Manual para ser de ultra derecha

Sobre la explicitación: No decir que se es de derecha. Este punto es fundamental, no por nada va en primer lugar. En este mundo posmoderno, lleno de comunismo, terroristas y pobres que te envidian, decir que uno es de derecha está mal. Si lo dice así nomás, a los cuatro vientos y como si nada, seguramente será condenado por toda ese grupo de comunistas y asesinos que quieren lavarle el cerebro con ideas raras y malas. Si a usted le preguntan si es de derecha o de izquierda, lo que debe responder es “derechas y izquierdas son cosas que ya no tienen validez, son ideas viejas y pasadas de moda. Ahora solo hay que pensar en un mundo en el que todos emparejemos para arriba”. De esa forma vas a maquillar bastante tu ideología política, y hasta podrás parecer un ser altruista.

Ídolos:

Usted tiene un problema. Ninguno de los ídolos que usted pueda mencionar es algo más que un político más. A ver, por ejemplo: la familia Pinochet, la familia Borbaberry, la familia Bush, la familia Lacalle, la familia Reagan, la familia Fujimori, la familia Menem, todos son políticos como usted bien sabe. Luego tenemos casos puntuales, decir nombre como el Generalísimo Francisco Franco, el libertador paraguayo Alfredo Stroessner, o el incorruptible Silvio Berlusconi. A nivel local usted nunca debe dejar de rendir veneración a los héroes de la patria Jorge Batlle y Julio María Sanguinetti, solo por nombrar algunos. El único músico plausible de ser nombrado por usted como icono de la ultraderecha es Palito Ortega, y no es un músico propiamente dicho, sino que más bien es un muñeco de torta edulcorado que finge cantar marchas militares subliminales. Después de todo, usted no tiene la culpa de que todos los grandes músicos y artistas de toda la historia del planeta hayan sido una manga de bolches malditos.
Sin embargo, como bien apunta nuestro corresponsal Alechupv, Carve es parte esencial de la vida de un ultramarino sobreviviente de ultra derecha. Esa es su radio compañera, es la radio que le da ánimo siempre, su símil de lo que es la 36 para los tupas malditos.

Amenazas: como buen partidario de derechas que usted está por ser, tiene que saber que múltiples amenazas estarán esperando para agredirlo y hacerlo cambiar de parecer político. Pasamos a enumerar algunas de ellas:
Cuba: El ché Guevara, Fidel Castro y todos esos terroristas quieren robarle sus hijos. Ellos tienen un plan de dominación mundial y usan las industrias culturales para lavarle el cerebro a sus hijos, la finalidad del plan es terminar por robarle sus hijos, convertirlos al comunismo, hacerlos terroristas y enseñarles a tocar la guitarra. Si partido de izquierda gana una elección en su país, sus hijos serán llevados a Cuba o a la URSS (que no desapareció, es todo una mentira para que usted baje la guardia) y serán prohibidos los microondas, teléfonos celulares y la Coca Cola.
Los pobres: son como una enfermedad y se propagan con velocidad increíble. Hoy usted tiene una vida placentera, hermosa y alegre, respaldado en el beneplácito del capitalismo internacional que le permite a usted disfrutar de una apacible tarde en la ciudad en compañía de su familia ultraderechista. Pero mañana, cuando el comunismo dé un golpe de estado, su vida llena de adelantos y ventajas pasará repentinamente a la pobreza. los comunistas quieren que todos seamos pobres. En Cuba y en la URSS son todos pobres, y eso es porque ellos quieren que todos sean pobres. Por suerte EEUU ha llevado adelante un gigantesco y monumental embargo comercial contra Cuba, producto del cual la isla caribeña puede sobrevivir sin que todos se mueran de hambre por las deficiencias en el manejo económico de los corruptos terroristas sandungueros. Si ve un pobre, déle con un bate de baseball, es la forma más segura de evitar que se reproduzca.
Los gays: hay una comunidad internacional de gays preparando una invasión a su país para convertirlos a usted y sus seres queridos y decentes en degenerados homosexuales que van a tener mucho SIDA y demás enfermedades que, como sabemos, provienen por la enfermedad de ser marica.
Los sindicalistas: son uno de los puntos más peligrosos de la sociedad actual. Los sindicalistas lo quieren matar a usted y su familia. Quieren robarle su casa y usarla para drogarse y hacer orgías indecentes. Quieren robarle su auto para irse a fumar el porro y la mariguana al Cabo en Polonio. Si ve un sindicalista, tírele insecticida. Que muera como lo que es, un pútrido insecto sucio y malvado.
Su ideología: hay una serie de consignas que usted debe comenzar a defender, si es que aún no lo ha hecho. Ahora le detallamos algunas:

¡Bajen la edad de los menores! Con ese título se resume una postura sociológica basada en un sesudo estudio sociológico. Los ladrones son todos jóvenes, y por lo general comunistas y pobres. Hay que bajar la edad en que esos menores pueden ser metidos en una lata de sardinas, en la cual se los puede reeducar para que mueran comidos por las moscas bañados en propio orín dentro de una de las cárceles uruguayas. Porque ellos son los ladrones y usted es el que vive entre rejas. Porque la problemática de la delincuencia juvenil amerita mano dura ya mismo. Y como todos sabemos. Cuanto más niño metemos preso, más seguros estamos todos. Y sobre todo si los presos son niños pobres, porque los pobres sin deshonestos. Ellos, tarde o temprano van a terminar robándolo a usted. Que es un ser bueno, honesto y educado. Los pobres eligen no ser educados, eligen ser pobres, no trabajar y ser ladrones. Claro que sí. Y además de eso, los pobres son los que hacen que el país esté como está, porque ellos chupan de la teta del estado con esas millonarias subvenciones de tres mil pesos ¡qué injusticia! Tres mil pesos por nada, y encima nos roban a nosotros, los buenos y honrados. Está claro este país está así por los pobres y no, como dicen los comunistas, que a causa de que el país está así es que hay pobres. Repetimos: si ve un pobre, déle con bate de baseball.
Devuelvan la bandera de los 33: los tupas, malditos, locos y enfermos; robaron una bandera que para usted y su comunidad es esencial, días, noches, semanas, meses han pasado con llanto desmedido por la ausencia de un hermoso trapo que es lo único que queda de una vieja bandera que alguna vez fue algo para alguien. Y eso para usted es fundamental, no hay democracia sin bandera. Tupas malditos, la deben estar usando para limpiar los libros de Marx y eso… qué indignidad.

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