Texto encontrado al dorso de un billete



Atrapados en el ascensor. Sometidos a la voluntad de un código que alguien programó. Entendiendo ser carne y huesos, un poco sofocados y recordando épocas en las que eramos cordiales y sabíamos observar con atención. Los labios y las uñas imaginan el dolor de la traición, porque sabemos que es falso lo que creemos falso y es verdadero lo que creemos verdadero. Terminemos por favor esto antes de que esto nos termine. ¿Cómo terminar? No les creas. La tv dice que están todos muertos, no les creas. La encendemos y estamos al borde de la boca del lobo, desguarnecidos ante los monos con viajes de ego. 

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