La delirante historia de Fordlandia

¿Sabías que la Ford construyó una ciudad industrial emulando la american way of life versión Brasil? Vamos a conocer Fordlandia
La vida no es una línea de montaje

Context

Brasil, 1930. La crisis del ‘29 licuó las exportaciones norteñas (de las cuales el 70% eran café) y tras algunos idas y vueltas en cuestión de meses puso en el poder a Getulio Vargas, quien lideró una dictadura con enfoque laborista e industrial
Getulio Vargas
La historia brasileña no podría ser explicada sin mencionar Vargas. Este momento político es conocido como la Revolución de 1930, y marca el fin de la llamada República Velha y el comienzo de un proceso de modernización en el que se acentuó la pérdida de valores democráticos que ya adolecía el gigante sudamericano. 

Árboles que lloran

El caucho es una emulsión blanca que se consigue de la seringueira (Hevea brasilensis por su nombre científico), un árbol abundante en territorio amazónico y muy utilizado por las tribus locales mucho antes de la llegada de los europeos. De hecho, la palabra "caucho" se deriva de la voz nativa: "cautchouc" y significa "árbol que llora", lo que la seringueira literalmente hace: llorar caucho
El llanto de la seringueira 

La producción cauchera de Brasil bajó abruptamente durante los primeros 30 años del Siglo XX. En el 1900 el 95% del caucho mundial salía del Amazonas, para 1928 el guarismo era inferior al 3% de la demanda global. Esa producción durante finales del S XIX y comienzos del XX fue tan fuerte en Brasil como para que la ciudad de Manaos se transforme literalmente un fastuoso imperio traccionado a caucho, pasando de ser un pueblo pobre a una urbe con montón de lujos faraónicos totalmente a contrapelo de la sociedad de época. 

Inglés = Pirata

El culpable de que Brasil deje de ser el productor mundial número 1 de caucho fue un inglés llamado Henry Wickham, al cual después de sus servicios para la corona británica le dieron el título de "Sir". Henry fue un biopirata que se robó cientos de semillas de Hevea brasilensis, que luego los ingleses plantaron en sus colonias en Asia... 
Durante más de un año este "Sir" recolectó en secreto semillas de esos árboles y las contrabandeó, más de 70.000 mil, muchas de ellas hoy expuestas en museos ingleses. Con eso premeditó el hundimiento de la primacía comercial de Manaos sobre el caucho e hizo que la ciudad entre en decadencia.
Este preciado material con el que se fabricaban neumáticos, mangueras, válvulas y otros implementos fundamentales para la industria automotriz, comenzó a ser controlado por europeos gracias a sus colonias en Malasia, Ceilán y Birmania. Otro importante productor fue el Estado Libre del Congo, regido entonces por el salvaje Leopoldo II de Bélgica, uno de los criminales más grandes de la historia.

My Own Private Amazonia

1927, el entonces hombre más rico del mundo, el estadounidense Henry Ford, tenía un problema: La Ford consumía 1/4 del caucho mundial, pero se lo tenía que comprar a los productores europeos. Por eso eligió armar su propia plantación, para desarrollar su proyecto evaluó locaciones en Panamá, Colombia, África y Asia pero finalmente optó por levantar una ciudad norteamericana utópica en medio de la selva Amazónica. Ford además fue el creador de la línea de montaje, un modelo industrial que aceleró tiempos y estandarizó los procesos de producción. Un modelo de producción que se volvió Ismo: el fordismo.
Ford-Land, por su nombre en inglés
El Gobierno brasileño le dio varios acrés de tierra en Pará, al norte de Brasil, a orillas del río Tapajós, caudaloso afluente del Amazonas. Ford se comprometió a dejarles un 10% aprox. de su ganancia productiva, además de emplear a nativos locales. 
Personaje complejo Ford, manejaba también un periódico en el que solía firmar editoriales antisindicalistas y antisemitas. Tan antisemita fue que en un párrafo de Mi Lucha, Hitler tira algún concepto elogioso sobre él, a quien consideraba "independiente del poder judío que manejaba Wall Street". 
Ford, rabioso antisemita
Este fanatismo explica por qué la Ford crecería tanto entre 1938 /43 en la Alemania nazi. Además, Ford era un gran lobbista, movió influencias para evitar que EEUU se meta en la guerra, y por estos servicios fue condecorado con la gran Cruz del Águila alemana, máximo honor nazi a extranjeros. 
Volviendo a Brasil, Ford fue la primer marca automotor en llegar al país, donde estarían durante más de 100 años hasta que llegó la única cosa capaz de destruir algo tan poderoso: Bolsonaro. Fordlandia, su proyecto megalómano, era un típico pueblito yanqui colocado artificialmente en medio de la selva. A la vera de un Río fundaron una ciudad con bocas de incendio, cine, casita de baile, escuelas, viviendas prefabricadas, piscina, generadores, aserradero, restoranes, hospital público y casa municipal.
“De un lado, veías al industrial que había perfeccionado las líneas de montaje y dividido el proceso de fabricación en componentes cada vez más simples. Del otro lado, estaba la famosa cuenca del Amazonas, abarcando nueve países, un tercio de Sudamérica, un lugar salvaje y diverso”, describe el historiador estadounidense Greg Grandin en su libro “Fordlandia: Ascensión y caída de la ciudad olvidada de Henry Ford en la selva”.
Línea de Montaje
Además, Ford exportó la American Way of Life, un combo cultural que llevó la ley seca (estuvo vigente hasta 1933 en EE.UU.) a Brasil, y que además prohibió el tabaco y trató que nativos brasileños se adapten a los horarios y jornadas laborales norteamericanas, además de cambiarles la dieta por una más estadounidense.

