Estación Central de AFE

La Estación Central General Artigas, en La Aguada, es única en Montevideo y fue construida en 1897 después de que un incendio en 1891 destruyó la antigua estación de Montevideo.

Artigas recibía a los viajeros

CONTEXT

La mayoría de los ferrocarriles eran ingleses hasta que en 1948 el Estado uruguayo las adquirió en condiciones cuestionables y admitiendo un precio leonino como parte de pago por las compras que los ingleses nos hicieron y no nos pagaron durante la 2ª GM
CURCC
Idiosincrático, el ferrocarril enraizó socialmente con la creación del Central Uruguay Railway Cricket Club (CURCC), club deportivo orientado al cricket pero hoy conocido como el antecedente de la creación del mítico Peñarol. Finalmente, terminaría rivalizando con el Club Nacional de Fútbol, que representaba a los criollos, capitalinos y universitarios. 
Sirva esto como noción de la relevancia que el ferrocarril tuvo socialmente en Uruguay, una importancia muy parecida a la que tendría también en Argentina, donde existe un vínculo parecido con la creación de clubes de fútbol, ese deporte importado que hoy forma parte de nosotros.

El edificio

El italiano Luis Andreoni fue el ingeniero que hizo la estación, y tomó como referencia la antigua Estación de trenes de Constitución (no la actual).

Andreoni además fue el responsable de varias de las mejores obras arquitectónicas de Montevideo, destacándose el Ospedale Italiano Umberto I, tanto como el Banco Español (actualmente BBVA, 25 de Mayo y Zabala), la Casa Buxareo (actual Embajada de Francia) o el Teatro Stella d'Italia (actualmente, Teatro La Gaviota). 
La fachada de la Estación tiene (restos de) esculturas de George Stephenson, James Watt, Alessandro Volta y Denis Papin, próceres de la física, sin quienes no hubiera sido posible que existan las locomotoras y a quienes luego se sumó la estatua a don José, que durante décadas saludó a los pasajeros.
Los ferrocarriles fueron durante mucho tiempo casi en su totalidad ingleses, y a medida se iban creando estaciones comenzaba a aparecer un reguero de pueblos a lo largo y ancho del interior del incipiente país, así como otros tantos tonificaban su vida social gracias a la presencia de este fundamental medio de transporte. 

Más que un tren

Colón, Pueblo Ferrocarril, Cardona, La Paz, Cardal, La Cruz, 25 de Agosto, Sarandí Grande, Molles, Tambores o Tranqueras son ejemplos de pueblos fundados a partir de estaciones de Tren. Otros parajes ya existían pero sin el ferrocarril no habrían tomado las dimensiones que luego tomaron, Pando es un buen ejemplo. Young es otro, del cual ya hubo un informe de cuando sucedió lo de Desafío al Corazón.
Fuente
La primera estación de tren de Montevideo fue una casa alquilada por lo que hoy es Galicia y Río Negro y conectaba Montevideo con Bella Vista (hoy Estación Lorenzo Carnelli, ya parte de la ciudad). 
En 1975 la Estación Central fue declarada Monumento Histórico Nacional pero para 1988, durante el primer Gobierno de Julio María Sanguinetti, ya se estaban suprimiendo algunos servicios de pasajeros y la estación comenzaba a ser utilizada para exposiciones. 
Desde entonces, si bien las oficinas de AFE seguían en la estación, algunos servicios de pasajeros seguían y su playa de cargas estaba activa; hubo conciertos, hoy recordados con nostalgia, de bandas como Mano Negra, Duran Duran, Iron Maiden o, en el plano local, Psiglo y Niquel. 
El tren resultaría fundamental también para la expansión de la joven Montevideo. La segunda terminal (1874) que hubo estaba en Río Negro entre Miguelete (hoy La Paz) y Valparaíso.
Dos estaciones más parasitaban una ciudad entonces adolescente; una de ellas fue la Estación del Norte, (donde hoy está el Palacio de la Luz), línea luego reemplazada desde 1926 por la línea E de tranvía eléctrico, que circularía hasta 1957 y a la postre sería la última línea de tranvía en circular por Montevideo.
1869
Otra estación importante era la Parada Artigas, que unía Montevideo con Manga (1878), y luego tendría sucesivas prolongaciones hasta Toledo, Pando y Minas, donde el ferrocarril impulsó la producción industrial y el crecimiento urbano.
Posteriormente otras líneas conectarían con la Curva de Maroñas hasta ser sustituidas por la ya mítica línea 4 de trolleybuses, de la cual el 4 de CUTCSA heredaría similar recorrido.
Pero no todo son lindas historias, en 1977 hubo un accidente fatal en la cantera de piedra de Suárez, Canelones. Una inmensa explosión con dinamita mató a 15 funcionarios de AFE, hoy recordados con una placa.
Entre 1993-2000 AFE retomó intermitentemente pero con cierto énfasis el traslado de pasajeros pero no tanto desde la Estación Central sino desde otras estaciones entre Tacuarembó y Rivera.
Desde que cerró, la Estación Central se ha convertido en un GIF político que se repite incesantemente, resucitando en forma de fantasmática promesa electoral tipo Subte de Mvd. 
Nadie sabe bien qué hacer con la Estación pero se han presentado montón de proyectos escuchamos varias promesas. 
Daniel Martínez dijo que la quería expropiar ¿Cómo que expropiar, no es del Estado? 

