MŒBIUS∞
Moebius es más que una película de ciencia‑ficción argentina: es un descenso hipnótico hacia el corazón mecánico de Buenos Aires, un viaje vertiginoso por las arterias de un subterráneo que se convierte en laberinto existencial e infinito. Dirigida por Gustavo Mosquera y realizada por la Universidad del Cine, esta obra pionera utiliza el ingenio narrativo y la topología para revelar la locura y la belleza de lo oculto .
Vagones que giran en bucle infinito
La trama gira en torno al misterioso caso del tren UM‑86, que desaparece con treinta pasajeros en pleno servicio. El joven topólogo Daniel Pratt descubre que la red, con su nuevo “anillo perimetral”, se comporta como una cinta de Möbius: un espacio sin bordes, donde viajar significa perderse y reaparecer en otra dimensión. Este hallazgo desata una reflexión poética: el subte, símbolo de rutina y silencio colectivo, se convierte en un portal al infinito y un espejo de nuestra alienación.
La dimensionalidad de la locura urbana
La atmósfera claustrofóbica y los pasillos abandonados evocan una ciudad‑máquina que traga a sus pasajeros sin mirar atrás. En sus túneles sucios, entre señales que cambian solas, Pratt se sumerge en un viaje dimensional que roza lo borgeano y lo esquizofrénico. El subte deja de ser transporte para ser una mente febril que se repliega sobre sí misma, un espacio enloquecido donde cada curva puede abrir una fisura hacia lo eterno.Un puente metálico hacia lo histórico
Bajo este velo fantástico, Moebius susurra también sobre los desaparecidos de la dictadura, trazando una alegoría inteligente: veintiséis mil o treinta mil pasajeros evocan los desaparecidos de nuestra historia, y el hermetismo burocrático encarna la indiferencia estatal . Las autoridades que niegan lo evidente recuerdan a las cúpulas militares: el silencio, la negación, la ausencia que persiste más allá del olvido oficial.Fotografía, técnica y resonancia poética
La película deslumbra con su trabajo visual: la vibración fantasmagórica de los trenes en movimiento, el uso pionero de steadycam y una estética inspirada en Escher, crean un mundo que parece fractal, infinito. Los efectos, modestos pero eficaces, refuerzan ese pulso atmosférico que nos envuelve en un silencio tenso, cargado de insondables resonancias.Un viaje que resuena en el recuerdo
Con énfasis sutil, Moebius plantea preguntas que persisten: ¿puede alguien enfrentarse al infinito sin vértigo? ¿Puede la burocracia ignorar lo que no entiende? Entre túneles y discursos de Mistein y Pratt, la película entra en la conciencia del espectador, lo lanza al vacío y lo deja allí, escuchando el eco propio de lo inefable.Moebius es una gema subterránea del cine argentino: su poesía oscura, su estructura matemática y su resonancia histórica la convierten en una obra que trasciende su época. Sin caer en el efectismo, mantiene un equilibrio entre lo enigmático y lo humano. Un filme que no sólo se ve, sino que se vive. Borges, la topología, la dictadura y un viaje dimensional conviven en cada vagón, recordándonos que incluso en lo infinitesimal puede latir lo universal.





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