Utopía male sal

Los intentos de producir caucho no terminaron de cuajar porque el método de producción elegido ignoró factores climáticos y de biodiversidad que eran fundamentales para la producción de caucho: no alcanzaba con tirar semillas en fila. 
La naturaleza "sabe" hacer cosas que el humano no
Los ejecutivos de Ford crearon un plan de campos de monocultivos con todas las Heveas en fila una tras otra como si fuese una cuadrícula de árboles. Tan pronto como un (1) árbol enfermó con un hongo parásito, las esporas se expandieron de inmediato a todos los demás sin que exista ninguna barrera biológica.
Para cuando estaba terminando la Segunda Guerra Mundial la guerra contra los hongos que se comían los árboles de caucho en Fordlandia se había vuelto una agónica batalla en la que nunca se derrotaba al enemigo. Además, desde la década del `30 la competencia del caucho tuvo a un nuevo y más barato competidor: el caucho sintético. 
Como si todo esto fuera poco, al terminar la Segunda GM cientos de plantaciones asiáticas de caucho fueron quitadas al derrotado imperio japonés. Fordlandia entró progresiva pero rápidamente en crisis. Un empleado de la compañía se ahogó en el Tapajós durante una tormenta, otro hizo las maletas después de que las fiebres tropicales mataron a sus tres hijos

Brasil para los brasileños

La "isla de la inocencia", una isla amazónica que tenía un bar y un prostíbulo clandestinos, no daba abasto y recibía oleadas de empleados de la Compañía, que ya no soportaban la cultura puritana estadounidense.
Ford nunca llegó a pisar Fordlandia

Para complicarla más, Ford siguió su política rancia de nunca negociar con los sindicatos, redujo beneficios a sus trabajadores tras escandalizarse porque se iban de juerga durante su tiempo libre en vez de quedarse jugando al golf en su urbe. 
Fue cuestión de tiempo solamente para que un mediodía de 1945 durante el almuerzo los trabajadores griten "Brasil para los brasileños, maten a todos los americanos" y comenzarán un enorme desmán en el que destruyeron buena parte de las instalaciones del lugar. 
1000 trabajadores arremetieron contra todo. Destruyeron los relojes para fichar, cortaron la electricidad del lugar y cantaron durante todo el día para reclamar por estar cansados de comer espinaca... querían tabaco, cachaça, porotos y arroz, esos eran sus reclamos principales. Que se les respete su cultura. No era la primera vez que los trabajadores se quejaban pero sí sería la última. En 1930 habían protagonizado una rebelión que hizo que los directivos de Ford escapen en barco río adentro. En esa oportunidad contaron con la complicidad del Gobierno, que sofocó el riot con los militares.
Ubicación de Fordlandia

La selva amazónica fagocitó el Winding Brook Golf Course, un campo de Golf que nunca pudo transformar los hábitos de los nativos locales. 
Además, inundaciones destruyeron el cementerio local dejando cruces por todas partes y el hospital, diseñado por el aclamado Albert Kahn fue desvalijado por saqueadores que en distintos momentos visitaron la ciudad, una vez que la misma fue abandonada.
“Los estadounidenses no sabían nada sobre el caucho, pero sabían construir cosas que perduran”, sentenció un poblador actual para la BBC.
Somos lo que hacemos en nuestro tiempo libre

El día después

Hoy muchas de las casas prefabricadas que fueron levantadas en Fordlandia están ocupadas por familias que hace décadas viven en el lugar. Otros de los ocupantes son los hijos de quienes durante esos años trabajaron en este engendro del capitalismo.
Libro de Greg Grandin

“Ford, el hombre que al comienzo de la década de 1910 ayudó a liberar el poder de la industrialización para revolucionar las relaciones humanas, pasó la mayor parte de su vida intentando meter al genio de nuevo dentro de la botella, para contener la ruptura que él mismo provocó, solo para vivir inevitablemente frustrado”, escribió Greg Grandin en su libro sobre esta ciudad derrotada por la Selva. 
Casi como una metáfora de la arrogancia de querer colonizar cultura y hábitos en el extranjero, lo que quedó mejor conservado de la vieja Fordlandia fue la iglesia, cuidaba con celo por los fieles locales. 
A Ford tenemos que agradecerle todo este delirio prohibiocionista-productivo porque le sirvió como inspiración al intelectual británico Aldous Huxley para crear su obra más famosa: Un mundo feliz (Brave new world). 
En menos de seis meses, Huxley regurgitó esta profética y feroz diatriba metafórica en la que imaginó una ciudad sin pobreza ni guerras, en la que sus habitantes viven entumecidos en una sociedad de castas sociolaborales con estricto sistema, que incluía selección genética, lavados de cerebro y el Soma, una poderosa droga que los mantenía felices y distraídos
Ford T
En esta distopía se habla todo el tiempo del apellido Ford. Interjecciones sagradas como "¡Oh my Ford!", santidades como "Su Fordería" o un curioso calendario que comienza con 1908 como año cero, el año de fabricación del primer Ford T. Incluso se habla de A. F. (antes de Ford) y d.F. (después de Ford) en este libro.

Comentarios

También podés leer