la vida atravesada
Atravesados por nuestras vanidades y convicciones, ya finalmente vamos a perecer sin remedio ni preguntas. La sola magnitud de lo que hemos pensado un día va a terminar con nosotros, aplastándonos desde dentro hacia fuera, convirtiendo nuestros cuerpos en envoltorios de emociones amasijadas:
- quitás un envoltorio
- otro envoltorio
- quitás otro envoltorio
- más envoltorios
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