Sobre Juan Carlos de Brasi


En La monarquía causal, de Brasi nos habla del imperativismo de las ciencias, acaparadoras de la idea de lógica en la cosmovisión occidental. 

DeSterminación

La causalidad soporta la herida íntima de una desterminación que nunca termina de cicatrizar. De Brasi no opone certezas a incertidumbres, objetividad a subjetividad, cerrazones a aperturas, arrogancia a actitud dudosa (el método de la vereda de enfrente); sigue otros senderos: recorre los labios sensibles de lo herido, afina el oído para escuchar lo que pudo y no pudo decirse en esos cortes.

Tomado a acá 

En esta apología, el autor argentino habla del concepto de deSterminación, el que opone al de determinación. La deSterminación se para en el mundo para darnos un punto de vista alejado de la prenoción al mejor estilo Baconiana. Nos permite acercarnos al mundo sin tener el a priori mental de que vamos a tener que encasillar las experiencias que transitemos con alguna etiqueta o rol.  
Otro concepto que nos aporta de Brasi es el de Nocepto. Se trata de una herramienta útil para pensar la liberación del objeto respecto de su definición. Para matar al "concepto" tal como lo conocemos nos valemos de un Nocepto, aquello que la cosa no es. En la filosofía debrassiana se hace necesario tener una posición menos determinista con el mundo, tener menos claras las cosas. El dilema que nos plantea al autor se relaciona con la producción de subjetividad y la creación de la cosa que conocemos como La Verdad; esquiva, errática y voluble, que cambia de portador y siempre parece ser innegable según el contexto histórico-cultural en que estemos. 
"'¿somos todos iguales?" nos dice la pregunta que de Brasi termina haciendo. No lo parecemos, a la hora de poder elegir qué queremos que sea verdad y qué no, no parecemos todos iguales, más bien terminamos eligiendo lo que otros dicen que es la verdad.

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