Jorginho Gularte

Jorginho
Jorginho Gularte hizo danza, teatro y música, comenzando su carrera sobre los 70`s con Eduardo Mateo y prestigioso "lobo" Núñez, percusionista como pocos en Uruguay. Brasileño de nacimiento, uruguayo por adopción, hijo de la mítica Martha Gularte, Jorginho formó varias comparsas de carnaval, siendo Marabunta seguramente la más conocida.
"Influencia", de 1987
Carnavalero desde su infancia por herencia familiar, a comienzos de los años 70 se vinculó a la movida "beat" uruguaya, y se aficionó también al blues, el funk y el soul. Percusionista innovador y de una carrera brillante. En 1980 tocó con Gilberto Gil, también supo formar parte de OPA con Rada, Mateo, Fattoruso y Jaime entre otros. Sobre finales de los 80 se fue a vivir a Alemania un par de años y hasta supo coordinar a través de Mundo Afro un grupo de antropólogos y sociólogos para estudiar a la comunidad autoctona "Camba Cuá". descendientes directos de los soldados negros que se fueron con Artigas al Paraguay, llevando su cultura y música. Gularte grabó cuatro discos como solista:
Fue una persona extremadamente comprometida con las reivindicaciones sociales del siempre postergado colectivo afrodescendiente de Uruguay, y eso siempre le generó disidencias, por no decir otra cosa.

La Golpiza impune 

El 5 de mayo del 2002 agredieron a Jorginho salvajemente durante el casamiento de Andrés Mañosa, uno de los dueños de W (integrante del Grupo W), los dueños de la noche montevideana. Las heridas de la paliza que recibió provocaron daños cerebrales irreversibles en Gularte y lo dejaron en coma.
Se dijo que se había caído de una escalera. Se dijo que bebía y buscaba pleitos. Se dijo que su asesino era patovica de un político. Se dijo de todo pero pasaron 11 años y Jorginho murió sin que la justicia haya encontrado a los responsables a pesar de que la causa fue abierta 3 veces, los testimonios se cuentan de a decenas y se hicieron montón de pericias técnicas. Nunca se supo quién lo golpeó ni hubo un responsable por ese hecho.
Andrés Mañosa, Beto Lamas, Josacho Sassón, Jorge Rama y René Cárdenas, el llamado "Grupo W", nunca se expresaron públicamente sobre el tema... es justo decir que tampoco los medios se preocuparon por buscar su palabra, como mínimo podemos decir que "la muerte de ese negro" no le importó a los medios masivos de comunicación. Y la única vez que un canal de TV intentó meterse en el tema fue para culpar a una mujer, la única minoría tan agredida como la comunidad afro en el país: Las mujeres. 
Por un lado aparecieron políticos a dar una a Jorginho para facilitar todo lo relativo a pensiones y demás. Pero por el otro hubo denuncias de cosas turbias que quedaron en la nada.

El Mito

En 2013 falleció Jorginho y el mito de su talento y el atentado que frenó su carrera como artista y activista comenzó. Como afrodescendiente, Jorginho siempre estuvo fuertemente vinculado a reivindicaciones raciales en Uruguay, un país donde rara vez la discriminación hacia los negros se hace explícita pero que tiene un problema de discriminación estructural escondido debajo de esa fachada de Suiza de América.

Discriminación racial

En general en Sudamérica casi todos los problemas con migrantes son ante todo problemas con alguna forma de negritud, o de no ser "white people" para ser claros. Uruguay no fue la excepción y si bien recibió miles de ex-esclavos que migraron sobre todo desde Brasil, nunca terminó de integrarlos completamente al tejido social.
Las ruinas del "Mediomundo"

Genealogía de la negritud rioplatense

Tomas de Mattos cuenta que la razón por la que hay muchas familias de raza negra-mulata en Uruguay y no en Argentina es la fecha de abolición de la esclavitud. Argentina hizo un tibio intento por la década del 10, una ley con más excepciones que otra cosa, impracticable. Uruguay 1842, y luego Argentina ya pasado 1850 ahora sí con abolición definitiva. Pero abolir la esclavitud no era el final sino el comienzo de algo, y centenares de negros que cruzaron el charco para ser libres se encontraron con otro calvario: la pobreza extrema.
Asimismo, durante casi toda la segunda mitad del S XIX, esclavos que fugaban desde Brasil, donde recién con la Ley Áurea (1888) se abolió la esclavitud, llegaron en aluvión a las tierras Orientales, formando parte activa de la población afrouruguaya. 
Esto no es poco, ya que Brasil era el principal productor de esclavos del continente. El tráfico esclavista y la trata transatlántica europea lo usaron como base durante el período colonial en América.
La cifra tiene seis ceros y los registros datan desde mediados del X XVIII, cuando los portugueses introdujeron los primeros africanos esclavizados a Brasil, y luego en mucho menor medida a Uruguay.
Para 1915 el 20% de Uruguay era negro mulato, cifra que descendió abruptamente durante el siglo XX. Hace poco Unicef detectó fenómenos de pobreza crónica (3 o más generaciones de una familia por debajo de la línea de pobreza) en la población afrodescendiente y el Estado tuvo la lucidez de tomar acciones afirmativas siempre cuestionadas por los catadores de igualdad, claro. Esa gente que se acuerda de la igualdad después de dos siglos de una conveniente desigualdad y cuando ya todo está complicado... gente por lo menos equivocada...
Hubo que esperar hasta el siglo XX para que se comience a hablar de "afrodescendientes", término surgido desde el propio movimiento social abolicionista con el objetivo de generar una imagen positiva de la identidad negra africano-americana, para así revertir la imagen negativa del término "negro", nombre que los traficantes daban a la mercancía humana.

