Carapintadas

Hablaremos de cuatro sublevaciones militares ocurridas en Argentina entre 1987 y 1990, hablaremos de "los carapintadas".
La democracia bajo amenaza

CONTEXTO

En 1983 se inició el período (aún vigente) de vida en democracia más extenso de la historia de un país que sólo durante el S XX conoció más de 10 dictadores que durante más de un cuarto del Siglo gobernaron.
Tras la condena a las juntas militares se abrieron nuevas causas que generaron protestas civiles, militares y dentro del mismo gobierno. Dentro de los militares apareció un grupo de soldados que copió la estética de los comandos dando presencia mediática y título a las asonadas, los Carapintada.
Aldo Rico
Exigían el fin a los juicios de militares subalternos y sus caras visibles más relevantes eran Aldo Rico y Mohamed Seineldín, a quienes vamos a conocer mejor durante el post. 
Estos militares, desobedeciendo la cadena de comando, presionaron los gobiernos constitucionales, primero el de Raúl Alfonsín y luego el de Carlos Menem, poniendo en riesgo la frágil democracia de un país que venía de 50 años de turbulencias dictatoriales en las que alternaban democracia y golpes de Estado. 
Pese a que los derrotaron, los carapintadas influyeron en las llamadas "leyes de impunidad" que liberaron torturadores y genocidas dejando sin efecto profundas investigaciones y condenas contra autores de crímenes de lesa humanidad. 
La teoría de los dos demonios siempre fue la dialéctica desde el cual estos militares edificaron su discurso y estas "leyes de impunidad" tendrían graves consecuencias en el país, ya que hubo que esperar más de 10 años (más de veinte después de caída la dictadura, en total...) para que fueran anuladas (2003) y se pueda permitir que esos crímenes sean investigados y sus culpables condenados.

Capítulo 1: Felices Pascuas.

Nostálgicos de la dictadura
Víspera de pascuas de 1987. 
El Presidente Alfonsín venía impulsando la investigación de los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar argentina (1976-1983) y promoviendo el enjuiciamiento de las juntas militares.
Aldo Rico, militar, lideró un alzamiento en su contra para apoyar al mayor de Inteligencia, Ernesto Barreiro, quien se negó a concurrir ante la Justicia. 
¿Qué había hecho Barreiro?
"Nabo", "Gringo", "Hernández" o "Rubio", como se lo conoció hoy está condenado a perpetua por haber cometido más de 200 privaciones ilegítimas de la libertad seguidas de torturas, además de 65 homicidios, 13 de ellos con tormentos incluidos, y como si todo esto fuera poco, se le suma también el robo de un menor de 10 años del cual se apropió.
El reclamo de los militares insurrectos pedía que la Ley de Punto Final (1986), que estableció la prescripción de los delitos desaparición forzada de personas incluya el caso de subalternos hasta entonces no incluidos. El Gobierno alfonsinista careció de apoyo político para poder imponerse sobre los amotinados y terminó negociando. Meses más tarde se sancionaría la Ley de Obediencia Debida, que estableció una presunción iuris et de iure (es decir, que no admitía prueba jurídica alguna en contrario) respecto de los delitos cometidos por militares de cargo menor al grado de coronel.
Ambas leyes terminarían siendo consideradas nulas por el Congreso Nacional argentino en 2003, y declaradas inconstitucionales por la Corte Suprema de Justicia en 2005. Si quieren más información dejo este completo informe de Silvana Luverá. 
Entre los carapintadas había soldados sin actividad criminal documentada durante el período dictatorial como Aldo Rico o Mohamed Alí Seineldín, pero también militares como Víctor Alejandro Gallo, imputado en 2010 por la apropiación ilegal de un hijo menor de una desaparecida.
Además del tema tema legal, los reclamos de los "carapintadas" incluían la destitución del jefe del Ejército y la exigencia de una solución política para los juicios a los represores. Aldo Rico declaró públicamente que "Si quienes dieron las órdenes van a la justicia no tenemos ningún problema en ir todos a la justicia, pero ningún hombre de bien que vista uniforme militar puede ampararse escudándose en el sacrificio de sus subalternos".
"La casa está en orden"
Como decíamos, Alfonsín no pudo hacer valer la cadena de mando entre la tropa para sofocar militarmente a los carapintada. Los principales partidos políticos del país suscribieron un "Acta de Compromiso Democrático" y la CGT anunció un paro general pero para la semana siguiente al motín, casi como queriendo darle tiempo a los militares para terminar de desestabilizar la situación.
Alfonsín dio un discurso en Plaza de Mayo pidiéndole literalmente a miles de manifestantes que lo esperen un rato y se fue a Campo de Mayo para reunirse con los amotinados, en lo que quedaría en la historia como un gesto de debilidad política. A su regreso y desde el balcón de la Casa Rosada pronunció otro discurso en el que recordó que algunos de los militares eran “héroes de Malvinas" y dijo que “Para evitar derramamientos de sangre di instrucciones a los mandos del Ejército para que no se procediera a la represión. Y hoy podemos dar todos gracias a Dios".
El cierre del discurso hoy está en todos los libros de historia reciente: "La casa está en orden y no hay sangre en la Argentina. Le pido al pueblo que ha ingresado a la Plaza de Mayo que vuelva a sus casas a besar a sus hijos y a celebrar las Pascuas en paz en la Argentina”.

