregó una foto de un Luca con 9 años chupando una lombriz. Fugado, vendió una carabina que amaba y con el poco dinero que tenía se fue por Europa dejando una pista falsa que guiaba su búsqueda hacia Noruega. Años después lo contaría con la picardía de quien todavía se sentía un niño: "mis padres tenían detectives buscándome en Noruega y yo estaba a tres cuadras de casa”. 

Marcado por esa sensación de ser sapo de otro pozo y no tener lugar, Luca vivió con ese aire de tipo que no encaja, outsider: "cuanto más famoso y mejor es el colegio, más marioneta vas a salir o, si no, más loco. Yo salí loco", resumió una vez. 

Radicado en Londres conoció The Fall, Joy Division, Canned Heat, Soft Machine, Pink Floyd, Bob Dylan, Jim Morrison, David Bowie, Leonard Cohen, Lou Reed, y el etcétera de influencias es gigantesco... todos dejaron su marca en ese joven obnubilado por el Támesis y que trabajaba en una discográfica.

Su primer banda se llamó The New Clear Heads, con ellos grabó un cassette donde aparece "White Trash", una de las primeras canciones que compuso y retomaría con Sumo.

Con la música conoció la heroína. No sólo la conoció sino que introdujo en el consumo a Claudia, su hermana... La droga terminaría con ella, encerrada en un auto con su novio tras picarse murieron por inhalación de monóxido de carbono. Este suicidio marcó la vida de Luca, llevándolo a componer esta hermosa canción en su memoria. La heroína lo azotó fuerte dejándolo en coma por sobredosis. Como siempre, lo dieron por muerto cuando no lo estaba y así fue como Timmy McKern, aquel argentino que conoció en el colegio (y que luego sería el manager de Sumo), le sugirió conocer Córdoba. Así fue como Luca, persiguiendo la paz que aún no conocía, conoció Argentina. Sobre la heroína diría que "es la mamá eterna, es como el útero que te protege". Este tópico de protección familiar sería ratificado en una nota muchos años después por Andrea, hermano de Luca aún hoy radicado en Buenos Aires. Quien además contó que su madre “vive de la oveja negra de la familia. A veces pienso que es una especie de venganza de Luca”, quien se convirtió en un icono de la cultura argentina mientras su familia en Italia no tenía ni idea de esto. 


LADO B

Prodan fundó Sumo con un amigo del cuñado de McKern, Germán Daffunchio (un ex marinero) y su vecino, Alejandro Sokol. Hablamos de quienes luego (ya muerto Luca) crearon Las Pelotas. La banda la completó Stephanie Nuttal, ex-baterista de The New Clear Heads (luego fundadora de Manicured Noise), quien se fue de Londres a Córdoba como siguiendo a un profeta del sonido, un caudillo cultural. 

Varios años por delante de la escena musical local, a Prodan no siempre se lo comprendía. A eso se le sumaba el carácter de un tipo al que le gustaba salir de lo habitual. Sumo tuvo problemas durante la guerra de Malvinas por cantar en inglés y Luca los resolvía hablando un Francés maltrecho durante los recitales. Si uno se pone a buscar encontrará decenas de anécdotas insólitas, como la vez en que agarró una petaca de whisky por la mitad y la completó con orina que todos bebieron. En otra ocasión metió una paloma dentro de un vagón de subte y se reía mientras la gente lo puteaba porque la desesperada ave se golpeaba contra las ventanas...

Sumo encontraría su cenit con la llegada de Diego Arnedo y Ricardo Mollo (luego fundadores de Divididos...) dotando de una potencia inusitada a una banda que hasta entonces era más blanda. Apareció en algunos recitales Gillespie tocando trompetas y luego, ya estable, Roberto Pettinato en el saxo. Este último era un ecuatoriano nacido en la embajada de dicho país en Bs As durante el asilo de sus padres. De dilatada trayectoria en el ambiente cultural, Pettinato había sido periodista en el mítico Expreso imaginario y cargaba a cuestas ser el hijo del Director General de Institutos Penales del Gobierno de Juan Domingo Perón. 

La llegada de este periodista aseguraba cierta visibilidad para la banda. Luca, con esa mezcla de caballero y vagabundo, desprolijo y erudito, no podía evitar que su carisma se robe la escena. Sobre su arte, el rock, Luca solía ser sintético: "debe ser simple, do´ acorde´". Y no perdía oportunidad para burlarse de otros artistas como Miguel Abuelo, el flaco Spinetta, Soda Stereo o Miguel Mateos. Su personalidad lo dejaba más cerca de Mercedes Sosa, Atahualpa Yupanqui, y Charly García, que de ellos. Le parecía que "casi la totalidad de los músicos de rock argentino son unos pajeros. Yo no los invitaría a comer a mi casa. ¡Bah! ..., a Pipo Cipolatti sí, porque es divertido". 

Su memoria está llena de anécdotas y mitos. Cuentan que en un show de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota en La Plata, Luca reemplazó al Indio Solari. Según Oscar Jalil, hubo ensayos previos en la casa de Rocambole y en el recital Prodan cantó "Nene nena", "Criminal mambo" y "Mejor no hablar de ciertas cosas", pero todo esto forma parte de la mitología de nuestro rock. 

Las relaciones de poder quizá sean el tópico más frecuente en toda su obra. Una vidente inglesa le dijo que él era la reencarnación de Eva Perón (ella murió en 1952 y Luca nació en 1953), pero para ese entonces Luca no sabía de quién le hablaban. Le parecía que "manejar el poder es como manejar explosivos, te podés hacer mierda vos mismo" y que "la heroína es la segunda peor droga, el poder es la primera". 

Ricardo Mollo contó que en su último recital, ante 500 personas y antes de Fuck You, Luca dijo: "ahí va la última". Dos días después lo encontraron muerto en su casa de un paro cardíaco... 34 años son mucho para una cirrosis irreversible producto de un alcoholismo galopante. Fueron tiempos de mierda para la música, un año más tarde murieron Miguel Abuelo y Federico Moura pero eso será material para otra crónica. 

Muy influenciado por Joy Division (de hecho "Divididos por la felicidad", uno de sus discos, viene de ahí), Sumo no tuvo un New Order que continúe claramente con su legado. Lo que generó fueron dos pilares del rock argentino de los años 90 en adelante, como Divididos y Las Pelotas; y Pachuco Cadáver, el intento de Pettinato por crear algo parecido.

Luca Prodan, como una efigie, dejó varios himnos y un puñado de definiciones de exultante irreverencia, como cuando describió el rock mejor que nadie: "¿Qué es el rock? ¡Es el kcor al revés!". 


Comentarios

JLO ha dicho que…
Luca not dead... nunca

También podés leer