Válvulas y transistores


Todas tus convicciones, agua que no has de beber

Todas tus exageraciones, siempre jugaste de 10

Cada uno de los homúnculos que fuiste terminó aplanado

Cada nube que lloraste y noche que abrazaste en vez de abrasarte, durmió

Almohadas de espinas, sábanas de humo y aromas insulsos 

Te rodearon todo este tiempo mientras fuiste el indebido

el pecador todo el tiempo fue la presa

el sabio casi siempre terminó siendo el carcelero

Descubrir El Miedo a la Libertad y no saber si ensayarlo

Estrenarlo u olvidarse de todo eso

Esas ideas deshilachadas y medio raras

Con nombres de dioses que creías borrados

Un nuevo parpadeo exánime, dejando ir otro ápice de cordura

fui testigo de cada luz que se te apagaba

Vi como preferías esconder otro poco de esa indulgencia que le tenemos al mundo

Eran épocas de levantarse 2 o 3 horas antes que vos

sólo para tener tiempo de ver unos vídeos, aún si eran repetidos

Eran momentos de añorar aquellos años secos donde moríamos a la orilla del televisor 

rezando porque pasen un poco de linkin park o audioslave, 

con una sed de arte que nos hacía beber lo que haya. 

La bendición de crecer sin entender bien el tamaño de las cosas

Las cosas del tamaño

Recuerdo que Woodstock `99 era mi Mayo Francés

porque lo otro era encender la radio, que no solía ser una opción fiable

Teníamos un trasmisor modificado en un galpón de mi casa

con el que sintonizábamos la frecuencia de radiopatrulla policial 

Por alguna razón nos parecía entretenido escuchar comunicaciones que casi no comprendíamos 

y lo habitual era morir la madrugada escuchando pastores brasileños 

o alguno de los 20, 30 discos que con esfuerzo y dedicación podíamos coleccionar

era una época donde regalar música significaba algo,

era una época donde la cordura no figuraba entre mis preocupaciones

Ahora el peso de tus actos, cada día es más denso

y el peso de los míos se desvanece ante la inminencia 

De que más o menos soy lo mismo.

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