Ahora viene lo divertido

En 1996 parte de la playa de carga de la Estación fue vendida a Antel para la construcción de la Torre de las Comunicaciones y otros edificios anexos.
Por esta venta AFE perdió importante tráfico de carga e ingresos por alquiler del espacio. Además, no hubo ningún estudio técnico que tenga en cuenta las operaciones ferroviarias, no le importaron a nadie dentro del proyecto.
Erigir la torre fue también bastante accidentado, porque el terreno en su momento había sido ganado al mar, lo cual hizo necesarias varias obras de cimentación adicionales para evitar una Torre de Pisa de vidrio.

Estos trabajos de cimentación tuvieron un costo estratosférico, que llevó a que la Torre de Telecomunicaciones sea actualmente el edificio más caro (valor total y por metro cuadrado) de la historia de Uruguay. Profesionales en la materia se tomaron el trabajo de referenciar esta Torre con la de los Profesionales, de metraje similar aunque no tan fastuosa, y vieron que este costó cerca de un 50% que la Torre de Antel.

Un ave que resucita desde las cenizas

El Plan Fénix, nacido un año antes, por alguna razón incluía el entonces incompleto auditorio del SODRE (no está en la Aguada) y la realización de obras de saneamiento necesarias para una zona que aún hoy se inunda.
Plan Fénix
Estas obras de saneamiento además servían como palanca política para que la Intendencia de Montevideo, Frenteamplista, opositora a Sanguinetti, apruebe el Plan de Ordenamiento Territorial necesario para el proyecto.
El Banco Hipotecario sería el administrador del negocio inmobiliario y para hacerlo creó la Sociedad Anónima Desarrollos Urbanísticos Fénix (SADUF), también importante para llegar al estado actual de deterioro de la Estación.
Sanguinetti, que durante su primer mandato bajó los servicios de pasajeros de AFE, ahora se embarcaba en este proyecto "transformando lo que fue el símbolo de progreso del siglo XIX, el ferrocarril, en una expresión de modernidad".
Desconozco si nuestro querido expresidente tenía algún encono particular con los trenes o simplemente las cosas se fueron dando, pero con esta privatización ipso facto Sanguinetti cumplía con la palabra de Juan Berchesi, Presidente de AFE 1985-1990, quien una vez declaró: "Hay que vender la Estación Central"
Mapocho
Para el Plan Fénix se tomó como ejemplo el Centro Cultural Estación Mapocho, de Chile, erigido en las instalaciones de la ex Estación de Trenes en Santiago.
Una edición de La Mañana de 1992 consigna que "En julio licitan centro comercial en Est. Artigas". Indica que se concesionaría 30 años y que se pensaba mudar las oficinas de AFE de ahí
PH: Jonaherederoph

¿Y los trenes? 

