Manifiesto de los Cerdos Lunares

Nosotros, los errantes de la órbita errónea, los hijos de la gravedad caprichosa, declaramos que el absurdo es la única verdad y la verdad es un chiste mal contado.

1. Sobre la Existencia (o su Sátira Mal Escrita)

La vida es un accidente cósmico con mala iluminación y pésima dirección de arte.
Si el universo tuviera un guion, estaría escrito en un idioma que aún no existe.

2. Sobre la Autoridad (y su Farsa en Tres Actos)

Rechazamos el poder, no porque sea malo, sino porque es aburrido.
La tiranía de la razón nos ha encadenado a relojes y formularios.
¡Quememos las normas en hogueras de chistes privados!

3. Sobre la Identidad (y el Placer de la Contradicción)

Hoy somos cerdos lunares. Mañana, peces eléctricos.
El nombre que nos pusieron al nacer es un sonido sin sentido.
Seremos lo que el momento nos dicte. Pero nunca lo que esperes.

4. Sobre el Lenguaje (y el Delirio de su Estructura)

Las palabras son barro, y nuestras bocas son manos de niños.
Repetiremos sonidos hasta que pierdan su significado.
¡Repetiremos sonidos hasta que pierdan su significado!
¡Repetiremos sonidos hasta que pierdan su significado!

5. Sobre la Lógica (y su Uso como Trampolín Hacia el Vacío)

Si todo tiene sentido, es porque hemos dejado de mirar lo interesante.
El sinsentido es un mapa sin direcciones.
Nos guiaremos por la brújula rota del caos.

6. Sobre el Futuro (y su Inexistente Importancia)

Mañana puede ser un poema o una catástrofe.
Nada nos pertenece, ni siquiera este momento.
Vivamos como si cada instante fuera el primer error de la historia.

7. Sobre la Revolución (y el Arte de Bailar en su Cadáver)

La revolución no es un grito, sino una carcajada.
No marchamos, giramos en círculos hasta marearnos.
Destruimos ídolos con besos y pintamos las ruinas con neón.

8. Sobre la actitud (y su confuso idioma)

No porque vos lo hagas yo lo voy a hacer. 

Todos absorbemos la mierda del resto y se la pasamos al de al lado.

Ninguno de nosotros está libre de ser un completo imbécil. 

Nosotros, los Cerdos Lunares, nos declaramos ciudadanos de lo improbable.

Nos lanzamos al vacío con la certeza de que la caída es el mejor viaje.