De proyecciones y exigencias

Los rockstars son exprimidos emocionalmente para el disfrute de las masas, para su distracción. Por eso se les paga lo que se les paga, por eso suelen volcar y pegarse un corchazo: Bufones.
Y el político es exprimido moralmente. Y por eso cobra lo que cobra, y por eso suelen volcar y sacar alguna ventaja (o billete) por su condición, porque es otro chivo expiatorio que sostiene el statu quo, proyecta lo que somos: Muñecos de torta.
Toleramos no ser tan autoexigentes con nuestra ética, pero ese caudal de exigencia va hacia el político "en quien confiamos".
Como el tipo sedentario, fuera de forma, fracasado y resentido que le grita al atleta profesional e impecable "dale muerto, corre hijo de puta", así somos con los políticos, en términos morales.

• Que corran los muertos éstos que para eso cobran millones...
• Que sientan emociones los muertos éstos que para eso cobran millones... A los músicos
• Que sean honestos los muertos éstos que para eso cobran millones... A quienes damos poder

Mientras tanto no sentimos, no somos éticos y no sabemos si la guinda es redonda o cuadrada. Ya no jugamos juegos, ahora vemos a los youtubers jugando; todo lo proyectamos.