Capítulo 2: "La duda es la jactancia de los intelectuales"

15 de enero de 1988. 
Tras un cambio de autoridades militares, el nuevo jefe del Ejército, Dante Caridi trató de aislar a Rico y todo volvió a complicarse. Rico declaró que "la duda es la jactancia de los intelectuales", y que no pensaba rendirse. 
Vamos a conocer mejor a Aldo:
Sagaz en sus respuestas, verborrágico y no sin cierto odio hacia el periodismo en general, Rico tiene formación militar pero lecturas universitarias y desarrollaría más adelante una carrera política. Fue Intendente de San Miguel y cuentan que te atendía personalmente con la única petición de que estés al día en el pago de tus impuestos municipales. También fue Ministro provincial de seguridad pero salió de esa función en medio de varios escándalos.
Además, Aldo es un meme que camina, como quedó claro el día que fueron a robarlo y desde su vehículo se tiroteó con 5 ladrones recibiendo 3 tiros, uno de ellos en la cabeza, lo cual no impidió que a las pocas horas esté dando notas y provocando periodistas como de costumbre.
Rico fue la principal figura de la segunda rebelión carapintada, en la localidad correntina de Monte Caseros, donde lideró a 400 insurrectos.
Le habían dado arresto domiciliario y a las dos semanas envió un comunicado desconociendo la autoridad del Estado Mayor General del Ejército y de los tribunales militares por no ver garantizada la justicia, para luego escapar.
Fue declarado en rebelión ordenándose su captura y destituyéndolo. Finalmente lo atraparon y cuando lo trasladaban de nuevo a su casa un periodista lo siguió para tomarle fotos y varios partidarios de Rico lo fueron franqueando para amedrentarlo.
Incidente del FIAT 125
Entre ellos un militar en un FIAT 125 llegó a apuntarle con un arma, hecho que quedó inmortalizado dejando en evidencia que aún en democracia la impunidad era grande.

Capítulo 3 - Revanchismo y persecución
Seineldín

1 de diciembre de 1988
Sobre final del mismo año provocó la tercera asonada en Villa Martelli. Duró cuatro días y llegó a haber tiroteos, con un saldo de tres muertos y casi 50 heridos.
En esta ocasión, aprovechando que Alfonsín estaba en un viaje diplomático, casi mil comandos liderados por Mohammed Ali Seineldín se robaron una importante cantidad de armas de un cuartel ubicado en Zárate se tirotearon y luego hicieron un motín en el Batallón de Logística de Villa Martelli
Faltaba lo peor...
El reclamo esta vez señalaba que había revanchismo y persecución desde el Gobierno hacia las fuerzas militares. Hasta que no detengan esa persecución estarían en conflicto. Para sostenerlo mencionaban cuestiones militares vinculadas a oficiales puestos al mando, ascensos y castigos que según decían los perjudicaban y buscaban quitarles poder dentro de la fuerza.
Todo esto terminó con el jefe del Estado Mayor, general Caridi, transando su renuncia al cargo a cambio de que Seineldín se entregue. Además, Mohammed Ali pidió ser el único juzgado por las sublevación, y hasta negoció el lugar donde terminaría preso.
El coronel permaneció detenido e hizo contactos con Carlos Menem, candidato del peronismo a la Presidencia. A pesar de su detención, una serie de atentados con bomba sacudieron la Capital en los siguientes meses
Cuando "el carlo" llegó al poder lo liberó en la serie de indultos de octubre de 1989, juntos a otros carapintada.
Tecnopolis
El predio de casi cincuenta hectáreas en Villa Martelli donde se encontaraba el Batallón hoy es Tecnopolis, una enorme feria de arte, ciencia y tecnología que ha sabido albergar numerosos recitales.

