la Patagonía rebelde

Hoy vamos a conocer una serie de revueltas y crímenes denominados "la Patagonía rebelde" o "la Patagonia trágica", según como se lo enfoque. Sucedieron en el sur argentino durante los años 1920 - 1922

Context

1914-1919: Mientras Europa se arrancaba los pedazos con la primera guerra mundial, en el sur argentino terratenientes de origen británico ganan millones exportando lana y carne. Conforme fueron viendo que al stockear lana los precios subían y ante la inminencia de que "la gran guerra" (como se la conocía entonces... nadie le iba a llamar "primera guerra" porque no sabían que habría una segunda...) era interminable, los hacendados comenzaron a especular con lo que vendían
Cuando la guerra terminó, Europa dejó de consumir tanto y a los terratenientes les bajó la demanda, lo cual arrastró el precio de la lana en caída y los agarró además con un sobrestock brutal, producto de la mencionada especulación. Los estancieros respondieron con cientos de despidos y una reducción generalizada de las ya pésimas condiciones laborales. 

Lugar

La patagonia argentina es una región con temperaturas bajo cero durante largos inviernos. Tenía una densidad poblacional de un hombre por cada catorce kilómetros cuadrados y la jornada laboral tipo era de 27 días/mes/12 horas por día para obreros y 16 para esquiladores y arrieros; con salarios ínfimos frecuentemente pagos en bonos o moneda extranjera que al cambiarla era tomada por un valor menor. Además, de día se arreaban majadas de ovejas a 18º bajo cero mientras que a la noche dormían de a 5 por habitación apilados sobre cueros. El nivel de precarización era tal que entre los reclamos se pedía un paquete de velas por mes. El sol en el invierno patagónico es breve y los almacenes de los propios dueños de las estancias cobraban hasta 80 centavos por un paquete de velas que en realidad costaba 5, según relata Osvaldo Bayer en La Patagonia Rebelde

Primera huelga

Los trabajadores vivían agotados, sin familia, dinero ni destino y los estancieros habían ganado millones sin siquiera responsabilizarse por los accidentes laborales. 
Los reclamos de los obreros eran: 
  • Que una misma pieza que no fuera ocupada por más de tres hombres. 
  • Desinfección del lugar una vez a la semana.
  • Luz (velas) a cargo de los patrones.
  • Una estufa.
  • Mejor comida. 
  • Colchón y cama. 
  • No trabajar a la intemperie en caso de nevada. 
  • Un botiquín con instrucciones en castellano.
La Sociedad Rural rechazó los reclamos y estalló una huelga general liderada por anarquistas que llevaron adelante una escalada de asaltos a haciendas donde los trabajadores robaban víveres y caballos para trasladarse a reclutar más peones para el movimiento sindical
"el gallego"
La Sociedad Obrera de Río Gallegos y la FORA, dos agrupaciones sindicales, incitaron a los obreros por medio con campañas de propaganda. De entre los trabajadores hubo 3 que particularmente son recordados por su valor y liderazgo durante las protestas, hablamos de Antonio "gallego" Soto, José "Facón Grande" Font y Alfredo "El Toscano" Fonte
Como respuesta, los hacendados recurrieron a fuerzas paramilitares reaccionarias de la llamada "Liga Patriótica", un grupo de ultraderecha que promovía un nacionalismo truchísimo medio raro, alineado con intereses británicos
Declarada la huelga, a los dos días intentaron asesinar al dirigente Antonio "gallego" Soto, que logró escapar por poco y era señalado como un agitador social.
En diciembre de 1920 hubo un combate entre huelguistas y policías donde murieron un obrero y dos policías, además de resultar varias personas heridas. 
Un titular de abril de 1921 de La Verdad decía: "Crímenes de lesa humanidad. La explotación del hombre por el hombre llevada al máximo grado de refinamiento". 
Anarquistas, ferroviarios y empleados de La Anónima, estancia con tamaño de provincia en el sur cuyo poder económico hasta hoy sigue vigente en la zona en forma de supermercados, fueron los más activos en las protestas. 
Héctor Benigno Varela
El presidente Hipólito Yrigoyen envió tropas del Ejército al mando del teniente coronel Héctor Benigno Varela, quien se presentó como un negociador hábil que buscaba un laudo que beneficie a todas las partes. Las condiciones fueron deponer las armas y liberar a los rehenes. A cambio se reconocería gran parte de las demandas
De esa forma hubo un principio de acuerdo que llegó a firmarse pero tan pronto Varela se fue del lugar, lejos de cumplirse el acuerdo, las patronales persiguieron a los huelguistas y los castigaron La Liga Patriótica Argentina fue el brazo armado de los terratenientes.
Acto nazi
Hablar de la Liga Patriótica es hablar del nacionalista Manuel Carlés, uno de los organizadores del acto de abril de 1938 celebrando la anexión de Austria a la Alemania nazi, en el estadio Luna Park. Este fue el acto nazi más multitudinario fuera de Alemania del que la historia tenga registro. 20 mil argentinos cantaron a favor de Hitler ese día... 
La "Liga Patriótica"
Cuestión que un estanciero le dijo a Varela: "Ud se va y esto comienza de nuevo", a lo que Varela contestó "si se levantan de nuevo volveré y fusilaré por decenas". Tras ese corte de mangas que la Sociedad Rural le hizo a los trabajadores, la unión sindical que con tanto esfuerzo habían sellado se dividió y perdió poder. Y todos sabemos que si te dividen te ganan...

