carta a un amigo desahuciado

desde el borde de la nube de humo contemplo

como te vas deshilachando, hebra por hebra

puedo sin ninguna dificultad apreciar las estrías en tu cabeza

siento cada gramo del peso de tu cuerpo

pesando sobre mí como un féretro

bajo sólo para tomar algo helado

trato de no dirigirte la palabra para no oír temblar tu voz

te veo hundirte en el túnel

sin aire, luz ni sonido

simplemente te estás yendo

la raya que separa los líquidos en tu mente se borró

todo colisiona caóticamente

vas persiguiendo un final que ves venir en medio del páramo que creaste

ya te empujé mil veces

te sacudí cuanto pude

no cambiás la sintonía

no querés ver que cambiar es lo único que puede salvarte

caminás por las calles sin sentir como el pavimento va mutando

respirás los días sin saber que viene la noche

es bastante probable que no lo quieras entender

que sientas que esto no es una más que un delirio

pero si no te parás y peleás

si permitís que tu vida te siga dominando

te vas a disolver

como azúcar en agua podrida