El caso uruguayo

El 47 % de la comunidad afrouruguaya no terminó la educación primaria, según el censo 2011. Ya no son el 20% de nosotros, ahora los datos indican que solamente el 8% de los uruguayos es afrodescendiente. Y la cifra sigue en caída, la pobreza les marginó y el crecimiento exponencial de la comunidad blanca fue mucho más acelerado que el de ellos. Porque en Uruguay son pocos los que hablan de purificación racial, pero la propia dinámica social se encargó de la discriminación sin necesidad de un discurso de estilo nazi.
De los que quedan, la población afrouruguaya tiene peores índices económicos que la población en general; 40% de ellos está por debajo de la línea de pobreza. Además, hay mayoría de familias monoparentales femeninas, madres solteras.
La discriminación estructural no verbalizada en nuestro sistema entró en ese largo proceso de acciones afirmativas que países como EEUU iniciaron por los 60`s y recién sobre el 2000 lograron revertir algunas tendencias estructurales.
También es bueno señalar que la independencia de los países latinoaméricanos está, a diferencia de lo que sucede en otros países, intímamente ligada a la liberación de procesos de Esclavitud desarrollados por las potencias coloniales europeas. El inicio de la destrucción del sistema de esclavitud en la colonia de Santo Domingo (Haití) en 1791 llevó a su abolición dos años después y la posterior independencia del país.
Durante el S XIX países como Dinamarca (1803), Países Bajos (1814), Chile (1823) o Reino Unido (1807) y sus colonias (entre 1833 y 1838) fueron los primeros en entender que tener esclavos era más caro que pagarles un salario de miseria como se hace hoy con los afrodescendientes en casi todo el mundo. Porque seamos sensatos, del dicho al hecho hay un (mal)trecho

Partido Autóctono Negro

El colectivo afrodescendiente hizo un intento por nuclearse políticamente a través Partido Autóctono Negro (PAN), un Partido fundado en 1936 que reivindicaba los derechos de la colectividad afrouruguaya pero tuvo corta existencia, disolviéndose en 1944. 
Los rastreos antropológicos detectaron que la mayoría de los integrantes de esta comunidad uruguaya son descendientes de esclavos traídos desde Mozambique, el Congo y Angola. De hecho, uno de los "33 orientales" (que ni eran 33 ni eran todos orientales, propiamente dicho) había nacido en Mozambique (Joaquín Artigas). Esto es importante porque habla de que son tan parte de nuestra cultura como los criollos o los migrantes europeos. 
Su principal expresión artística fue siempre la relativa a Las llamadas y el Carnaval. En 1872 se organizó la primer actuación de comparsas en el Teatro Solís y para 1874 ya había concurso oficial. Durante la década de los 70 y comienzos de los 80 el Carnaval se convirtió en un foco de resistencia frente a la dictadura cívico-militar asotó el país, y desde entonces la composición de su público también se vio modificada.
Así fue como los blancos comenzaron a ocupar masivamente espacios que antes eran primordialmente de afrodescendientes, invandiendo involuntaria pero constantemente recintos antropológicos que antes sostenían expresiones artísticas más relacionadas con reclamos propios de un colectivo totalmente marginado en nuestra sociedad, como veníamos diciendo.
Al mismo tiempo, el avance inmobiliario de la ciudad fue dibujando un Montevideo distinto al que la historia había garabateado. Los negros solían terminar en los bajos de la ciudad, en Palermo, Parque Rodó y Barrio Sur, un lugar no explotado inmobiliariamente y que era más de clase baja que otra cosa.
"Mediomundo"
Cuando las inmobiliarias construyeron la cordillera de edificios que encajona la ciudad siguiendo las curvas de la rambla montevideana, cuando también agotaron la metástasis de ese barrio enredadera que hicieron con Pocitos, ahí se acordaron del barrio Sur. Y acercarse al barrio Sur significó la migración de sus anteriores habitantes, los negros.
Este proceso está sucediendo en este preciso momento. Podemos marcar la demolición del "Mediomundo" como un punto de inflexión. Este “quilombo” (palabra resignificada por los blancos, porque originalmente se usaba para referirse a núcleos de negros escapados y organizados en la selva) ubicado en Zelmar Michellini (ExCuareim) 1080 era testigo del pasado colonial de la ciudad. Levantado sobre 1880 era un típico “conventillo" de los que abundaban en el Montevideo de la época
Martha Gularte despidiendo a Rosa Luna
En ese lugar nació la mítica vedette de carnaval, escritora, cantante, y contraparte de Martha Gularte justamente; Rosa Luna.
Por los setenta, a la ruina inducida siguió su demolición. El terreno permaneció baldío décadas hasta que construyeron un conjunto de viviendas que buscó sostener vivo algo de la historia que se había perdido con la demolición. No estoy capacitado para juzgar a un arquitecto pero a priori la idea no parece mala.
Dejo una Reconstrucción Virtual de este Conventillo, hecha por Daniel Thul Dalmás con música de Néstor Porto, también esta nota:
Carta de Carlos Paez Vilaro, publicada en la edición de Marcha del 9 de Febrero de 1973




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