El escuadrón 731

Restos del Escuadrón
El Escuadrón 731 fue un programa secreto de experimentación y tortura para la creación de un arsenal biológico, lo desarrolló el Ejército Imperial Japonés durante la segunda guerra mundial. 

Context 

Este Escuadrón fue instalado en lo que hoy es el noreste chino, Manchuria, zona entonces ocupada por el japón imperial. Pero vamos a dar un poco de contexto a la situación, para que no sea una colección de morbosos experimentos solamente
Invasión japonesa a Manchuria
Las relaciones China-Japón estuvieron muy tensionadas entre finales del S XIX y mediados del XX. A modo de ejemplo, entre 1894-1895 tuvo lugar la primera guerra Sino-Japonesa, en la cual los nipones anexionaron la Isla de Taiwán, la Península de Liaodong y el protectorado chino de Corea (las dos coreas juntas, que aún no eran países separados tal como hoy les conocemos...). En 1931, una sección del ferrocarril de Manchuria (de propiedad japonesa) fue dinamitada. Como respuesta Japón invadió la región en lo que para muchos especialistas fue un atentado de falsa bandera autoperpetrado por las víctimas para tener una excusa que justifique la invasión.
Japón había desarrollado una fuerte dependencia de su balanza comercial con EE.UU, país que en 1929 sufrió el famoso "crack del 29", que hizo volar por los aires las bolsas de las principales entidades financieras norteamericanas, cosa que impactó unos años después a nivel global, incluyendo a Japón, que le encontró salida al problema con el desarrollo de un plan de expansión territorial

República de Manchukuo

Manchuria, famosa por sus minas de carbón, fue conquistada en 1932 por los japoneses, que proclamaron la República de Manchukuo, un país títere que en realidad era una protectorado japonés en territorio chino. 
El líder de esta Republiqueta fue el último Emperador de China, Puyi, quién 20 años antes había sido derrocado por la Revolución China de 1912. Puyi sería Emperador de Manchukuo hasta 1945, cuando terminó la II Guerra Mundial
Dentro de este contexto, fue que entre 1936 y 1945 en la ciudad de Harbin se creó un complejo de edificios en los que funcionaron laboratorios clandestinos, campos de trabajo forzado y salas de tortura a las que víctimas de numerosas nacionalidad eran llevadas para usarlas como sujetos de experimentación al más cruel de los niveles, haciendo que Menguele sea apenas una anécdota...

Troncos

Estas víctimas eran llamadas "maruta", que en japonés significa "tronco", puesto que el principal lugar de experimentación estaba camuflado como un aserradero.
Los "maruta" no sólo respondían a ese eufemismo sino que al ser deshumanizados era más fácil torturarlos en el nombre de la ciencia.
Las torturas que se practicaban se cuentan entre los capítulos más salvajes de la historia humana. Miles de "marutas" fueron infectados con diversos tipos de virus (brucelosis, cólera, ántrax, disentería, tifus, difteria, botulismo...) para que luego los abran vivos (sin anestesia) y les quiten sus órganos para estudiarlos. 
Con esos "estudios" se desarrollaron armas biológicas de destrucción masiva, hoy prohibidas en tratados internacionales... 
Otros "troncos" fueron usados como blancos vivos probar radios de impacto, lanzallamas o armas de bajo calibre. Al igual que los nazis, en el 731 también se torturó con asfixia, embolia o viendo las respuestas fisiológicas a variaciones de presión extremas. Privación de alimentos, agua, sueño o gente que literalmente enloqueció durante sus últimos días de existencia (eso no es "vida") fueron habituales, también se los sometía a exposiciones venenosas de radiación o máquinas de centrifugado
A otras víctimas se les inyectaba toda clase de fluidos para ver cómo reaccionaban, hay registros de orina de caballo, aceite de motor, agua de mar y hasta distintos tipos de solventes.
Los experimentos de congelamiento eran una de las especialidades de 
Shirō Ishii, el creador del escuadrón. Congelaban y luego hervían extremidades de prisioneros, para ver a qué temperatura se desprendían piel y músculos. 
Niños fueron sometidos a extracciones de órganos sin anestesia, vivisecciones y autopsias, así como otros tipos de operaciones y procedimientos quirúrgicos que permitían refinar formas de tortura. 

Cierre e impunidad

Cuando los soviéticos invadieron Manchuria en 1945, este escuadrón detuvo sus torturas y sus militares dinamitaron buena parte de las instalaciones, además de matar a los prisioneros que quedaban y soltar cientos de animales infectados.
Durante años, la existencia de esta Unidad "científica" de torturas no salió a la superficie. Los militares y científicos que practicaron estos tormentos tuvieron juicios mínimos en Japón. Casi 20 años más tarde comenzaron a aparecer testimonios que fueron orientando investigaciones en busca de la verdad y han dejado expuesto el capítulo más siniestro de la historia militar japonesa.
Historiadores destacan que la existencia de la Unidad 731 se mantuvo en celoso secreto porque EE.UU. negoció la inmunidad por los crímenes de guerra a cambio de información científica que el programa había recolectado. Apenas una docena de oficiales japoneses de bajo rango pasaron por la justicia, fue en la Unión Soviética, y las penas fueron un chiste, considerando la crueldad de los crímenes
Shirō Ishii

El Menguele japonés

Shirō Ishii, la mente macabra detrás del 731, nunca pasó por un juzgado. Se hizo el muerto durante años, vivió con identidades truchas y finalmente falleció por causas naturales gozando de una libertad totalmente impune a pesar de cientos de torturas y crímenes que cometió, nadie sabe realmente cuántos... algunas fuentes hablan de 10.000 víctimas y otras de hasta 200.000. 
Yoshio Shinozuka, médico militar en la 731, declaró en 2002 a la BBC: 
"Hice lo que ningún ser humano debería hacer"
Detalló haber criado pulgas infectadas en ratas con tifus, ántrax, peste y cólera para usarlas contra sus enemigos militares:
"Eran troncos para mí (...) no humanos. Conspiradores o espías (...) que ya estaban muertos. Ahora morían por segunda vez. Nosotros sólo ejecutábamos una sentencia de muerte con fines científicos".
Se lanzaron lluvias de pulgas infectadas desde aviones, además de entregar alimentos infectados durante comienzos de los años 40`s. A las mujeres se las violaba masivamente y cuando había embarazos, los fetos eran objetos de estudios como un "maruta" más. Esta barbarie no goza de la popularidad de los también inhumanos crímenes de Auschwitz ni fue debidamente reparada por la justicia, por eso es importante conocerla

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