Sobre TNU

nada que ver con el post
Lo que comparto con ustedes es un texto del periodista Gustavo Laborde sobre Televisión Nacional del Uruguay (TNU; el canal 5). El texto fue publicado en la cuenta de Fb del citado periodista, quien lo redactó a raíz de esta nota publicada en El Observador. Me parece de mucho interés y por eso lo difundo.



En este artículo -entiendo que con información tomada de la tesis de grado de Marcela Dobal- se afirma que Carlos Maggi fue removido a los famosos 40 breves días de la dirección de Canal 5 en el año 1985 por introducir una "infiltración izquierdista" en el informativo. Esta es una versión convenientemente “oficial”, pero oculta la verdadera causa de su remoción. Mi fuente es el propio Maggi. En el año 1996 yo trabajaba en Revista Tres. Me encomendaron realizar un informe sobre la historia del canal oficial, para el cual debía entrevistar a todos los directores de Canal 5 desde la reanudación institucional a la fecha. Empecé por Maggi: había sido el primero desde la reapertura democrática. Antes de grabar la entrevista me dijo: “Flaco, vamos a dar una vuelta manzana. Yo te cuento cómo fue la cosa. Luego vamos a hacer la entrevista y yo te voy a acomodar los hechos a los que se puede contar”. Sin grabador y caminando por las calles Mercedes, Rondeau, Uruguay y Paraguay (hay fotos) me contó que él quiso hacer un canal atractivo y competitivo. Se llevó un colchón al canal para trabajar full time y ahorrarse el viaje a Las Toscas, llamó a primeras figuras (hizo debutar en tv a Neber Araujo), quiso iniciar ciclos exitosos, etc. Un buen día recibe un llamado en el que le explican que Sanguinetti estaba sufriendo fuertes presiones de los canales 4, 10 y 12 (todos ellos dueños de varios otros medios de comunicación). El mensaje era claro y sencillo: la torta publicitaria se reparte entre tres, no entre cuatro. Maggi es convocado a una reunión en un despacho situado frente al puerto de Montevideo en la que participaron, además, Adela Reta y Juan Martín Posadas (quizá alguien más). Maggi describió una escena de la discusión muy potente. En un momento Adela Reta señaló el puerto y dijo: cuando el viejo Batlle nacionalizó las empresas inglesas el puerto estaba rodeado de barcos británicos y sin embargo no dio marcha atrás, no podemos ceder ante tres empresas. Alguien argumentó que Sanguinetti ya tenía demasiados frentes abiertos –los militares, los sindicatos, la oposición- y que no podía darse el lujo de, además, pelearse con los canales: manejan nada menos que la opinión pública. Se llegó a un acuerdo: Maggi daría un paso al costado. En recompensa al silencio y los servicios prestados, según él mismo me contó, le dieron en el diario El País (por entonces en manos de los mismos dueños de canal 12) una columna semanal suculentamente paga. La tiene hasta el día de hoy. Luego, delante del grabador, morigeró mucho sus expresiones y, si bien dijo cosas entre líneas, dio una versión lavada y oficial, que es la que se ha extendido y recoge Dobal. Como corolario, años después, un alto cargo de Revista Tres me confiesa que el grupo empresarial que sostenía la publicación –con notorias conexiones políticas- aspiraba a tener influencia en la asignación de ciertos cargos y licitaciones. Una era el Aeropuerto de Carrasco. Otro la dirección del canal 5. En muchas de las entrevistas que realicé fui acompañado de un integrante del consejo directivo de Revista Tres: Esteban Schroeder. Comento esto ahora, casi 20 años después, porque me parece que puede estar bien aportar alguna cosita para pensar en las complejas relaciones entre poder y gobierno.

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