Desde Rusia con amor

Disco del Proyecto Musical Rayos X

Si yo escribo que recomiendo escuchar una banda de post-punk ruso seguramente muchos piensen que están frente a un snob o una persona que sugiere sonidos exóticos por el único (y dudoso) placer de llamar la atención. Creanme que esta música no nos es tan ajena como en un comienzo podría parecernos.
Y no es lejana culturalmente porque muchas de sus raíces tienen que ver con la música occidental. La influencia de Joy Division, Sonic Youth y Depeche Mode marcó buena parte del camino musical en la joven Rusia post-soviética tras la caída de la U.R.S.S.
Este proceso de apertura social disparó cambios drásticos en los consumos culturales y la influencia de estas bandas derivó en géneros musicales antes imposibles para este país escondido detrás de la cortina de hierro.
Antes de eso, la música occidental estaba prohibida en la Unión Soviética. Ritmos como el tango, mambo y el foxtrot se penaban con cárcel. Una vez terminadas las prohibiciones uno de los más curiosos secretos culturales de la Guerra Fría se descubrió gracias al hallazgo azaroso de un objeto en un mercado de San Petersburgo.
Stephen Coates, líder de la banda británica The Real Tuesday Weld, paseaba por la ciudad que alguna vez se llamó Leningrado cuando encontró un objeto incomprensible: una radiografía recortada en forma de círculo con un hueco en centro. "Me pareció un disco, porque tenía surcos. Pero estaba hecho en una imagen de rayos X", contó en una entrevista. Música prohibida, rebeldía y mercado negro formaban el cóctel para el que hoy es un proyecto cultural internacional que rescata esos sonidos. El disco que encontró Coates tocaba esta canción y se comportaba como un precursor involuntario de Napster, primera red P2P de descarga musical que terminaría prohibida por acusaciones de piratería. Hoy estos discos ya no se venden en trenes, la página de internet de The X-Ray Audio Project (Proyecto Musical Rayos X) recoge esta historia. Rudolf Fuchs, creador de los discos piratas, pasó dos años en la cárcel por fabricar los discos-huesos.
Más acá en el tiempo, ya sin prohibiciones, hace ya 30 años que el post-punk suena en Rusia pero nosotros tuvimos noticia en los últimos años, concretamente durante la cuarentena por COVID-19 del año pasado, cuando plataformas como TikTok fueron inundadas con post punk ruso, siendo Molchat Doma el gran ejemplo de este auge.
Y nos es bastante familiar porque si bien salen de Rusia estas bandas suenan anglosajón y muchas veces cantan en inglés. La eventual distancia cultural se acorta y creanme, es un campo minado de buenas bandas, apenas por nombrar algunas podemos mencionar a Human Tetris (luego convertidos en Motorama), Manicure, Publics, Pinkshinyultrablast, Galway o Astrocowboys. En todas estas bandas, además de las influencias ya mencionadas podemos añadir a Виктор Цой (carismático poeta, actor y cantante, líder de Kinó, ícono absoluto del rock ruso).
Estas bandas suelen tomar como inspiración elementos autóctonos como la estética de la Unión Soviética y sonidos de los años 80´s y no es casual que el Post-Punk sea su idioma. Si el Punk fue un grito de revolución y celebración en iguales cantidades, el Post-Punk era, como su nombre lo indica, la superación de este intento revolucionario. Es un género igual de nihilista y contracultural pero con la decepción a cuestas de saber que el Punk no pudo cambiar nada.

The Gykers Group, la gota nunca rebalsa el vaso

The Gykers Group 

Siguiendo la línea de cantar mucho en inglés para ser internacionalmente más aceptados, The Gykers Group es un joven grupo de la ciudad de Ufá (Уфа en cirílico, centro industrial al oeste de los montes Urales) en el cual el lo-fi, el ambient y synth-pop se unen para crear un ritmo hipnótico y dulce.
Sus guitarras plagadas de efectos atmosféricos, las voces reverberando en el eco de un algoritmo milimétrico, océanos de teclado con islas de Dreampop crean una amalgama maravillosa que podemos percibir en toda su magnitud en su primer disco, Infinity Sky 48. Un álbum totalmente cantando en inglés que va desde la melancolía de What will Be when you die? hasta el shoegaze bailable de Roof Final Ground. Mientras que Pretium, editado sobre finales del año pasado y cantado completamente en ruso, puede oscilar entre el salvajismo de Дурак hasta la poética ambient de Прорвемся. Suceden cosas a lo lejos, y cada vez están mas emparentadas con nosotros, la globalización está modificando los hábitos culturales y uniformizando la cultura… la profecía de Herbert Marcuse parece estar tomando cuerpo casi 50 años después de la publicación de su libro, y suena hermoso, suena Post-Punk.

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