Segunda huelga

Las negociaciones colapsaron y los disturbios se transformaron rápidamente en una segunda huelga general. De nuevo a tomar haciendas, robar víveres, caballos y demás. Incluso la esposa de un hacendado denunció haber sido violada, cosa que nunca fue investigada.
Yrigoyen volvió a echar mano a Héctor Benigno Varela y esta vez fue claro "Vaya, vea y cumpla con su tarea", cuentan que le dijo a quien tenía antecedentes de matanza de trabajadores en La semana trágica y que viajó con una tropa de 200 hombres bien pertrechados para detener a 2.000 huelguistas que estaban en parte armados con armas largas.
"Facón Grande"
El historiador Osvaldo Bayer documentó que algunos huelguistas estaban bien armados con modernos fusiles y revólveres, presumiblemente obtenidos a través de carabineros chilenos que frecuentaban los bares de la zona en busca de alcohol y las cambiaron por eso
Monumento a "Facón Grande"
Incluso algunos dicen que muchos de los "peones" eran en realidad carabineros chilenos disfrazados que buscaban desestabilizar al país. "Todo ello matizado con saqueos, asesinatos, incendio de estancias y violaciones de mujeres", dice Los fusilamientos de la Patagonia, de Oscar Troncoso. Osvaldo Bayer escribió al respecto que "Por otra parte, no fue esta la única vez en que algunos carabineros fronterizos vendieron sus armas en algún boliche del lado argentino por unas botellas de buena caña paraguaya o ginebra holandesa".
La Sociedad Rural habló de anarquismo y de que Chile se quería quedar con el territorio, las noticias salieron en la capital a través de los principales medios y la histeria comenzó. Además, importaron trabajadores precarizados de otras provincias que actuaron como rompehuelgas y eran frecuentemente agredidos por los sindicalistas en paro. La armada volvió al sur argentino pero esta vez con órdenes de terminar con las huelgas como sea
El toscano
No se sabe bien quién dio la orden, si es que la hubo, pero por órdenes del Gobierno Nacional o guiado por su propio criterio, Benigno Varela no fue benigno e impuso "pena de fusilamiento" contra peones y obreros en huelga. Ellos confiaban en él porque había mediado sin violencia la primera vez, de forma tal que no ofrecieron resistencia.
A diferencia de lo que algunos cuentan y nadie documentó relativo a los carabineros dando armas, está documentado que el Gobierno chileno colaboró con las fuerzas argentinas cerrando la frontera para impedir la fuga de los huelguistas y permitiendo además que las tropas argentinas pasen a territorio chileno para continuar su persecución.
Para finales de 1922 comenzó una represión durísima durante la cual escuadrones militares y policiales recorrieron la provincia ejecutando sumariamente a decenas de huelguistas, sean violentos o no. En total, según estimaciones (no hay números oficiales, esto fue tapado durante muchos años...), fueron asesinados entre 500 y 1500 obreros.