Bien, gracias. 
El plan era que queden fierros podridos por ahí o algo así. Decir algo implicaba admitir que nadie estaba interesado en que existan, téngase en cuenta que, en términos macro, esto favoreció a los camioneros como gremio. 
También el MEC proyectó hacer un centro cultural ahí. Desvirtuar la función original a como dé lugar, casi como si hubiese un trauma con un tren, quizá relacionado a los ingleses o tal vez me esté yendo al pasto.
Además, el Fénix resucitaría desde las cenizas también en las ciudades de Pando, San José, Tacuarembó, Salto y Rivera, dando vida de modo similar a las ex estaciones de trenes. Si los trenes estaban en el CTI este plan significaba desconectarles el respirador. 
En julio de 1996 el el segundo mandato de Sanguinetti que padecimos avisaba desde el Edificio Libertad “las obras que proyecta esta administración son la expresión material de una visión del país”. Por si no quedó claro, “no son una lista de emprendimientos sino un testimonio físico de lo que imaginemos es el país que tenemos que lanzar al siglo que viene".
PH Sandra Rosano
Así fue como se anunció el mencionado Plan Nacional de Recuperación Urbana (Plan Fénix), que iba a resucitar de las cenizas la bahía de Montevideo. En 1998 tanto la Estación como el resto de la playa de maniobras y terrenos colindantes fueron comprados por el Banco Hipotecario del Uruguay (BHU), algo fundamental para comprender su actual estado de abandono. 

You had one job

El Proyecto del BHU fue un plan de reordenamiento urbano súper ambicioso y nunca tomó vuelo, dejándonos como herencia una Estación Central ruinosa y el juicio con la demanda de resarcimiento económico más grande de la historia de Uruguay, pleito hasta hoy vigente. 

PH Diego Marcos Secchi Rolando
La idea era reciclar la Estación creando un shopping center, varios centros culturales, un hipermercado y un complejo de torres de edificios, además de un parque lineal costero con vías peatonales.
En 1999 comenzó a construirse una nueva estación, mucho más pequeña que la Central, 500 al norte de la principal. Se cometieron errores durante la construcción y su inauguración se atrasó hasta 2003, lo cual es también resulta importante para entender el destino de la Estación.
Este extrato de la revista Posdata, es muy didáctico respecto de cómo se publicitó el Plan: 

"Imagine un parque lineal que corra desde la Plaza Fabini, por las actuales calles Río Negro y Julio Herrera y Obes, pase por la Estación Central, siga hasta la torre de Antel y llege hasta la actual Central Batlle. Imagine que usted puede caminar o recorrer en bicicleta todo ese trayecto, entrar a visitar un museo, escuchar a un artista o comprar algún artículo de lujo en una reciclada Estación Artigas y que puede decidir terminar el paseo cruzando por un puente sobre los accesos y las explanadas portuarias hasta la costa de la bahía, donde comerá frutos del mar en alguno de los restaurantes ubicados junto al puerto pesquero. Imagine finalmente que la Aguada se ha transformado en un barrio de oficinas de última tecnología, con tres o cuatro calles peatonales y parquizadas que lo unen con el Palacio Legislativo y con el Centro, en donde se han reciclado y construido lofts y viviendas con servicios de última generación, con una excelente vista a la ciudad, al Cerro y a la bahía..." 
Posdata, 19/9/97.

Para crear ese maravilloso Edén turístico se justificaba la desconexión geográfica (por ende social) de decenas de pueblos del país iban a haber gastos tragicómicos, por ejemplo los casi 400.000 U$D necesarios para sacar al concesionario del Restaurant del Ferrocarril. Se gastaron unos 20.000 dólares año entre 2002 y 2007 para mantener unas oficinas casi sin uso, además de gastos operativos. 
Dado el grado de improvisación, el Plan Fénix tuvo numerosas mutaciones. Un factor determinante resultó el aumento en los precios de los terrenos debido a la torpeza de las autoridades del BHU, más preocupadas en anunciar con bombos y platillos el plan que en ejecutarlo rápidamente. 
En el Mercado Inmobiliario, si alguien está meses y meses anunciando un ambicioso plan de reurbanización de una zona X de una ciudad, lo que tiende a suceder es que los dueños de los terrenos comienzan a especular con el valor futuro de la zona. Eso hizo que durante esos años la zona cotice en oro, oro que luego el BHU pagó con dinero de los contribuyentes. Según el Fénix, se construirían seis edificios linderos a la costa del Río, pero solamente dos comenzaron su construcción para luego quedar a medio hacer porque la constructora dio quiebra. 
70% del costo total del Proyecto se pagó con un préstamo del BID tomado en 1998. En 1999 el consorcio uruguayo-argentino Glenby se adjudicó la licitación, en la que curiosamente fue el único interesado. 

