Todos se van a morir (o cómo dejar pasar la eternidad por la hendija del bondi lleno)
Todos los mentirosos,
los que exageran el currículum,
los que dicen “estoy llegando” desde la ducha,
los que lloran sin querer queriendo,
todos se van a morir.
No importa si alguna vez convencieron a alguien,
ni cuántos likes consiguieron con anzuelos digitales,
nada importa porque la tierra los va a reclamar.Todos los rubios,
naturales, teñidos, oxigenados y autopercibidos,
todos los que usaron agua oxigenada en los 90
y los que heredaron el oro de sus genes,
todos se van a morir.
Ni el sol, ni la moda de Tokio,
ni el filtro de Instagram los va a salvar.
El ataúd es moreno, democrático y sin highlights.Todos los chantas,
los que venden humo en botellas con tapa a rosca,
los gurúes del bitcoin, del alma, del amor,
los que dicen "yo te entiendo" mientras revisan el celular,
todos se van a ir.
Se les va a apagar el chamuyo
como a un televisor viejo
con el cable roído.Todos los hijos predilectos,
los que heredaron el apellido como un pasaporte,
los que siempre tuvieron postre,
y cama tendida, y una sonrisa cómplice del rector,
todos se van a morir.
El favoritismo no alcanza
cuando el impulso se duerme
todo se repite y dice: "hasta acá llegué".Todos los taxistas,
todas sus opiniones talladas en piedra,
con tangos en la radio atorada en interferencia,
también sus teorías geopolíticas a las 3 AM,
todos se van a morir, muchos arriba del auto.
Y no habrá semáforo que lo impida,
ni pasajero que les pregunte si están seguros
de ese atajo por Chacarita.Todos los que aman demasiado,
y los que no aman a nadie,
los que escriben poemas en blogs,
los que corrigen ortografía en Twitter,
aquellos los que se creen relevantes y los que saben que no lo son,
los que miran el mar sin entenderlo, los que se sumergen
los que le tienen miedo a las palomas, los que tienen algo por qué seguir
los que le rezan a dioses pequeños por milagros aún más pequeños
quienes no saben deletrear misericordia, también van a pudrirse bajo la tierra
y no sólo van a morir, sino que muchos de ellos no serán recordados, será como si nunca hubiesen existido (¿Lo hicieron?).
Morirán los que llegan tarde, meándose
los que llegan siempre,
los que nunca se animan a llegar.
Morirán los que aplauden en el cine, con erecciones involuntarias
los que se ríen con delay,
los que esconden tristeza bajo chistes reciclados y los rockstars
todos, todos, todos. Watcheando la parca gozar
Como si alguien apagara la luz
y nadie supiera dónde está el interruptor.Y también vos.
que leés esto scrolleando embolado
buscando algún consuelo
como quien escarba en la heladera de madrugada
por una razón para comer.
Vos también te vas a morir.
Pero por ahora no.
Ahora, por ejemplo,
podés salir a caminar, enterrarte unos auris con alguna canción de Daugher
mirar un árbol, escupirlo y decirle gracias, todo muy random
decirle algo, cualquier cosa, a quién sea.
Porque aunque vos también te vas a morir,
mientras tanto, por acá andás
estás vivo, o eso se puede decir... vos sabrás cómo llamarlo
Y eso, por ahora,
es todo lo que importa.





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