30 pasos para maquillar a un muerto
- Revisa el pulso (Tranquilo, todo bien, sabemos el resultado).
- Asegúrate de que está bien muerto (No queremos sorpresas).
- Elige el look: Zombie hot, vampiro elegante, fantasma en pena... hay muchos estilos.
- Aplica base para una piel que ya no puede ser más maté.
- Doble base súper cubritiva: Mantener un tono uniforme de piel es fundamental.
- Recuerda que el contorno define rostros… aunque este ya esté bastante definido por la rigidez cadavérica.
- Usa rubor… pero tranqui, no tiene que parecer vivo.
- Un poco de corrector debajo de los ojos… para disimular esas ojeras de un insomnio eterno.
- Dibuja las cejas. Recuerda: las cejas son el marco del alma… aunque se haya escapado.
- Sombra de ojos. La clave es encontrar un tono que no parezca que lleva días enterrado… espera.
- Usa delineador líquido. Si te tiembla el pulso, no te preocupes, ¡a ellos ya no les importa!
- Rímel waterproof. ¡Porque le van a llorar encima seguramente!
- Labial mate de larga duración, lo de "larga duración" es en serio.
- Usa iluminador. Para que brille en la oscuridad.
- Setea el maquillaje con spray fijador. tiene que durar una eternidad.
- Perfuma al difunto. perfumito.
- Pega bien las pestañas postizas: no se van a caer ;-).
- Ponle un poco de bronzer. Un ligero tono "sun-kissed glow" es importante.
- Manicura rápida. Por si rasca la tapa del ataúd.
- Pinta las uñas. Color negro, bien gótico.
- Elige la peluca adecuada: la calvicie no puede ser motivo de charla en el velorio.
- Spray de fijación. El último peinado no se puede desarmar...
- Un toque de glitter. Un difunto festivo es un difunto feliz.
- Considera ponerle lentes de sol. "Los lentes son para el sol y para la gente que me da asco"
- Revisa los dientes. No hay maquillaje que pueda disimular una sonrisa tétrica.
- No olvides las joyas. El accesorio correcto puede revivir… su look...
- Haz una selfie. ¡Será un maquillaje para la eternidad!
- Recoge tus brochas y maquillaje. ¡No los dejes! El cliente no se va a quejar, pero otros sí.
- Dale un último vistazo. Que no quede con cara de “me morí para esto”.
- Disfruta el resultado. No te sorprenderás si este look dura más que muchos vivos.
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