"Que se muera algo que creías inmortal. Hay que hacer ese duelo. Se pierde mucho más que un amor cuando se pierde eso". Charla con Romina Peluffo

Romina Peluffo se movió en el ambiente audiovisual durante muchos años, viene de ese palo y lo conoce al dedillo. Pero con ella vamos a hablar de música, más bien.
En 2018 sorprendió a todos agarrando una guitarra y editando (con la fundamental ayuda de Laura Gutman y Santiago Peralta...) OBSESA; un shot de 10 canciones en las que la melancolía y el western se unen para hablar de amor en clave Beatle.
Como saben, estas charlas son digitales, y se hacen a través de Twitter.

- Hola, @rominapeluffo_  ¿Cómo andás?

- Hola! Muy bien. Contenta de arrancar este diálogo virtual. Gracias por la invitación!

- De nada! Sos poeta, actriz y cantante ¿Te sentís más cómoda en alguno de estos roles o te manejás parecido en todos?

- Son formas de expresión emparentadas pero diferentes. Cantar y actuar tienen en común lo performático. Pero mientras al actuar estoy haciendo de otra persona, cuando canto, como canto mis canciones, me siento más expuesta. Igualmente, tampoco soy del todo yo la del escenario. Otra diferencia es que como yo trabajo en cine, la actuación no tiene el componente del vivo, ese nervio de estar ahí al lado del público. Que sí sucede en el teatro y en los shows, y que es lo que genera esos subidones de adrenalina que están demás (y que son un poco adictivos). Actuar para mí es muy divertido. Ese es el adjetivo que mejor le calza. Es como jugar. Aunque se trata de un juego especial, pues la finalidad última es la exploración de la naturaleza humana, desde un lugar lúdico pero al mismo tiempo muy profundo. Siempre aprendo algo nuevo. Cantar me resulta tremendamente liberador y emocionante. Hay algo con la respiración, no sé... Y además se da una conexión con los otros músicos (si estás tocando con otros músicos) que es muy particular, difícil de explicar. Escribir es bien diferente. Es una actividad solitaria, y a veces pasan cosas raras, ciertos estados de "trance" en los que no sabés muy bien de dónde salen algunas cosas. El tiempo pasa rarísimo y de golpe leés algo que acabás de escribir y decís "yo escribí eso?" Medio creepy. Lo que encaro de la misma manera es el lugar desde el que intento hacer las cosas, que es el de la mayor libertad y la mayor honestidad que puedo. Es algo que persigo activamente. No sobre-pensar, hacerle caso a mi intuición y ser honesta.

Tu disco se llama OBSESA, ¿Sos obsesiva? ¿Tuviste amores obsesivos?

Soy bastante obsesiva, sí. Es algo contra lo que lucho. Tiene un punto de enfermizo que no está bueno. Como una necesidad de tener el control. Creo que ahora estoy mucho mejor que en la época del disco. Sí, seguro. Amores he tenido de varios tipos, pero no sé si los amores son obsesivos. Creo que lo que obsesiona es que las cosas no sean como querés. O como creías que eran. Que se termine algo que creías eterno, que se rompa lo que creías irrompible. Que se muera algo que creías inmortal. Hay que hacer ese duelo. Se pierde mucho más que un amor cuando se pierde eso. 

Teniendo en cuenta que la mayoría de las bandas uno las ve y comenzaron alrededor de los 20 años de edad, resulta llamativo que te hayas pasado de un rubro como la actuación a la música ya estando tan experimentada artísticamente ¿A qué se debe esto, hubo algún punto de quiebre?

En realidad el camino fue un poco más sinuoso. Estudié comunicación y trabajé en el mundo audiovisual durante años, detrás de cámaras. Actuar siempre me gustó, pero lo hacía solo cada tanto, cuando algún amigo me ofrecía algún papel pequeño en alguna película o corto.
La música fue desde siempre un sueño para mí. Estudié flauta dulce y solfeo cuando tenía siete años, me frustré y desde ese momento descarté a la música como un posible camino para mí. Pero lo vivía un poco como un sueño frustrado. Y entonces sobrevino una crisis existencial, detonada por una ruptura amorosa pero que fue bastante más allá. Pasó lo que decía en la respuesta a la pregunta anterior. Se rompió algo muy importante y no volví a ser la misma. Fue un punto muy bajo en mi vida. Mucho dolor y miedo.
Pero lo que no te mata te fortalece, así que cuando pude empezar a salir de ese pozo me encontré con una fuerza, una confianza y una determinación que nunca había tenido. Fue como empezar de cero. Con ese envión de energía me fui a comprar una guitarra y empecé a estudiar. A los dos o tres meses estaba componiendo canciones y ya no pude parar. En el mismo período decidí que quería tomarme la actuación más en serio. Empecé a hacer castings y a filmar todo lo que me apareciera por el camino, y de a poco la actuación fue ocupando más y más espacio en mi vida. Tenía 37 años cuando compré mi primera guitarra. Pero nunca pensé en eso. No me importó la edad. Yo sabía que aún no me había encontrado y no tenía paz. Llevaba años buscando. Y al final encontré el camino y todo se destrabó y empezó a fluir de una manera increíble.
Yo creo que cuando estás donde tenés que estar, haciendo lo que viniste a hacer, todo se acomoda de maneras que parecen mágicas y que no podemos explicar o entender. Pero tampoco es necesario entenderlo todo...

