The Number Fever

The Number Fever fue un sorteo con tapitas de bebidas que terminó con varios muertos y la mayor crisis mediática que PEPSI tuvo en su historia.

La promoción consistía en que las tapitas de Pepsi, Mountain Dew y 7 Up tendrían en su interior un número que, en caso de ser ganador, aseguraba jugosos premios en dólares. El premio más grande era de un millón de dólares.

Context 

1992, Filipinas es un país pobre semi paralizado por apagones eléctricos y que hasta hace poco vivió bajo régimen de autocracia, liderado por Ferdinand Marcos, un déspota de manual
Se trata de un país del único país híspano-asiático del mundo. Durante casi 300 años fueron colonia española (de hecho, “Filipinas” viene por el rey Felipe II de España). Ya entrado el S XX, pasaron a manos estadounidenses y luego se independizaron pero fueron gobernados durante décadas por este autócrata que les contaba. 
Hoy Filipinas es parte de la segunda generación de tigres asiáticos, o tigres menores. Tomó el viento de cola de potencias como Corea del Sur o Singapur y recientemente se ha industrializado, abandonando su viejo modelo agrícola. Pero todo eso fue después del 2000.
Coca-Cola ocupaba casi el 75 % del mercado de bebidas, mientras que PEPSI no llegaba al 10. Con esta promoción, los ejecutivos de PEPSI pensaban dar vuelta el mercado con esta fiebre de los números.

Un promo exitosa

Según Rodolfo Salazar, presidente de PepsiCo Filipinas, la mitad de la población del país participó del sorteo; las ventas se quintuplicaron rápidamente, y PEPSI aumentó la cantidad de números sorteados para aprovechar ese hype
Todas las noches se anunciaban los números ganadores por TV. En apenas cuatro meses la Compañía sorteó más de 50.000 premios de distintos montos. La fiebre llevó a que haya robos de tapitas entre ciudadanos e incluso ataques a camiones de distribución.

El 25 de mayo de 1992, se anunció que quien tenga el 349 sería ganador del premio de un millón de dólares. El número venía acompañado de un código de verificación para evitar tapitas truchas.
A la mañana siguiente el jefe del departamento de marketing recibió una llamada: “Jefe, tenemos un problema, hubo un error en la impresión de tapitas y lanzamos 800.000 botellas con el 349”.
En menos de 24 hs miles de filipinos se acercaron a las distintas plantas de producción de PEPSI, esperanzados de poder irse con un millón de dólares en sus manos. PEPSI pidió disculpas públicas por el error e hizo de nuevo el sorteo, dando como ganador del millón al número 134, pero esto no terminó ahí, recién está comenzando.
La Compañía respondía a los frustrados ganadores que las tapas impresas por error no tenían el código de confirmación necesario para que el premio pueda ser canjeado.

Un final caótico

Las quejas comenzaron a arreciar por lo que PEPSI ofreció 18 dólares a quienes tengan las tapas impresas erróneamente. De esta forma más de 450.000 personas aceptaron ese trato, por lo que el error le costó a PEPSI casi 9 millones de dólares.
Alianza 349
¿Qué pasó con quienes no aceptaron este pequeño premio consuelo? Se organizaron para protestar y crearon la “Alianza 349”. La mayoría de las protestas fueron pacíficas, pero hubo hechos de violencia que terminaron con varios muertos. Tres trabajadores de la Compañía que resultaron asesinados por una granada que alguno de los protestantes tiró hacia un almacén.
Una mujer y un niño murieron después de que alguien le tire una granada lanzada a un camión de reparto, incidente en el que hubo otros 6 menores heridos.
Ejecutivos de la Compañía fueron amenazados de muerte, y casi 40 camiones de la compañía sufrieron daños.

Además, algunos de los que protestaba acusó a PEPSI de contratar mercenarios que hacían los ataques con la finalidad de dejar a los protestantes mal parados.
También hubo quien dijo que los ataques eran organizados por embotelladores de la competencia que intentaban aprovechar la vulnerabilidad de PEPSI.
Al menos 30 plantas embotelladoras fueron atacadas. Piedras, saqueos, saboteos o incluso tiroteos fueron sumando varias decenas de heridos a las espaldas de PEPSI.
Además, un lluvia de demandas civiles y penales contra PEPSI hizo que las quejas contra el difunto déspota filipino Ferdinand Marcos, acusado de haberse robado unos 10 millones de dólares, queden eclipsadas durante varios días.
La fiebre de los números en cuestión de algunas semanas se transformó en fiebre anti-Pepsi, y tenía un frente de choque en el que había desde guerrilleros comunistas hasta generales del ejército.
PEPSI adds lie
Tras varios juicios, PEPSI tuvo que indemnizar a muchos de los ganadores fallidos. El presupuesto inicial de 2 millones de dólares en premios terminó siendo de más de 10 millones de dólares. Recién en 2006, 14 años después de todo esto, el Tribunal Supremo de Filipinas absolvió a Pepsi de cargos criminales, bajo el entendido de que: “no se encontró ninguna prueba de negligencia” por parte de la Compañía.

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