cuando estás herido nada más te hiere

Esa herida curaría si dejaras de tocarla. Deberíamos tatuarnos eso en el cerebro. Nos pasamos la vida preguntándonos qué hicimos mal para que no nos quieran y la respuesta es nada. Pueden no querernos, solamente. De hecho eso es lo que sucede. Porque hay gente rara que sólo te quiere delante de otro, hay amebas que sólo te quieren cuando apagás la luz y estás a solas, y los hay quienes directamente no te quieren pero evitan mencionarlo dado que no produciría nada positivo el hecho de hacerlo.

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