anarco cinihilismo existencial (casi un manifiesto de qué es la idioteca)

de ædra
nada nunca le interesa a nadie en ningún sitio. que a ver, que tampoco interesa que le interese. da lo mismo en realidad. todo da lo mismo. esto tampoco tiene interés, fundamento ni gracia. parar y coso, pensar, reflexionar, tensar y eso. garabatear, teorizar y toda esa mierda al pedo. gente que realmente se cree más capaz y fenómeno por leer unos libros, escribirlos o decir que hicieron esas cosas. una manada entera de humanoides que exhiben sus títulos con un honor por lo menos cuestionable. y cuando no son títulos lo que exhiben son minitas, o hijos con títulos o billeteras gruesas, o los razonamientos propios que consideran más admirables... la gente muestra de sí misma lo que considera mostrable. no explican siquiera que son capaces de monstruosidades, imperfectos y que pueden formar parte de una serie lógica de comportamientos que terminan en un comportamiento ilógico que tomado aisladamente los haría parecer el más demente de los habitantes de un hospicio.

las cosas que deban ser serán y las que no, pues no. no hay mucho que hacerle, en general. pongamos por caso que se puede maquillar algún detalle o pequeñez, pero el grueso de lo que sucede está medio como que ya pasando. está todo digitado. el juez, el arquero, la televización, el dt y la tribuna, están todos comprados. del mismo modo todo lo que suceda es interpretable, uno puede asumir una tragedia como algo sobre lo que construir o puede asumirla como algo de lo que nunca salir. podemos equivocarnos y no seremos un error. podemos acertar y no por eso somos un acierto. podemos pensar que la equivocación y el acierto existen como una entelequia (como una golosina, casi) y no asumir que son partes de una misma cosa, una interpretación absurda. el anzuelo cuelga de nuestras bocas mientras pitamos un pucho. como todo loco siempre corremos el riesgo de no percibir ese momento en que se nos cae la baba formando un charco repugnante en el piso de baldosas flojas. circo y ceremonia, ciudad. cualquier intento descriptivo de algo es nada más que un juego de palabras burdo. un abecedario con menos de 30 letras con las que supuestamente formamos conceptos para todas las cosas que conocemos, qué estúpido es todo. qué infantil es buscar la verdad. qué inmaduro es discutir sobre lo que sea. nunca valió la pena, niños. reventarse la mente en gajos maquinando un algo para el todo y esa ironía dulce de que sí, matáte pensando, te vas a morir como una puta cucaracha. tus ahorros, deudas, pensamientos iluminados y poemas, todo al tacho, todo. te fuiste como todos. y el mundo siguió. asumilo. vos te moriste y en tu laburo siguieron yendo a tratar de llegar a fin de mes. las preocupaciones de los demás mortales después de que vos te mueras van a seguir siendo boludeces como llegar en hora para ver x cosa en la TV y ese tipo de mierda que vos también hiciste cuando otros mortales murieron como vos vas a morir. vos te fuiste y tu gato le pidió comida a otra persona. vos te fuiste y el café que no bebiste será bebido por alguien más. tu lugar en el ómnibus de las 7.50 será ocupado por otro ser tan miserable y repetitivo como vos. no, no sos indispensable ¿qué o quién te hizo pensar que lo eras? sentimientos, pesares, pensamientos, noticias... inercia es todo. inercia magnánima inmanente y palabras raras, la nada más rampante, a quemarropa. inercia es que todo dure un poco más de lo que duró. todo sigue aunque no quieras. todos los días puto lunes. lunes lluvioso, lunes nublado, lunes soleado, lunes que parece domingo, lunes de fin de semana. lunesismo. borremos la meta, borremos la salida, borremos el camino. todo nada. todo gran nada. lapsos vitales de pucho y mate, lentitud, silencio y paz, dormir. despertar y dormir. a fin de cuentas asumir que nada se sostiene no resulta tan terrible, eh. como me dijo una inapreciable persona que tuve la suerte de conocer "al fin y al cabo ninguno de nosotros quiere estar acá". aprender que todo te resbale reverendamente no es tarea sencilla. aún con esa dificultad no se me da mucho eso de vivir. y a veces recuerdo toda esa historia de que existe algo más que yo. una mitología que habla de humanos, vida y sentimientos, hasta de ciudades, si serán... que sólo te interese algún tipo de arte, de creación o pasatiempo, quietud, o ni eso. nadie cambia nunca. la gente es la que no cambia, lo que cambia son las circunstancias. la base subyace, se replica. ni la más apasionada charla debería moverte un puto pelo (y sin embargo lo hace), a lo sumo puede ser tengas algo que te habita, como un súcubo, una actitud, algo que ni siquiera debés cuestionarte, algo que está o no está

Comentarios

También podés leer