La Isla Acorazado

Isla Acorazado, foto de @Ajari
En el sur del archipiélago japonés se encuentra Hashima, también famosa como Gunkanjima, que en idioma local significa Isla Acorazado, porque es lo que parece.

Context

Sobre finales del S XIX se descubrió un yacimiento carbonífero en una pequeña isla de entre las más de 500 que hay sin vida frente a las costas de Nagasaki.
Mitsubishi, que en ese entonces era una empresa básicamente naviera, compró la isla para poder usar el carbón como combustible para sus naves y desde entonces nada sería igual allí
Vista aérea
Conforme vieron que el negocio funcionaba a la isla original se le fueron añadiendo a la isla original una serie de muros exteriores de circunvalación que buscaban proteger a los trabajadores de los habituales tifones de la zona.
Hoy está abandonada

Como el proyecto cada vez era más ambicioso no perdieron oportunidad y comenzaron a ganarle terreno al mar, prácticamente triplicando el tamaño natural de la isla y dibujando un nuevo contorno para la misma. Su rediseño es lo que le generó eso de “isla acorazado”, nombre con el que muchos hoy la conocen.
No pasaron muchos y Mitsubishi construyó varios edificios en la isla, que tendrían la finalidad de dar hogar a los cientos de trabajadores mineros que tenían. 
Menos autos, algo que visto hoy resulta paradójico, la isla tenía la vida de una ciudad normal: escuela, comercios, cine, hospital, bares y una piscina pública, hoy llena de escombros.

Un trato macabro

Durante la segunda guerra mundial, Mitsubishi fabricó armas y aviones para el imperio, al tiempo que los mineros japoneses fueron al campo de batalla.
Como contraparte, el Gobierno Imperial les proporcionó mano de obra esclava traída desde China y Corea, países que Japón ocupó (China parcialmente, claro…) durante esos años.
Ubicación de la isla
La producción anual de carbón siguió aumentando pero lo que también aumentó fueron los casos de abuso y maltrato hacia los mineros. Llegaron a morir más de 1000 esclavos en Hashima. Días sin comer, accidentes ocasionados por la falta de seguridad, enfermedades pulmonares, malnutrición, malos tratos y decenas de suicidios completaron un panorama que hoy alimenta leyendas de fantasmas en los más crédulos visitantes del lugar
Hashima, circa 1930
El pacto macabro de “yo te fabrico armas y vos me das esclavos” terminó junto a la segunda guerra mundial y se saldó con buena parte de Japón destruido y Mitsubishi comenzando a erigirse como el monstruo automotriz que hoy conocemos. La situación fue tan fragrante que la Corporación terminó pidiendo perdón por su pasado esclavista.

La isla con mayor densidad poblacional del mundo

Actualmente el lugar recibe exploradores turísticos. Hace algunos años una película coreana ficcionó una historia bastante verosímil sobre Hashima.
Hoy, además de fabricar autos, la corporación asiática invierte en energía nuclear, laboratorios químicos, satélites y Bancos. 
Hashima durante algunas décadas más siguió activa y llegó a ser la isla más densamente poblada del mundo. Con poco más de un (1) kilómetro cuadrado de tamaño tuvo más de 5000 habitantes. En algunas partes no se podía caminar por el asfalto porque lo único que había era edificios, que se interconectaban con pasarelas, la vida sin pisar la tierra...
La isla se llenó de complejos habitacionales de hasta 7 pisos, que funcionaban como colmenas humanas para los trabajadores que llegaron a meterse a más de un 1 km de profundidad buscando carbón
Las minas hoy están en peligro de derrumbe
Podés pasear digitalmente por la isla acorazada.
A Mitsubishi le quedó el feo antecedente de haber sido una empresa esclavista, mancha que se suma a detalles como que hace poco trucharon cifras de emisión de gases de efecto invernadero en sus vehículos.
Mitsubishi Pajero, hermoso modelo
A mediados de los '70 se fueron los últimos habitantes de la isla, que a comienzos de este siglo fue donada por Mitsubishi, después de haber sido drenada de su valor natural, a la Prefectura de Nagasaki.

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