Motín en el penal de Libertad, 1999

Este año se hizo el 25º aniversario del motín en el Penal de Libertad (1999), un evento que evidenció el colapso del sistema carcelario. Un periodista tomado como rehén, una insurrección liderada por "el Rambo" y una jornada que dejó una marca indeleble.


Junio de 1999, el periodista Yuri Gramajo y su equipo realizaban una nota en el Penal de Libertad. Los internos exigían mejores condiciones de reclusión y denunciaban tratos inhumanos en la prisión, así que aprovecharon la situación y los tomaron como rehenes. La revuelta fue liderada por Nelson "El Rambo" Peña Otero y Roberto Pierri Fernández. Durante el motín, reclusos lograron someter a periodistas y policías, iniciando 10 horas de tensas negociaciones. Eduardo Seoane, iluminador del equipo de Gramajo, relató: "Me agarró uno de atrás y me puso un cuchillo en la garganta. Nos encerraron en una habitación 4x4 junto con los policías."
"El Rambo"
La comunicación fue clave. Gramajo negoció directamente con las autoridades usando su celular, ya que el Rambo le había advertido que si había represión policial todos iban a morir, "yo mismo te voy a matar a vos", le dijo al periodista delante de los demás reclusos. “Todo se resolvió porque había formas de comunicación y entendimiento", afirmó Seoane. Pero también destacó: “Hoy no salíamos vivos. La distancia social y la violencia actuales lo impedirían”. No fue el primer motín en el Libertad. 
Finalmente, las autoridades prometieron respetar la integridad de los presos y rehenes. Entrada la tarde, todo terminó. La cárcel quedó (más) destruida, los presos enfrentaron represalias y la sociedad, un infructuoso debate sobre el sistema penitenciario.
La situación inspiró un libro
Y es que Uruguay tiene uno de los índices de prisionización más altos de la región. En 2017, hubo un breve descenso en el número de reclusos, pero las cifras volvieron a aumentar rápidamente. Según el fiscal Jorge Díaz, el 80% de los presos carecen de condena ejecutoriada. “Este índice es inconsistente con un Estado de Derecho”.
La situación actual: 
  • Alto índice de reincidencia. 
  • Condiciones de reclusión pésimas. 
  • Muertes frecuentes en prisión (47 en 2017, por ej, no bajan, todos los años andamos por ahí...).
Con la forma en que se trata a los reclusos pensar en una rehabilitación social no sólo es absurdo sino que es fantasioso, para re-habilitar algo primero ese algo tuvo que estar habilitado alguna vez, cosa que en la mayoría de los casos no sucedió.
KungFú Ombijam hay uno sólo

Salir de un cárcel y ponerse a laburar es ser un error del sistema, un sistema hecho para perpetuar a quien delinque en su situación, o en el mejor de los casos encerrarlo algunos años en un calabozo podrido esperando para mandarlo de vuelta a la Sociedad, peor de lo que entró
La pregunta es: ¿encarcelar más y peor es la solución? Gramajo lo planteó en su libro: "Esa tarde no había policías, presos ni periodistas, solo seres humanos tratando de recuperar su vida".
Gramajo dejaría el periodismo televisivo (?) al poco tiempo. Su iluminador contó que al salir “nos encontramos con el gerente de producción de ese momento, que nos dijo: `Bueno, mañana vienen, ¿no?`. Al final nos autorizó a tomarnos el día pero nos pagaron medio.”

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