Srce Pojdel y el amor


Un cuadernillo con casi todas sus hojas anegadas en humedad fue encontrado en un recoveco bajo el piso de la casa del autor balcánico cerca del estrecho de los Dardanelos. Algunas palabras resultaron ilegibles, pero un equipo de estudiantes avanzados de L'Università di Torino pudieron recomponer fragmentos de un capítulo de las ideas de Srce Pojdel, párrafo raramente dedicado al "amor", temática poco frecuente en un autor más bien político. Repasemos un poco los conceptos:

"Bajo la sombra de los liquidambar eludiendo la vida de imitación que nos hemos comprado. Nos acompañamos peligrosamente, evitando aplazar lo único relevante, que es el anhelo de no sabernos acompañados (la distracción es el fin del amor)." 

Al margen: “Todos los encuentros íntimos son una experiencia libre de tecnología” y "Amor y silencio son sinónimos". 

Luego, Pojdel se anima a realizar una especie de decálogo amatorio, donde indica:
“No se permitirá el uso de tecnología, aparatos mecánicos u otros dispositivos que intervengan en la experiencia de amar a otro ser vivo. La esperanza es disfrutar de la experiencia y estar presentes en el momento. A través del amor encontramos un fundamento al sin sentido y un grito a que algo pueda no importarnos."
También, el autor se hizo espacio para citas frenéticas como la que reza que "Sin amor La mitomanía silenciosa en que vivimos sería ensordecedora". Los traductores no incluyeron en su informe los párrafos en los que alguna palabra dejaba dudas, por eso es que lo que podemos conocer del texto tiene ciertas limitaciones. En una de las última páginas del cuadernillo fue encontrado un extraño poema, manuscrito, y con algunas oraciones escritas formando un círculo. El texto es este:
Oigo a un dúo de búhos cantar 
dementes en plena oscuridad y 
me parece una manera maravillosa 
de dignificar este jueves rocoso.

Nos persigue la luz, nos mancha 
como solo manchan las cosas más puras,
olvidando que existen, 
dejando su aroma sobre el tiempo.

Hay algo frágil en el aire; como si la luna suspirara.
Somos débiles, comprobarlo es una dolorosa 
cuestión de tiempo.
Para maravilla que te sepan leer hasta lo no escrito.

Qué bello y qué miedo 
que alguien pueda leerte adentro.
El quebrantamiento te hace fuerte 
y el padecimiento, humano. 

No cambiaré,
Yo no escribo, me delato.
Se puede amar a quien no quiere ser amado, 
Pero cansa.

Mudos frente al mar esperando que amanezca.
El sol, el café, néctar exótico, 
las olas del mar tranquilas besando la orilla.
Los silencios hacen callos.

Quiero pensar que será para siempre cada vez
¿Por qué me gusta besar?, si todo en ello es feo. 
Un monstruo de dos cabezas y lenguas de calamar 
que respira agitado, 

Hacemos ruidos de saliva 
y se deforman las facciones como una cara contra un cristal.
Flotar en el mar. A solas sin sentir nada, me hace serlo todo.
Creo en lo salvaje acariciado... (por eso escribo. por eso pienso)

Las llamas no me queman, ya soy de ceniza
Hacer cosas perpetúa la vida
Del silencio aprendí a decir más cosas con menos palabras. 
Pero tener culpables no soluciona nada.

Esa gente que se queda a tu lado sin hacer ruido
Ya no extraño a algunas personas. 
Extraño el sentimiento que había dentro de mí para ellas.
Funcionar. Qué verbo más extraño.

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