El estudio entre Kant y lo posmoderno



Graffiti exagerado
La pregunta ya no es ¿es eso verdad?, sino ¿para qué sirve? En el contexto de la mercantilización del saber, esta última pregunta, las más de las veces, significa: ¿se puede vender?.
La condición posmoderna, Lyotard J. François, 1989.

Tomando como base el postulado de Lyotard, cabe la pregunta de para qué estudia el estudiante posmoderno. Hay como un precepto hipodérmico de que "se estudia para tener un mejor futuro" o un mejor empleo. Eso no sólo es burdo y falaz sino desde mi punto de vista, equivocado. Si bien no tenemos porque asumir lo que dice Kant (que el estudio nos hace mejores moralmente) como la única finalidad del estudio, creo que podemos asumir un punto intermedio, de diálogo entre ambas posturas, extremas y un poco embrutecidas. Como lo sugiere Lyotard (al menos así lo interpreto) por ahí puede que sea bueno preguntarse un poco más por la verdad de las cosas (sea lo que sea que eso de "verdad" significa; esto es: preguntarse si la sola idea de "verdad" es verdadera) y no tanto por la utilidad o el valor de algo. Ver la educación como una inversión nos quita uno de los caracteres más básicos de la sola idea de educar, la construcción de la persona. No deberíamos oponer dos cosas que se complementan porque eso nos produce problemas, lo ideal sería que una persona pueda estudiar sintiendo una reconstrucción al hacerlo y teniendo más probabilidad de que la cosa con la que en algún momento habrá de ganarse la vida fuese algo que le gusta, o por lo menos no le molesta.

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