dale bobo
Le está diciendo "dale bobo", me dice un amigo.
Y la verdad que sí; hay un indisciplinado gesto propio de alguien con barrio, con esquina y mostrador. Hay una supremacía moral y estética en el acto del informe Marcelo "pato" Sosa que da por tierra con la impávida vanidad del tipo que, independientemente de lo talentoso que puede ser para algo, tiene un carácter innecesariamente arrogante y frívolo.
Dale bobo es dejá de mirar televisión, por favor. Dale bobo es no importa tanto mirarte a un espejo, narcicista del orto. Dale bobo es que tampoco es necesario fingir una empatía que no sentís, realmente, pero sin usarlo como excusa para que todos tus más infames prejuicios salten a flote. Dale bobo es "entre fantasmas no nos vamos a pisar las sábanas". Dale bobo es que ahora vos sabés que yo sé que vos en realidad, no sabés.
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