¡Wow! Imagino que Laura Gutman y Santiago Peralta (con quiénes grabaste el disco) fueron importantes en ese proceso de metanoia tan fuerte. ¿Fue así?

Claro! Fueron fundamentales. Sin ellos nada hubiera sido lo mismo. Probablemente ni siquiera hubiera grabado un disco. Laura fue la primera que se copó. Escuchó los primeros demos, grabados por mí en el celular, y creyó que ahí había algo que podía estar bueno. Le mostró las canciones a Santiago y él también se entusiasmó. Empezamos a juntarnos sin saber muy bien qué íbamos a hacer y de a poco se fue forjando la idea de grabar un disco. El proceso fue hermoso y muy enriquecedor para mí. Ellos me ofrecieron su tiempo, su trabajo, sus enormes y múltiples talentos y sobre todo su confianza. Para mí es un honor que me hayan apadrinado, digamos, y poder tocar con ellos. Siempre pienso que algo debo haber hecho bien en otra vida para que me haya tocado esta suerte...

¡Qué hermoso! ¿Se viene otro disco?

Oh, yeah!

Opa! En OBSESA noto algo audiovisual en la parte de imagen. Por ejemplo, parecería haber cierta continuidad entre estas imágenes, dan la impresión de ser dos fotos en distinto angulo de un mismo momento. ¿Lo pensaste así? ¿Forma parte de tu obra?


Es probable que algo de la formación y la experiencia en el mundo audiovisual se haya "colado" en el proyecto musical sin que me diera cuenta del todo. Alguien me dijo hace poco que mis canciones le parecían como pequeñas películas. Eso no es algo que yo haya pensado.Pero sí hubo un trabajo en el diseño de arte del disco, que hicimos en conjunto con Alejandro Mazza y Santiago Guidotti (fotógrafo y diseñador respectivamente). Yo sabía que quería un retrato para la tapa del disco. Y que el rojo fuera el color protagonista.Buscamos generar un cierto "relato" que enmarcara esa foto de la tapa. Además de la que terminó siendo la portada, sacamos un montón de fotos más, que se pensaron para difusión y que sí, son parte de una misma secuencia. El concepto es un poco abstracto, pero como la foto de portada es un retrato mirando a cámara, se establece una lógica de presentación, digamos. Sobre todo porque se trata de un debut. Es mi primer disco y era un poco como decir "Hola, esta soy yo, y estas son mis canciones". En la edición física hay una serie de fotos que agrega una vuelta más a estas dos que oportunamente señalaste (que son la tapa y la contratapa). En esas aparece mi gato, que fue absolutamente un capricho, porque quería que apareciera, y los gustos hay que dárselos en vida. ¿O no?



Un gusto en vida y uno muy merecido. Tremendo disco. Precioso el millo. La última: El sábado (15 de febrero) tocás con Garo Arakelián en Piriápolis, ¿qué podemos esperar?

Ups! Lo publiqué en Facebook y en Instagram, pero olvidé esta pobre y furibunda red social... Decidimos posponer la fecha y re-programarla más adelante, porque este fin de semana hay una carrera multitudinaria en Piriápolis y va a estar imposible el acceso. ¡Pronto informaremos!

Bueno. ¡Ya saben! Gracias por la charla, Romi. Sos muy crack. Y esperamos ese nuevo disco con ansias.

Gracias a vos! Estuvo buenísimo. Y encima aprendí una nueva palabra: "metanoia". Tuve que buscarla porque no la conocía. Yo también espero el disco con ansias, ja. Abrazo y ¡hasta la próxima!






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