la vida atravesada

Atravesados por nuestras vanidades y convicciones, ya finalmente vamos a perecer sin remedio ni preguntas. La sola magnitud de lo que hemos pensado un día va a terminar con nosotros, aplastándonos desde dentro hacia fuera, convirtiendo nuestros cuerpos en envoltorios de emociones amasijadas:
  • quitás un envoltorio
  • otro envoltorio
  • quitás otro envoltorio
  • más envoltorios
lo único que va a quedar de lo que somos es lo que otros tengan en su memoria. Vamos camino a ser la memoria de otro, vos existís porque yo recuerdo que lo hacías, yo existo porque vos recordás que yo te recodaba. 

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