Propaganda Due, cosa nostra rioplatense

Gelli, fascista confeso

Context

Propaganda Due (P2) fue una logia secreta de la francmasonería italiana que tuvo fuertes vínculos con el crimen organizado. Fundada en las últimas décadas del S XIX, se alineó fuertemente con la ultraderecha italiana ya entrado el S XX y se proyectó en las sombras a partir del liderazgo de Licio Gelli.

Camisas negras

Durante los años 70´s, cuando la organización se ramificó expandiéndose sobre América Latina, se crearon fuertes vínculos con varios estamentos gubernamentales. Gelli supo integrar los “camisas negras”, una violenta milicia ilegal enviada desde Italia a España para apoyar las fuerzas franquistas. 

Los P2 tuvieron un poder sin límites en Italia, fuertes conexiones con la mafia siciliana y trabajaron al amparo del Vaticano, el cual les facilitó vínculos durante los pontificados de Pablo VI (1963-78) y Juan Pablo II (1978-2005), cuando traficaban influencias a través de “Instituto per le Opere di religione”, que además funcionaba como fachada en operaciones de blanqueo de capitales de la mafia a través del Banco del Vaticano. 
Sería interminable mencionar la cantidad de historias de corrupción relacionadas a la P2, así que veremos las más resonantes y cercanas, además del acercamiento que haremos a su vinculación con los Golpes de Estado que asolaron nuestras naciones en el marco del Plan Cóndor para la coordinación represiva de las dictaduras latinoamericanas.

¡Maten al papa!

Tampoco nos vamos a ofender mucho...

Entre los crímenes con los que estaría relacionada la P2 se encuentra nada menos que la muerte del papa Juan Pablo I, a finales de los años 70`s. Si bien tiene entidad de teoría conspirativa, para muchos la muerte de este pontífice tuvo que ver con el lavado de dinero que la logia hacía a través de entidades vinculadas al Vaticano. Lo cierto es Juan Pablo I asumió como papa, pidió las cuentas del Vaticano para hacer una auditoría y al mes siguiente estaba muerto... 
Vaciado de bancos, tráfico de influencias en el parlamento italiano, vínculos narco con el tráfico de heroína y el asesinato de abogados, jueces y políticos son algunas de las actividades que esta gente desarrollaba durante su tiempo libre.
Michele Sindona, uno de los capos, terminó envenenado con cianuro durante su estancia en una cárcel italiana. 

Colgado en un puente

Calvi ha muerto

Roberto "el banquero de Dios" Calvi, uno de los principales magnates de las finanzas vaticanas, apareció colgado de un puente del Támesis en 1982. Las características de su muerte convencieron a los investigadores que no se había tratado de un suicidio, pero los eventuales asesinos de este mafioso nunca aparecieron.

El puente en cuestión

Se sospecha de la P2 pero también del servicio secreto inglés, dado que Calvi había intentado ayudar a los argentinos durante la guerra de Malvinas, facilitando el vínculo del regimen argentino con un traficante de armas que les vendería unos misiles, en medio de una maniobra que la contrainteligencia británica descubrió. Pocos días después de terminada la guerra, Calvi apareció colgando de un puente pintado de celeste y blanco...

Vínculo con la Operación Gladio

Tanto en la muerte de Sindona como en la de Calvi se sospechó de vínculos con la mafia siciliana y con Lucio "el venerado” Gelli, capo máximo de la P2. Masón desde 1965, diez años más tarde Gelli creó en Río de Janeiro la Organización Mundial del Pensamiento y la Asistencia Masónica (Ompam), una superlogia internacional de ultraderecha aliada a la masonería. 'El Titiritero', como le gustaba autodefinirse a Gelli, porque "muevo los hilos a un lado y otro del escenario político”, perpetró toda clase de crímenes, bajo la cómoda ala de la Operación Gladio, un plan entonces secreto de defensa ultraderechista que los habilitaba, con colaboración de la CIA y la OTAN, a combatir cualquier avance izquierdista en la región generando climas de tensión social relacionados a este movimiento político. Además, Gelli sembró profundos vínculos políticos con dirigentes sudamericanos como Juan Domingo Perón, cuando este estuvo exiliado en España. De hecho, llegó a acompañarlo en su regreso a Buenos Aires en 1973, cuando tuvo ocasión la masacre de Ezeiza.

Massera, hombre fuerte de la P2 en Argentina

Formando parte de Gladio, Gelli hizo equipo con siete terroristas neofascistas para elaborar uno de los atentados más importantes que el Plan Cóndor tuvo: el intento de asesinato de Bernardo Leighton, político chileno exiliado del pinochetismo, a quien este grupo de criminales trató de matar en Roma durante 1974.

Nexo con políticos y militares rioplatenses

Con fuertes inversiones en Argentina, Gelli fue uno de los hombres pesados de la junta militar que pegó el último golpe de Estado argentino, en 1976. Gracias a este vínculo es que Calvi, el banquero corrupto italiano que murió en Inglaterra, terminó intermediando para darles una mano a los argentinos durante Malvinas. El principal contacto de este mafioso fue el militar golpista Eduardo Massera, gracias a quien Gelli se conectó también con altos mandos de la dictadura uruguaya, frente a los cuales solía intermediar su socio y también integrante de la P2, Umberto Ortolani, mafioso radicado en Laguna del Sauce, Maldonado, Uruguay, por esos años y que manejaba varios de los negocios clandestinos de esta organización. 

