Que pase el que sigue


Un nuevo enjuiciamiento a punta de revólver.
Hay un detalle ahora, ya que tuvieron la mínima precación de filmar al “tirano” mediático de turno mientras agonizaba y pedía por su vida, como para que la gilada se regodee gozando por la extinción de “una amenaza más”
Cuando la muerte de Bin Laden “el cuerpo fue tirado al mar”, es así que la amenaza es desasimilada de su presencia física. Es un humo sinuoso que nos rodeó por años, un rumor: Osama.
Ahora estamos delante de una imagen agonizante, decadente, que se arrastra. Héroes autoerigidos felicitan el crimen sin juicio porque opinan como quienes matan, si mañana esas mismas personas matan a cualquier otro (Aznar, Sarkozy, Berlusconi, Cameron, Bush o tantos otros que bien nos haría ni tener que ver) estaríamos hablando de un crimen a sangre fría, de justicia por mano propia (y no de “ajusticiamiento” como los titulares de los portales y diarios dicen) o de asesinato salvaje.
La cuestión no está en si x señor es o no un criminal, la cuestión está en si la condena deben elegirla quienes lo buscan para matarlo, la cuestión está en si asesinar a una persona (por el motivo que sea) debe ser visto como un acto de justicia o como un asesinato pasible de ser juzgado legalmente como tal, puesto que le pegaron un tiro a una persona desarmada a la que podrían haber trasladado a una cárcel en espera de un juicio. La cuestión está en si sustituir una dictadura por un asesinato en nombre de la libertad es una solución o una demostración de una total carencia de noción democrática.
La cuestión está en la humillación de un cuerpo herido de muerte agonizando siendo trasmitido mediáticamente al mundo entero, que lo verá ya sea para felicitarse, complacerse en su morbo revuelto o enojarse en una saeta de rencor politizado y proletario.
Justicia para los que (teóricamente) se formaron para impartirla, el resto es un asesinato liso y llano, y no es tratado como tal.
Lo gracioso es que si yo hago lo mismo con Goyo Álvarez al otro día estoy preso y para nada felicitado, estaríamos hablando de “rencoroso”, “incivilizado”, “criminal” o quién sabe qué más. Como siempre, las reglas miden lo que se las hace medir.

Comentarios

También podés leer