“Matar al pichi”: Uruguay y los comando antipobres

En Montevideo, cuando cae la noche, hay cuerpos que buscan refugio bajo marquesinas, en portales, junto a rejas. No duermen: sobreviven.
Pero hace tiempo que no solo enfrentan el frío o el hambre. También enfrentan golpes. A veces con bates. A veces en silencio.
Entre 2020 y 2024 se multiplicaron los relatos sobre ataques a personas en situación de calle.

PH: Iván Franco, 2011

Tipo "La Naranja Mecánica"

Autos sin matrícula, grupos organizados, patotas cobardes y brutales. Los medios los llamaron “comando antipasta”, pero la droga no parece ser el problema sino la clase social. 
Quienes denuncian los ataques hablan de jóvenes “bien vestidos”, de vehículos alta gama, de encapuchados que aparecen y desaparecen como si conocieran cada hueco del barrio y zonas en las que durante largos minutos no aparecen patrulleros. Golpean. Humillan. Desaparecen. Impunidad. Nadie los busca.

En julio de 2023, el cura Omar França —parroquia Santa Bernardita, Malvín— denunció a estas brigadas. Lo hizo porque sus asistentes llegaban heridos.
No uno. Varios. “No nos creen, padre”, le decían. Él denunció. El Estado miró para otro lado. 

Problemática grande

Según el último censo del MIDES, casi 3.000 personas vivían en situación de calle en Montevideo en agosto de 2023. Más de 1.300 durmiendo a la intemperie. Un 18% declaró haber sido agredido por transeúntes o vecinos. Un 23% dijo que ocurre con frecuencia. La mayoría de los casos no se denuncian. ¿Por qué? Porque nadie investiga. Porque nadie los escucha. Porque los “pichis” no tienen abogado, ni celular, ni una silla donde esperar justicia. 
Un testimonio que pude recrear a partir de varios casos reales, puede resumirse en:

“Eran cuatro. Bajaron de un auto sin chapa en la esquina de Ricaldoni. Tenían bates, uno una cadena y otro un palo de golf. Le dieron en el piso hasta que se quedó quieto y ya no podía arrastrase. Para mí estaba muerto. La policía te atiende pero no viene nunca.”

Múltiples víctimas y testigos con los que hablé asociaron los ataques a vínculos con policías, barras bravas y sectores radicalizados. ¿Pruebas? Nadie tiene.
¿Miedo? Todos tienen. Los cuerpos golpeados y los testimonios se acumulan. Indagados (ni siquiera hablemos de culpables) no.

Frágil

Muchos "episodios aislados"

• En 2020, siete encapuchados golpean a tres mujeres en Ciudad Vieja.
• En 2021, 3 encapuchados apalean una persona en situación de calle en un esquina del Parque Batlle.
• En 2022, un BMW negro sin matrícula ataca a una pareja y mata a su perro a golpes. El mismo año, 2 encapuchados bajan de un Audi y muelen a golpes con muñequeras a un indigente. Un tercer ataque dejó politraumatismo de brazo y fracturas en su víctima… Bajaron 4 de una camioneta blanca y le dieron una paliza a alguien que no les había hecho nada.
• En 2023, una golpiza brutal a Anderson, grabada por un vecino, sacude las redes. Ese mismo año, un hombre que dormía en una carpa fue hallado con quemaduras graves en piernas y genitales por un incendio provocado por terceros. Según la Policía de Salto, “alguien, que no pudo identificar, generó el fuego que terminó lesionándolo” mientras descansaba. Está en el hospital, y la Fiscalía investiga con cámaras y pericias.
• 2025, un indigente de 29 años, Diego Motta, fue rociado con combustible mientras dormía en la calle y prendido fuego. Un cuidacoches dio aviso, y la víctima resultó con casi el 50 % del cuerpo quemado. Hay un imputado por tentativa de homicidio

La policía responde que no hay denuncias. Pero cuando las hay, quedan archivadas. La fiscal Silvia Nipoli reconoció en 2020 que, aun con filmaciones, no pudieron identificar los vehículos por “alta velocidad”

En julio de 2023, la diputada Micaela Melgar pidió al Ministerio del Interior datos concretos sobre ataques a personas en situación de calle. 

¿Se investigaron? ¿Cuántos casos hubo? ¿Actúan grupos organizados?