Celebración

El domingo 1 de enero de 1922 la Sociedad Rural celebró Año Nuevo con un homenaje a Benigno Varela, su salvador. 10 días más tarde la Sociedad Rural rebajó un tercio todos los salarios rurales, así que por pedir un paquete de velas mataron centenares de personas y les bajaron el ya espantoso sueldo a otros centenares.
Las putas... las dignas
Nadie movió un dedo por esos trabajadores en ese momento. El único acto de repudio del que se tiene registro lo hicieron 5 trabajadores del lupanar "La Catalana". Allí fueron varios soldados a echarse un polvo después de haber saciado su sed de sangre, ellas se negaron a atender a los soldados, gritándoles "asesinos". Osvaldo Bayer ha guardado sus nombres:
  • Consuelo García
  • Ángela Fortunato
  • Amalia Rodríguez
  • María Juliache
  • Maud Foster 
Otros de quienes eran considerados líderes de las revueltas, el "gallego" Soto y el "toscano" Fonte, fugaron a Chile y lograron salvar su vida de milagro. Los periódicos anarquistas La Antorcha y La Protesta, denunciaron sin mucho eco la masacre de obreros y los fusilamientos sumarios. Desde el Gobierno no se avaló oficialmente el accionar de las tropas pero tampoco se las sancionó, más bien hubo un manto de olvido por temor a las consecuencias políticas. 
La Universidad de Avellaneda hizo un útil y atinado mapa que detalla cada una de las masacres y por las cuales aún quedan fosas comunes desparramadas por Santa Cruz, esperando a ser abiertas. 

"He vengado a mis hermanos"

Al año siguiente, en 1923, un anarquista alemán llamado Kurt Wilckens mató a Héctor Benigno Varela, el responsable de la masacre. Había intentado asesinarlo sin suerte en otras oportunidades pero siempre lo encontraba acompañado por otras personas.
Ese día, Varela salió de su residencia sólo y Wilckens le tiró una bomba de percusión que hirió al militar, para luego meterle cuatro balazos (la cantidad de tiros con la que Varela aconsejaba asesinar a los obreros).
el vengador
Wilckens intentó huir, pero una esquirla de la bomba lo había herido a él y rápidamente fue atrapado. Al ser detenido dijo: "He vengado a mis hermanos".
A Beningo Varela lo enterraron con honores de estado, asistieron varios de los políticos más relevantes del momento, además de un ex policía de la Liga Patriótica llamado Ernesto Pérez Millán que trato de agarrarse a piñas con periodistas
"No fue venganza; yo no vi en Varela al insignificante oficial. No, él era todo en la Patagonia: gobierno, juez, verdugo y sepulturero. Intenté herir en él al ídolo desnudo de un sistema criminal. ¡Pero la venganza es indigna de un anarquista! El mañana, nuestro mañana, no afirma rencillas, ni crímenes, ni mentiras; afirma vida, amor, ciencias; trabajemos para apresurar ese día"
Kurt Wilckens 
Un par de meses más tarde, Pérez Millán, el tipo que se había peleado con periodistas durante el entierro, ingresó por la cárcel donde estaba recluido Wilckens y lo mató a balazos mientras dormía.
Tapa de La Protesta, periódico anarquista
Pérez Millán fue declarado inimputable gracias a sus influencias, e internado en un lugar tranquilo y supuestamente seguro hasta que en 1925 fue asesinado de un tiro por Esteban Lucich, un interno con antecedentes homicidas. Como nadie entendía ese asesinato investigaron y terminaron culpando al profesor Germán Boris Wladimirovich, anarquista de origen ruso, autor en 1919 del primer asalto con fines políticos en Argentina.
Wladimirovich fue sometido a un duro interrogatorio pero nunca admitió haber hecho algo que o hizo, y de tanto que le pegaron murió unos meses después.
Censurada
La Patagonia rebelde, película, fue censurada por el peronismo primero, la dictadura luego, y recién sería legal verla a partir de 1984, 10 años después de filmada.

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