Ritalina y la cosmetología psiquiátrica
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Context
El metilfenidato (Ritalina, Concerta, Rubifen...) es un estimulante usado principalmente para tratar el TDAH. Mejora la atención y disminuye la impulsividad, pero también puede generar insomnio, pérdida de apetito, taquicardia y riesgo de abuso si se usa sin control médico.Según el MSP, el metilfenidato está clasificado como estupefaciente (Lista II) y solo se dispensa con receta oficial (“receta naranja”). Los datos de consumo se registran en vales que el MSP centraliza y monitorea.
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El mismo estudio mostró diferencias entre sector público y privado: la mayor parte de las ventas correspondían a instituciones privadas. Esto abre la pregunta sobre posibles desigualdades en el acceso y sobre la medicalización como respuesta rápida en ciertos ámbitos.
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Cosmetología psiquiátrica
El Boletín Farmacológico (Facultad de Medicina/MSP) emitió en 2023 una alerta recordando los riesgos de mal uso y abuso de psicoestimulantes. Citaba advertencias de la FDA (EE.UU.) sobre la necesidad de prescripción responsable y seguimiento cercano.A nivel local, especialistas han advertido sobre la tendencia a medicalizar problemas escolares o de conducta sin un diagnóstico integral. El riesgo es que la Ritalina se convierta en un “parche rápido” en lugar de acompañar con abordajes educativos, familiares y sociales.
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Un testimonio recogido en el Boletín Farmacológico relataba el caso de un adolescente con TDAH al que se le prescribió metilfenidato sin un adecuado seguimiento. El paciente sufrió insomnio grave y abandono escolar. El informe reclamaba mayor formación médica en la prescripción. El problema central no es solo el TDAH: parte del uso indebido proviene de compartir medicación en el entorno familiar o académico. Estudios internacionales (c citados por el MSP) muestran que jóvenes sin diagnóstico consumen estimulantes buscando rendir más en exámenes.
El Boletín Farmacológico advirtió en enero de 2024: “El uso inapropiado de psicoestimulantes es una preocupación creciente. El mal uso puede derivar en dependencia, problemas cardiovasculares y psiquiátricos”.
En Uruguay faltan estudios poblacionales recientes sobre uso no prescripto, pero los datos de consumo alto y la preocupación de autoridades son señales de alerta. Es un campo donde la investigación local debería profundizar para evitar repetir errores vistos en EE.UU. o Canadá.
- ¿Estamos frente a una epidemia? NO.
- ¿Hay que visibilizar? SÍ.
Para abordar este tema en serio se necesitan tres cosas:
- Publicar cada año los datos de vales y consumo de metilfenidato.
- Estudios nacionales sobre uso indebido en jóvenes y universitarios.
- Formación médica y educativa para no medicalizar en exceso.








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