Capítulo 4: Relaciones carnales 

Seineldín, autor intelectual esta vez
3 de diciembre de 1990
Menem indultó a Seineldín pero al poco tiempo lo pasó a retiro junto a otros 19 oficiales. En pocos días recibirían la visita de George H. W. Bush padre (Presidente de EEUU 1989-1993) y para militares nacionalistas como Seineldín esta visita marcaba el punto cúlmine de las "relaciones carnales" de Argentina con EE.UU ya que se verían detalles del envío de tropas argentinas al Golfo Pérsico en apoyo a la intervención americana de 1990. 
El excoronel se pronunció contra el rumbo del Gobierno y fue sancionado. Posteriormente dirigió una carta a Menem advirtiendo que “están dadas las condiciones para que sucedan acontecimientos reivindicatorios de tal gravedad que ni usted ni yo estamos en condiciones de precisar”. Volvieron a sancionarlo por amenazar al Presidente. Seineldín no volvería a estar libre hasta mayo de 2003...
Horas antes del alzamiento, la prensa se enteró de todo porque un hombre que dijo ser coronel apareció en la redacción del diario Sur, vinculado al Partido Comunista, y dijo que el primer lunes de diciembre iba a haber novedades sobre Seineldín.
Dicho y hecho; el lunes 3 de diciembre los insurrectos tomaron varias dependencias militares, incluida una fábrica de tanques, y se amotinaron. 
Menem fue lacónico: “Yo no voy a ser un nuevo Alfonsín, no voy a negociar”.
Mohamed Alí Seineldín, líder e ideólogo, estaba detenido en San Martín de los Andes. La finalidad era liberarlo, cosa que no llegó a suceder. Menem firmó estado de sitio
Carnota herido
Fernando Carnota, periodista de Radio Mitre, y Jorge Grecco, de la revista Somos, fueron baleados. El primero en la cabeza sobreviviendo de casualidad
Entre los enfrentamientos, once tanques tomados por los rebeldes salieron a plena autopista Panamericana y uno de ellos se llevó puesto un bondi de la línea 60 matando a 5 pasajeros e hiriendo otros 20.
Los rebeldes se rindieron al otro día. La sublevación se saldó con 14 fallecidos y decenas de heridos.
Menem & Bush
Vamos a conocer mejor a Mohamed Alí Seineldín
Veterano de Malvinas y con un discurso ultranacionalista-católico.
Entre otras cosas, maldecía a la Revolución Francesa por haber abierto paso a la separación de Iglesia y Estado. 
Un diálogo con un periodista nos da un acercamiento al talante de sus ideas, por así llamarlas:
  • SEINELDIN: Hay un juego diplomático y un juego de guerra que habla de esta expansión. No te olvides que nuestros indígenas venían de China. Nosotros estudiamos. Nos pueden invadir en medio de un conflicto. ¡Ya la han invadido con chinos por todos lados! Van entrando poco a poco con la comida china.
  • PERIODISTA: ¿La comida china?
  • SEINELDIN: Una invasión tarda 20 años.
  • PERIODISTA: ¿Cerraría los locales de comida china?
  • SEINELDIN: La invasión pacífica se utiliza. Invaden culturalmente y luego militarmente. Ellos buscan reservas, parques nacionales que fueron privatizados. Van poco a poco. Lo que va a venir es una dictadura mundial, un socialismo mundial.
Durante la dictadura fue considerado "persona no confiable" por las FFAA (lo cual es un elogio...) y con estas revueltas buscaba "salvar el honor" de las Fuerzas Armadas, a su entender bajo amenaza de disolución.
Durante el juicio por esta última sublevación Seineldín volvió a asumir la total responsabilidad de las muertes que provocó el enfrentamiento. Además hizo un alegato hoy conocido como «El Nuevo Orden Mundial», donde habló de conspiraciones casi como un precursor de toda la megalomanía mesiánica esa de lo libertarios y antivacunas
Foto del día de los indultos
A pocos días del alzamiento, Menem firmó una serie de indultos poco difundidos mediáticamente dando la libertad a militares del Golpe, varios de ellos condenados a perpetua como Jorge Rafael Videla, Emilio Massera o Roberto Viola. Solo Seineldín quedó preso y así estaría hasta 2003, cuando poco antes de abandonar la Presidencia el entonces presidente interino Eduardo Duhalde lo indultó.
A partir de ahí de dichos indultos, Menem desfinanció las Fuerzas Armadas, vendió edificios militares y hasta eliminó el servicio militar obligatorio (1994), algo que algunos nostálgicos hoy todavía reclaman.

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