El Sinóptico neoliberal

El panóptico, expresión arquitectónica del poder onmipresente, trabaja para Foucault como metáfora de la actual lógica del capitalismo globalizado.
Se identifica un poder postpanóptico que se vincula a factor neoliberal de nuestras sociedades. En este ordenamiento el poder político se disuelve, los liderazgos se licuan y el fantasma del populismo siempre se esconde detrás de todo lo que sea individual.
Esta organización del poder y del espacio va mucho más de la vigilancia normalizadora del panóptico, es más profunda que los mecanismos que Orwell imaginó en sus libros. Se habla de "Sinóptico" más que de panóptico. El neoliberalismo es sinóptico porque condensa las estructuras sociales en unos pocos componentes que se homogeinizan, ya no estamos en la era del control, ya todo está, patada más patada menos, controlado, es la hora de la uniformización del proceso: de que todo dé lo mismo. 

La fluidez de los territorios se uniformiza en lo plano de la superficie lisa del consumo, da lo mismo comer en un McDonalds de Londres que en uno de Canberra, el espacio se va licuando, y lo que queda, como un gas, es la Empresa.
Se bloquean los lugares de exhibición de lo heterogéneo. 

No hay conspiraciones para homogeneizar el mundo, el mundo ya fue homogeneizado. Dicho por Derrida, porque básicamente estamos hablando de él

¿Qué es hoy la opinión pública?

¿Hoy? La silueta de un fantasma, la obsesión de la consciencia democrática. El fantasma tiene derechos y poderes. Pero ¿cómo ajustar exigencias contradictorias? ¿Por qué debe precaverse la democracia parlamentaria de aquello que, sin embargo, se parece a la fuente de su legitimidad? Sí, tienen ustedes razón en precisar: hoy, en el día (a la luz) de hoy. Por lo que se refiere al ritmo, al medium y en primer lugar a la historia de la opinión pública, se trata de la cuestión del día (de la luz).