地下鉄サリン事件

En 1995 un atentado Gas Sarín en el metro de Tokio (地下鉄サリン事件 en japonés) se cobró la vida de más de 10 personas y afectó a más de cinco mil. En este post lo recordamos.

Fue el ataque más grande en suelo japonés desde la segunda guerra mundial

8 de la mañana, 20 de marzo de 1995

El arma

10 fanáticos religiosos se subieron a distintos vagones del subte de Tokio con bolsas que contenían Gas Sarín de fabricación casera. Las depositaron sobre el piso y las pincharon con paraguas para liberar su contenido. 

¿Qué es el Gas Sarin?

Creado por los nazis, quienes no pudieron llegar a darle uso, no se encuentra en estado natural y se presenta en estado líquido hasta que logra su temperatura de ebullición, momento en el cual se torna letal. Esta arma de destrucción masiva fue prohibida por la ONU en 1993 en la convención sobre armas químicas de 
Su nombre es un acrónimo de sus padres: 
Schrader
Ambros
Ritter 
Von Der LINde
Y con una sola gota del tamaño de una cabeza de alfiler se podría matar a un humano adulto. 
El Ejército norteaméricano llegó a experimentar con animales 
El sarín es el más volátil de los agentes nerviosos, se evapora fácilmente y una persona expuesta al vapor manifiesta secuelas inmediatas, incluso si no estuvo en contacto directo con la forma líquida del gas. Es una amenaza letal e inmediata pero de corta duración y que no deja rastros en el cuerpo, un asesino casi invisible.

El atentado

Esa mañana las bombas, envueltas en hojas de diario contenían un líquido pegajoso transparente e inoloro que como mucho cubría 2 metros cuadrados de cada vagón, pero alcanzaba para intoxicar miles de personas.
Quince días antes de este atentado otro incidente con humo saliendo desde un maletín había generado alarma en las autoridades niponas. Y nueve meses antes hicieron otro en el cual también usaron Sarin. Esa vez en Matsumoto, Nagano, cuando el objetivo eran las casas de jueces que supervisaban una disputa en la que el culto estaba involucrado: mataron 8 personas e intoxicaron más de 500 con nubes de Gas Sarin creadas con camiones acondicionados con esa finalidad. 
"De película"
En el atentado del metro de Tokio hubo 13 muertes (una de ellas fue un herido que agonizó durante un año) y más de 5000 heridos, uno de los cuales era parte de la secta.
La limpieza tomó días...
Tras varias horas de confusión generalizada se supo que el ataque había sido con SARIN y algunos señalaron a Corea del Norte, más por una cuestión de rivalidad que por tener argumentos. Las crónicas hablan de una ciudad entera en pánico, pasajeros vomitando y convulsionando. Mucha gente paralizada y otros directamente cegados temporalmente.
Estamos hablando de uno de los subtes más atestados del mundo

Un líder ciego y sociópata

Conforme fueron investigando llegaron a Verdad Suprema, una secta con cerca de 10.000 seguidores en Japón y otros 30.000 en Rusia liderada por 松本智津夫 (Chizuo Matsumoto) quien se hacía llamar Shoko Ashara e impartía una doctrina apocalíptica que quería matar gente para expiar los pecados de la humanidad, según lo poco que confesó
El autor intelectual

Tras investigarlos en profundidad se supo que venían cometiendo crímenes hace tiempo como por ejemplo perseguir, hostigar y hasta asesinar a ex integrantes de la secta, acopiaron Anthrax, VX, Zyklon B y seguramente no para condimentar las ensaladas. Además habían viajado a África para comprar cepas del virus del Ébola en el mercado negro y tratar de liberar ese virus en Japón. Ashara era ciego y su personaje calzaba a la perfección para el enorme grupo de seguidores que lo acompañaba, que en su mayoría había sido captado por su participación en actividades estudiantiles universitarias. Los integrantes de Verdad Suprema provenían de una elite social con mucha capacitación por ejemplo, para crear armas químicas. 
La secta tenía una base de operaciones en el desierto australiano, donde investigaban envenenado animales y en las redadas que les hicieron tras el atentado encontraron un helicóptero con el cual se presume que también se planeaban gasear Tokio desde lo alto.
Nunca quedaron claros los motivos de los ataques. Verdad Suprema operaba en Japón desde 1989 como culto paranoide catastrofista que pregonaba que el planeta iba a acabar con una cercana guerra mundial y los únicos que sobrevivirían serían ellos. 
De club de yoga a secta religiosa

Para la policía japonesa el ataque fue la forma del culto de acelerar un apocalipsis y otras de las hipótesis era que se trataba de un intento de derrocar al gobierno y que Shoko Asahara sea emperador de Japón. Se pudo saber que los vagones no fueron elegidos al azar y el hecho de que los destinos de las líneas afectadas sean la Jefatura de policía y el parlamento no eran datos menores, pero la realidad es que no quedó definido el móvil del ataque. 

Después del atentado

El culto pasó a la clandestinidad y cambió su nombre a Aleph, distanciándose del líder. Actualmente son considerados organización terrorista en los Estados Unidos, a nivel de que durante las primeras horas del 9/11 estaban entre la lista de posibles sospechosos.
Los terroristas fueron identificados y cayeron uno por uno. Katsuya Takahashi, el último fugitivo, sería encontrado 17 años después de los atentados en un cibercafé tokiota. Otro de los buscados se había entregado seis meses atrás cansado de vivir como un fugitivo, según explicó a la policía.
Shoko Asahara, el líder de la secta que había comenzado como tan sólo un pequeño seminario de yoga en el céntrico barrio de Shibuya, fue condenado a muerte en 2004 y logró ir pateando su ejecución hasta que en 2018 no pudo más y fue ahorcado.
El popular novelista contemporáneo Haruki Murakami escribió "Subterráneo" (1997), libro en el cual criticó a los medios de comunicación japoneses por su enfoque amarillista de los ataques. 

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