la mirada constitutiva del afuera

Sierra de la Ventana, La Pampa
Tomemos mínima magnitud del peso de "la mirada constitutiva del afuera", que va mucho más allá de aquello de fondo y forma, porque el fondo se convierte en parte de la forma. Una persona privada de libertad convive especialmente con esa mirada, por no decir que la padece más que alguien no privado de dicha gracia.
"Cuando se trabaja en intervenciones socioeducativas en contexto de encierro se tiende a pensar que transitar la privación de libertad en una institución total, como son las cárceles latinoamericanas, limita bastante más que la libertad ambulatoria de las personas allí alojadas", relata (el subrayado es mío) en Twitter una usuaria que tuvo experiencia directa en este tipo de dinámicas. 
No obstante de lo real y crudo de la situación, aún no se dimensiona la fractura en los derechos, sistemática, amparada y sostenida en el tiempo, existente en la sociedad pero también en instituciones estatales. La estructura es la que te margina.
La mirada constitutiva del afuera está adentro, se internaliza. De la cárcel entrás pero difícilmente "salís", porque aún en "libertad" sos "el que estuvo preso" para todos a tu alrededor. Se convierte en un Estado, como alcanzar invalidez moral y cívica. Y dentro de esa segregación social hay otra más, porque está el ex-convicto pobre y el ex-convicto con $, y "ser pobre" siempre "está mal". La $ a veces devuelve un poquito del "prestigio" de lo impoluto.

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