La respuesta llegó meses después. Desde 2020, el Ministerio del Interior registró al menos 23 denuncias en 4 departamentos:

• Canelones: 10
• San José: 6
• Montevideo: 4
• Maldonado: 3

(Carpeta 4163/2024, Pedido N.º 10772)
En denuncias de Canelones, se detectó un patrón común:

• Vehículo similar
• Mismo tipo de agresión
• Grupo de atacantes

Se identificaron 7 personas como indagadas, pero el Ministerio descarta vínculo entre los hechos, además de que las investigaciones no profundizaron. 
En Montevideo, solo se reconocieron 4 denuncias, todas consideradas “hechos puntuales”. Una persona fue formalizada, pero no se detectó patrón.
Melgar cuestiona que podrían ser más y mal registradas.
El Ministerio concluye que los casos fueron “aislados” y que no hay evidencia de grupos criminales organizados. En San José y Maldonado, también hubo formalizados por la justicia, pero nunca pasa a mayores el tema
Melgar insiste, comentando que “En Malvín, el cura Omar França denunció un ataque de un grupo de 7 u 8 personas. ¿Dónde están esos datos?”. Pide saber si hay cámaras, grabaciones y participación de funcionarios como Andrés Capretti.
El Estado reconoce que hay denuncias y agresiones, pero no las relaciona entre sí.
Melgar apunta a posibles omisiones o subregistro. La violencia existe. La respuesta, todavía es opaca.

Falta y resto

En julio de 2024, durante el Congreso del Herrerismo, el senador y exministro del Interior Luis Alberto Heber propuso que "vivir en la calle, que hoy es una falta, pase a ser un delito" y que las personas en situación de calle cumplan penas de trabajo comunitario. En una entrevista con FM Gente y citadas ampliamente en Montevideo Portal y El Observador, da Silva dijo: “A los malandros los tenemos que atender como es debido, cagarlos a balazos si es necesario”. 

Una investigación realizada por Udelar y citada por La Diaria documenta “niveles muy altos” de violencia, con relatos que hablan de grupos organizados llamados “anticallejeros” o “antipasta” pero no dá con los responsables. 
En 2020, Caras y Caretas informó que estos jovencitos con delirios de Orange Clockwork "no pertenecen a una estructura orgánica única” sino que aisladamente “Salen a cazar pastabaseros, negros e inmigrantes pobres y gente en situación de calle”. Al mismo tiempo, y producto de la ineficacia (por no decir complicidad, ya que no la tenemos probada…) de las fuerzas policiales, que en vez de investigar el tema parecen haber transado, se desparramaron cualquier cantidad de rumores sobre quiénes son estos criminales. 

Tras la pista de los vínculos con el Ministerio del Interior

Testigos especulan sobre vínculos con policías, sus hijos, o barras bravas de Basket y Fútbol. Esa misma especulación ha detenido a varios testigos de la posibilidad de denunciar los crímenes, ya que entienden que quedarán marcados y la policía no es confiable.

En julio de 2023, un usuario de reddit relataba que algunos de estos criminales son filas policíales y otros son allegados a la fuerza, y que están amparados por un entonces alto directivo de la parte de Comunicación del Ministerio del Interior, quien además está vinculado al mundo del basketball. Se los vio dar palizas en la Plaza de los Olímpicos (Malvín), La Rambla, Malvín Norte, Buceo, y Ciudad Vieja, parecen tener especial conocimiento de los lugares en los que no hay cámaras de vigilancia, ya que en poquísimos casos quedaron grabaciones, saben ser virtualmente invisibles para la policía.

Ese paquete es una persona

 Hubo  al menos 25 denuncias formales desde 2020 en todo Uruguay, según investigación del semanario Brecha. El Ministerio del Interior minimiza la existencia de “una banda organizada”, se ve que son casualidades. El tema viene de largo… El antropólogo Marcelo Rossal ya hablaba de los “antipasta” en 2012. La INDDHH documentó casos desde 2013. El patrón se repite. El Estado minimiza. Esta limpieza social no tiene uniforme pero tiene lógica. Lógica de exclusión, de la meritocracia enferma, de una ciudad que solo quiere verse limpia aunque haya sangre bajo la alfombra. El problema integra una problemática más grande y compleja, que es la cantidad de gente en situación de calles que hay, sobre todo en Montevideo. El exMinistro Alejandro Sciarra (Mides) en declaraciones a El País, dijo que “No podemos correr en función de tiempos políticos… el camino es atacar las causas… esto es la primera vez que se hace”. Más de 1.400 personas estuvieron en refugios durante la primera noche de invierno, incluso superando el censo de 1.300 en intemperie. La piola viene con mierda hace rato ya. Esta manga de enfermitos con bates de baseball son la punta del iceberg.

Lo que hay acá no es ideología ni exageración. Es periodismo. El que camina de noche, anota nombres, escucha relatos con vino y miedo. Este post no habría sido posible sin la invalorable colaboración de Mateo Castells, Jerónimo López y Matías Kapek.