María Sabina viajando en cápsulas de psilocibina


Mushrooms: en inglés mush significa Sentimental, y Room Habitación, pero mushroom significa hongo...

"Yo no estoy en contra de las drogas, pueden ser instrumentos valiosos para el conocimiento del mundo y de nosotros mismos. Lo que no soporto es el uso recreativo de sustancias peligrosas: hemos perdido el respeto por sus poderes. Las drogas son sacramentos y deben ser tomadas como parte de rituales sagrados, igual que en la antigüedad o en las tribus indias."
Patti Smith


Gordon Wasson era un prominente banquero estadounidense cuyo hobby, la etnomicología, lo llevaría a emprender un viaje en compañía de su familia a Huahutla de Jiménez, Oaxaca. La noche del 29 al 30 de junio de 1959, Wasson tuvo la oportunidad de ser convidado a una ceremonia guiada por un chamán mazateco, que a la sazón resultó ser María Sabina. A su regreso a los Estados Unidos Wasson publicó el recuento completo de su aventura en un artículo especial para la revista Life. Las apreciaciones que tuvo el banquero aquella noche se encuentran consignadas líneas atrás, en la descripción de los efectos psíquicos del teonanácatl. Por su parte, María Sabina describió aquel encuentro a su manera: "Cuando los extranjeros tomaron los niños santos conmigo, no sentí nada malo. La velada fue muy buena. Tuve visiones diferentes. Llegué a ver lugares que nunca había tenido imaginación de que existiesen. Llegué al lugar de origen de los extranjeros. Vi ciudades. Ciudades grandes. Muchas y grandes casas… Después supe que Wasson había quedado maravillado… vino otras veces. Trajo a su mujer y a su hija. También vinieron personas diferentes con él."

Resulta que el artículo de Wasson cayó en manos del Dr. Albert Hofmann, el químico suizo que años antes había descubierto la LSD. Al doctor le interesó bastante el fenómeno de unos hongos capaces de provocar alucinaciones en un pueblo indígena de un país latinoamericano. Se las arregló para contactar a Wasson y juntos hicieron un segundo viaje a Oaxaca para recolectar diversas muestras de teonanácatl. Hofmann las analizó en su laboratorio de Suiza y logró aislar los principios activos del Psilocybe mexicana, a los que llamó psilocina y psilocibina. Hofmann estaba tan agradecido con María Sabina por su hospitalidad y cooperación que pensó en retribuir su gentileza regresando a Huahutla con un regalo insólito: cápsulas de psilocibina pura. María Sabina tomó las cápsulas y -según Hofmann- se mostró complacida y señaló la similitud de sus efectos, aunque no por ello dejó de usar sus hongos.

Según relata el mismo Hofmann:

María Sabina llevó a cabo el ritual de la forma acostumbrada. Ella tomó 30 mg, el equivalente aproximado a la cantidad de hongos que solía ingerir. Los efectos de los hongos son casi instantáneos y la sustancia aislada necesita una media hora, así que María Sabina empezó a inquietarse a los quince minutos. Le dimos una pequeña píldora adicional, pues lo que menos nos interesaba en este momento era empezar una discusión, y unos diez minutos más tarde comenzaron los efectos de lleno; la sesión duró toda la noche. María Sabina nos confesó más tarde no haber encontrado diferencia alguna.

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