yo sí que la tengo clara, viejo

Eso parecen decir los filósofos. "yo sí que la tengo clara, viejo" y se podría acotar "...y vos no, vos sos un burro no iluminado." Y esto no es una idea mía. Es decir, es una idea que comparto y que creo muchos ya hemos pensado más de una vez. Qué insolente aire de gente que se las sabe todas tienen estos tipos. Tipos como el genio de Foucault, el loco Gadamer, el bueno e inescribible de Nietzsche, el paranoide de Adorno, el no menos persecuta Habermas y otros tantos. Gente iluminada, como el Buda, como quien llega al shangrilá. Decía que no es idea mía porque es parte de lo que el otro iluminado, el genio criticón de John Austin plantea, entre otros lugares en Cómo hacer cosas con palabras. Austin, que como Borges, detestaba a los "Intelectuales de oficio" se queja largo y tendido de tipos como Wittgenstein, que son lúcidos y creativos, que son "importantes" y muy sutiles y detallistas, pero que tienen un grado de oraculidad impresionante, un culto demasiado grande a sí mismos como institución filosófica. Es que ninguno nunca se animaría a publicar un libro con sus "geniales" y "despiertas" conclusiones sobre un grano de arroz o sobre cómo seca el cemento, ninguno lo haría sin poner bien grande (casi como en el libro del monarca Tabaré I)su nombre y dejar claro que todas esas cosas tan polémicas y locas, y brillantes, y magníficas son fruto de esa loca cabecita filosofa y única. Poner el nombre de un autor en el libro es, además de marketinero, un increíble y deleznable acto de egolatría y culto a si mismo. Son filosos filósofos , ellos la tienen clara y vos no, pero no te lo van a decir con esas palabras; y no oses pronunciar su nombre en vano. Ellos se las saben todas, pero precisan tener su nombre en un libro, y si es posible un link en wikipedia con su biografía. Y yo preciso ser tan iluminado como para tener un blog porque no tengo plata para un libro. Y usted precisa ser tan brillante como para leer un blog, porque no tiene tiempo al pedo como para hacerse uno.