Bitácora de dos gatos y su conviencia

Piner y Loop

Con la llegada de "Loopita" mi gato anterior, "Ex-Presidente Dr. Federico Pinedo" se puso muy mal. Seguramente se sintió intimidado por la situación, por ver cómo vilmente lo traicionábamos después de casi 4 años de pacífica convivencia. 

A esta hora se hace menester explicarlo: "El Piner", como le decimos, es un cra´, tremendo gato. Llegó a casa con una tarea terapéutico-infantil que cumplió abnegada e instintivamente. 

Fueron dos días de gato rabioso, bufando como nunca lo habíamos visto, muy resentido por la situación. Realmente dolido ante la traición que estaba viviendo, sintiéndose invadido por esa presencia ajeno y novedosa (gato de apartamento, prácticamente nunca en su vida supo de la existencia de otro gato...).

Casi se puede decir que dejó de comer, antes de acercarse al alimento inspeccionaba el lugar y se cercioraba de que no había amenaza, el intruso estaba lejos. Si veía a la invasora le bufaba ofendido y se retiraba de la sala con sus bigotes en alto.  

Con el paso de las horas se fueron diseñando estrategias de convivencia para tratar que Loopita sea aceptada como una integrante más de la familia por Pinedo. Estas estrategias parecían infructuosas pero al tercer día surtieron efecto y en cuestión de horas nada más, Pinedo daba prolongados baños a su nueva amiga... comía compartiendo plato con ella a pesar de que cada uno tiene el suyo.

Atravesado más de un mes de convivencia, Pinedo sigue marcando su territorio con sonido, gestos y hasta golpes. Loopita por momentos le tiene paciencia y por momentos simplemente lo ignora. Sospecho que vamos a sobrevivir 

 

 

Comentarios

También podés leer