Tres minutos y treinta y ocho segundos que condensan una amenaza, un latrocinio natural, un collage de ritmos y la admonición de un incendio que no sabemos dónde ni cuándo pero sentimos caminar paso a paso, inundándolo todo, transformando el frío en carbón.
Escama de vidrio, el último single de Marina Fages, profetiza con un aire infantil el game over de una vida multinacional, multipantalla, multimedia y multipass. Entre épica y apocalipsis barroco, el tema cauteriza las heridas que nos dejó abiertas su Canción de Flora, himno del año pasado, pero abre nuevas laceraciones que nos invitan a preguntarnos dónde está la piedra para romper todo esto... o que nos lleve al fondo.
Que nos lleve al fondo, oh
que nos hunda al fondo
sólo queda el fondo...
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