in memoriam Alberto Fujimori

Esta es la historia de un tipo que orquestó asesinatos, secuestros y castraciones químicas a indígenas y en estos días pasó (sin dudas) a mejor vida; les presento a Alberto Fujimori

Context

La historia oficial cuenta que “el chino” sacó a su país de una hiperinflación bestial y derrotó al grupo comunista-terrorista Sendero Luminoso para así pacificar un país asolado por un conflicto armado que llevaba décadas. 
Además te lo van a mostrar como el Presidente peruano que gobernó entre 1990 y 2000, aunque a veces no comenten –o lo hagan soslayadamente- que si tenía que dar un autogolpe de Estado lo hacía. 

De hecho, lo hizo 

Y es que cuando sus planes de matar de hambre al puebloausteridad” y “shock económico”  se topaban con los difusos límites del parlamento, Fujimori gobernaba por decreto
Tanques a la calle
A punto tal que en el otoño de 1992 se dio un autogolpe de Estado para tener el poder junto con el Ejército, sin Congreso y con el Poder Judicial intervenido militarmente.
En 1993 metió presos a los líderes de Sendero Luminoso, un grupo guerrillero que 
durante más de 20 años mató no se sabe cuánta gente en Perú, y cuando digo “no se sabe” es literal. Las estimaciones más suaves hablan de 20.000 víctimas de estos enajenados.
La cúpula de Sendero Luminoso
Ni hablemos de la cantidad de heridos y desplazados que generaron. Fujimori descabezó la orga y al hacerlo fortaleció su primer gobierno, que ya podía ser considerado como cívico-militar y había comenzó como una democracia pero terminaba como una dictadura. Pero es importante ver que el contexto en el cual se desenvolvió buena parte de su ascenso y fortalecimiento en el poder tuvo que ver con haber enfrentado a este grupo terrorista. 
En 1996 un escuadrón del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru secuestró a unas 800 personas que estaban en una gala en la casa del embajador de Japón en Perú, celebraban el cumpleaños del Emperador Akihito
Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) en pleno secuestro
La mayoría de esos secuestrados fue liberada, sin saberlo dejaron ir a la mismísima madre de Fujimori. Más de 70 personas quedaron secuestradas por estos terroristas durante más de 4 meses. 
Todo terminó con una operación militar televisada y comandada por el propio Presidente. Sólo murió un rehén, mataron más de 10 secuestradores y un par de miembros del escuadrón de rescate murió también.

Héroe villano

No todos fueron éxitos en su lucha contra Sendero Luminoso: en 1991 un escuadrón paramilitar que años más tarde sería identificado como orquestado por él mismo, asesinó a sangre fría a más de 10 civiles sospechados de pertenecer al grupo terrorista

Entre las víctimas había un niño de 8 años de edad, tal vez un poco joven para el terrorismo, tal vez un poco joven para morir. 
Pero no fue el único crimen de Lesa Humanidad de su gestión. Al año siguiente hizo lo mismo pero en una Universidad. El Grupo Colina (la AAA peruana, a las órdenes de Alberto según fallos judiciales) atacó la Universidad de la Cantuta, secuestrando y desapareciendo a un docente y 9 estudiantes, siempre con el cuentito del terrorismo, que era real en otros casos pero bajo ningún concepto justificaba semejante atropello jurídico y humano. Esa es la complejidad de Fujimori, más o menos la misma que se puede ver con el período dictatorial de (como mínimo) el Río de la Plata por los años 70 / 80`s.  

Además, coordinó los secuestros del periodista Gustavo Gorriti y del empresario Samuel Dyer, también durante en 1992. Por ambas masacres Fujimori fue condenado, indultado y vuelto a condenar, ya que tiene el infausto récord de haber sido el primer exmandatario constitucional de América Latina juzgado y sentenciado en su propio país por crímenes de lesa humanidad. 

Limpieza étnica

De todos sus crímenes, seguramente el más aberrante sea la limpieza étnica que organizó entre 1996 y 2001, desarrollada a través plan de esterilización forzada para miles de mujeres andinas pertenecientes a comunidades indígenas quechua y familias de pocos recursos. 
Este plan de eugenesia social que bien podría haberse llamado “termine con la pobreza, cómase a un pobre” incluía documentos capciosos firmados por sus víctimas, quienes más adelante denunciaron haber sido engañadas
Durante más de 20 años la Fiscalía peruana investigó estos crímenes, llegando a presentar acusaciones penales contra esta especie de Nazi no declarado que pretendía purificar la raza. Y es que la eugenesia tiene larga data en Perú, donde la bibliografía enraíza hasta comienzos del S XX. 
Se estima que más de 200 mil mujeres fueron esterilizadas y otros tantos 20 mil peruanos corrieron la misma suerte. Miles de ellos denunciaron haber sido engañados, les decían que les darían alimentos a cambio de un estudio médico y les hacían eso. Incluso hubo víctimas, como María Mamérita Mestanza Chávez, quien murió por negligencia médica después de una esterilización a la que accedió bajo amenaza de que la mandarían presa. Ligaron sus trompas, tuvo complicaciones y nadie la atendió.

Los Vladivídeos y la caída

Otro asunto, un detalle a esta altura, de su extensa gestión fue que modificó la Constitución para habilitar una segunda reelección y luego usó un vacío legal en ella para presentarse a una tercera, tratando de eternizarse en el poder. 
La Democracia tiene esas cosas maravillosas que hicieron que este subnormal señor sea reelecto por tercera vez, el 28 de mayo de 2000, sin rival – Alejandro Toledo, que tuvo 40% de votos, se bajó - y sin observadores internacionales.
Montesinos y Fujimori
Ese último período suyo duró poco debido a un escándalo de corrupción protagonizado por Vladimiro Montesinos, jefe del Servicio de Inteligencia y mano derecha de Alberto. Un video lo mostraba entregando dinero a un congresista de la oposición a cambio de unos votos. De inmediato recibió título “Vladivideo”, y se llevó puesto al Presidente.

Fujimori aprovechó un viaje que tenía para participar en cumbres presidenciales en Brunéi y Panamá para luego escaparse a Japón, desde donde renunció a la Presidencia del país además de recibir la nacionalidad en poco tiempo.
Todo esto en un país con una institucionalidad política totalmente debilitada, en buena parte debido a una ley que impide a los parlamentarios repetir período de gobierno. Eso cartelizó los partidos políticos, que quedaron a merced de golpes de billetera y sin estabilidad en los procesos legislativos habituales en una democracia.
Tras varios idas y vueltas, y en buena parte debido a su obsesión con el poder (que lo llevó indefectiblemente a volver a intentar ser Presidente de su país) en 2009 Fujimori finalmente recibió condena en Lima: 25 años en prisión. 
Como siempre pasa con esta gente poderosa, no cumplió ni la mitad de su condena y fue indultado. El entonces presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski (PPK).
Lindo nene PPK
PPK, primo del creador de la “Nouvelle Vague”, el cineasta suizo-francés Jean-Luc Godard, no tuvo demasiadas artes durante su breve gobierno y terminó destituido por el Congreso en medio del escándalo internacional de Odebrecht
Luego aparecieron más vídeos, esta vez mostrando intentos de diputados fujimoristas de compra de abstenciones en votos del parlamento para que PPK sea destituido, pero todo eso es ya entrar en un terreno que no integra lo relativo a este post. Solamente decirles que Alberto murió, pero todavía tenemos a Keiko, su hija, dando vueltas, y así será por un buen rato, seguramente...

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