Divina TV Führer

Las ciencias de la comunicación han desarrollado varias teorías que cuestionan la influencia de la televisión como formato informativo en las sociedades occidentales posmodernas. A continuación, la idioteca repasa algunas de las teorías más destacadas:

1. Teoría del Cultivo, de George Gerbner

Premisa: La televisión tiene un efecto a largo plazo sobre las percepciones del mundo de los espectadores, cultivando una visión de la realidad que refleja los contenidos dominantes transmitidos por la TV. 
Crítica: En las sociedades posmodernas, esta teoría sugiere que la televisión homogeniza las percepciones y valores, desdibujando la realidad y promoviendo una visión sesgada que refuerza el status quo y las estructuras de poder, generando un círculo vicioso de poder-comunicación endógeno del cual es complejo poder salir.

2. Teoría de la Agenda-Setting, de McCombs y Shaw

Premisa: La televisión no dice a las personas qué pensar, sino sobre qué pensar, al destacar ciertos temas y relegar otros. Se pone el énfasis donde se quiere distraer para luego dar una sensación de libertad de opinión cuando ésta en realidad fue cercenada. 
Crítica: En las sociedades posmodernas, la TV contribuye a la construcción de una agenda mediática que no refleja necesariamente los intereses o necesidades de la ciudadanía, sino las prioridades de las élites políticas y económicas.

3. Teoría de la Espiral del Silencio, de Elisabeth Noelle-Neumann

Premisa: Las personas tienden a permanecer en silencio cuando creen que su opinión es minoritaria, lo que refuerza las opiniones percibidas como mayoritarias.
Crítica: La TV, al presentar ciertas opiniones como dominantes, puede silenciar voces disidentes, reduciendo la pluralidad y contribuyendo a la conformidad social en las sociedades posmodernas.

4. Teoría Crítica, de la "Escuela de Frankfurt"

Premisa: Todos los medios de comunicación, televisión includia, son instrumentos de control ideológico ubicada en lo que vendría a ser la superestructura marxista; perpetúan estructuras de dominación en una sociedad en conflicto.
Crítica: Desde esta perspectiva, la TV en las sociedades posmodernas es vista como un medio que refuerza el consumismo, la alienación y la pasividad, en lugar de promover la crítica y el cambio social.

5. Teoría de la Posverdad

Premisa: En la era de la posverdad, los hechos objetivos son menos influyentes que las emociones y creencias personales en la formación de la opinión pública.
Crítica: La televisión, al priorizar la espectacularización y el entretenimiento sobre el rigor informativo, contribuye a la diseminación de desinformación y al debilitamiento del discurso racional en las sociedades posmodernas.

6. Teoría del Espectáculo, de Guy Debord

Premisa: La sociedad moderna ha sido transformada por la "sociedad del espectáculo", donde la representación mediática se convierte en una forma dominante de interacción social, por encima de otro tipo de representaciones políticas.
Crítica: La televisión, como principal vehículo del espectáculo, trivializa la política, mercantiliza las relaciones humanas y promueve una cultura superficial en las sociedades posmodernas.

7. Teoría del Hiperrealismo, de Jean Baudrillard

Premisa: En la sociedad posmoderna, los medios, sobre todo la TV, producen simulacros: representaciones que ya no refieren a una realidad, sino a una realidad hiperreal, una narrativa llena de pies de página que deforman los acontecimientos.
Crítica: La televisión crea una "realidad" artificial donde las fronteras entre lo real y lo ficticio se desvanecen, afectando la capacidad de los individuos para discernir la verdad en las sociedades posmodernas.

8. Teoría de la Narrativa Mediática, de Walter Fisher

Premisa: Los seres humanos son más persuasivos por las historias que por los argumentos lógicos.
Crítica: La televisión, al priorizar la narrativa emocional sobre el análisis crítico, puede moldear la opinión pública en las sociedades posmodernas de manera más efectiva, pero también más manipuladora.

Estas teorías critican la influencia de la televisión en las sociedades posmodernas, resaltando su papel en la formación de percepciones, la construcción de realidades y el control ideológico, cuestionando así su capacidad para informar de manera equilibrada y objetiva