Banco Ambrosiano, la institución financiera privada más importante de Italia al momento de su quiebra, con sucursales en el Río de la Plata

En 1980 los Propaganda Due vaciaron el Banco Ambrosiano del Vaticano, Ortolani escapó de Italia siendo señalado por medios como uno de los cerebros de la Matanza de Bologna, un atentado con bomba en la estación de tren de Bologna en el que hubieron caso 100 muertos y más de 200 heridos. Ese atentado fue a los pocos días de que vaciaron el ya mencionado Banco Ambrosiano, por lo que se presume, si bien nunca se pudo probar, que tuvo la función de ser una cortina de humo para el escándalo bancario. 

Masacre de Bologna

No fue el único cruce del P2 con las dictaduras de Sudamérica. Entre 1973-76 el general Guillermo Suárez Mason, miembro de Propaganda Due en Argentina, comandó actividades represivas en las que incluso participaron represores uruguayos. 

Troccoli

Entre los vínculos de Gelli como ya dijimos estaba Massera, y entre los de Massera estaba el capitán Tróccoli, enjuiciado en Italia hace algunos años. 
Pero bastante antes de ir preso, en 1996, Tróccoli tramitó la nacionalidad italiana... Lo habían denunciado en la revista Posdata por su participación en la represión durante la dictadura. El contacto que le dio una mano en ese entonces fue Julio César Lupinacci, diplomático de carrera, embajador en suelo italiano. Este último además fue el embajador uruguayo en Venezuela durante la desaparición de la maestra Elena Quinteros, secuestrada del predio de la Embajada venezolana en suelo oriental, en 1976. Además, fue quien en 1993 envió desde Italia una pista falsa sobre el paradero del chileno Eugenio Berríos, la última víctima conocida del Plan Cóndor.

El caso de Ortolani 

Ortolani

También se sabe que tanto Ortolani (fallecido en 2002) como Gelli eran habitués del Club del Lago de Punta del Este y que el hijo de Ortolani es abogado y estuvo relacionado con el Grupo Peirano. A los pocos meses de la muerte en Inglaterra de "el banquero de Dios" Calvi, las investigaciones llegaron hasta una casona en Carrasco, en la cual el inspector Víctor Castiglioni encontró un enorme archivo con información sobre la P2. Si bien se tuvo alguna idea de las personalidades que estaban involucradas en esta organización criminal, el contenido completo de esta lista no fue revelado por lo que sus negocios son todavía un secreto en Uruguay. Se sabe sí que el mencionado Ortolani, que tenía acceso irrestricto al dinero de la Logia según consta en el libro de Carlos Manfroni, y que fue uno de los principales accionistas del ya extinto Banco Sudameris.

Ortolani además llegó a ser una de las personas con más patrimonio en todo el país, de hecho su hijo actualmente figura en la lista de los hombres más ricos de Uruguay, según consigna una edición de Caras y Caretas. Un dato de color es que uno de los hijos de Gelli es el embajador de Nicaragua en Uruguay... 
Gelli, de hecho, tuvo inversiones agropecuarias en Uruguay y creó la Banca Financiera Sudamericana (Bafisud), además de formar parte de los capitales fundadores de Astra SA, una pesquera que fundió y estuvo afincada en el puerto de La Paloma, que terminó estatizado. De Astra ya hicimos un post.
Al momento, Gelli tenía un patrimonio de casi 100 millones de Euros en Europa, y otros tantos en el cono sur, entre los que se contaban dos edificios enteros en Uruguay. 
Otros de sus vínculos en el cono sur fueron con el dictador paraguayo Alfredo Stroessner, el general Manuel Contreras (en Chile) o José "el brujo" López Rega (el autor intelectual de la Triple A) y el mencionado Massera, quienes además llegaron a integrar la P2.

La Lista de Gelli

Perón y Gelli

En 1981, el inspector Castiglioni de la DNII allanó la casona de la logia en Carrasco e incautó el mencionado archivo de la P2, con datos de los miembros uruguayos de la Logia. Según Caras y Caretas, las listas encontradas que pertenecían a la P2 se manejaron con mucho recelo y reserva durante la democracia, pero en los últimos años de la dictadura no fue así, ya que la usó para extorsionar a empresarios y figuras públicas que figuraban en las listas a cambio de influencias. La misma fuente señala que Sanguinetti las negoció varias veces con Giulio Andreotti, primer ministro italiano y uno de esos personajes sin quienes la política de un país no podría ser explicada. Andreotti ha sido señalado como el verdadero maestre de la logia Propaganda Due, por encima de Gelli. 
La periodista argentina Gabriela Cerruti, en su libro El Pibe, sobre Mauricio Macri sostiene que Franco Macri hizo su fortuna negociando con todos “y también con Licio Gelli, la logia P2 y la Cosa Nostra italiana”, relacionando al grupo Macri en negociados (pensemos en la FIAT, solamente...) con el entramado de Gelli. Es interesante además que la P2 se estableció en Argentina a través de una filial bautizada casualmente PRO. Propaganda Patriótica era el nombre completo y Guillermo de la Plaza (embajador argentino en Uruguay) era la pieza clave de esa logia en nuestro país.