Un Presidencia rara

El Presidente del BHU era Salomón Noachas, que asumió con Sanguinetti y siguió al frente del Banco hasta entrado el gobierno de Jorge Batlle, en el cual dimitió en medio de un escándalo de corrupción.
Fernando Barboni y Daniel Martins. PH Fernando Moran
Justo es decir que este escándalo no tenía nada que ver con la Estación Central pero sí nos permite darnos una idea de con qué nenes estamos tratando. Noachas fue encontrado culpable de adjudicar viviendas del BHU a familiares directos. 
Facilitó dos Dptos en el Edificio Mburucuyá de Punta del Este (Maldonado) y uno en el San Sebastián de Mario Cassinoni (Montevideo).
La jueza del caso, Aída Vera Barreto, dijo que Noachas tuvo una "conducta desleal para un funcionario público, que puso acento en el carácter abusivo del desempeño de la función, siendo esencial el rasgo de unilateralidad de la acción. Constituye un acto de corrupción promovido por el propio funcionario, quien abusando de su calidad del presidente del BHU persuadió a otros funcionarios a actuar fuera de reglamento, en provecho de sus hijos, de su esposa y el suyo propio, que obtienen la adjudicación de diferentes viviendas".
En 1998, La República publicó que "El presidente de la reconocida constructora Pintos Risso (...) puso en duda la viabilidad del Plan Fénix, a raíz de lo que consideró un ´afan de protagonismo de algunas autoridades de entes públicos y concretamente del presidente del BHU, Salomón Noachas, que hizo que un proyecto que es una buena idea seguramente no vaya a tener un final feliz...´”
La declaración del especialista comenta lo dicho anteriormente: “(…) antes de hablar o manifestar intenciones se tienen que asegurar las tierras y lo que hizo el presidente del BHU es manifestar su voluntad sin medir las consecuencias, distorsionando los valores que luego”.
Pero hay más, Glenby; la única empresa que se presentó y por lo tanto ganó la concesión, formaba parte del Grupo Barboni, un grupo empresarial con intensa actividad dentro del BHU. 
Fernando Barboni, ex empleado de la empresa Onda en los 80s, hizo una carrera como empresario, primero en el transporte y luego en el ramo de la construcción. 
Fernando creó el Grupo empresarial al que puso su apellido. Además era muy amigo del fallecido ex intendente de Maldonado, Domingo Burgueño (Partido Nacional), de quien aparte era socio en la empresa Amiga SA, según Carlos Peláez del semanario Nueva Tribuna. Además, consigna la diaria que el abogado de Fernando era Daniel Hugo Martins, ex Ministro de Defensa Nacional (1993-95) durante el gobierno de Luis Alberto Lacalle, padre. 
Martins tuvo un activo rol en la defensa del Grupo Barboni durante el posterior litigio en el cual hubo problemas justamente en la defensa de los interés del Estado uruguayo. 

Un pantano judicial

Se trata, en realidad de dos juicios cruzados, del Estado al Grupo y del Grupo al Estado. Y fueron tan desprolijos que no les va a quedar tan claro que el Estado no sea culpable.
PH: Karen Larrosa
Para defender al Estado llegó a ser contratado el estudio privado de Juan Andrés Ramírez, ex ministro del Interior y candidato presidencial nacionalista en 1994. Glenby S.A., auspiciada en un paso de esos tragicómicos que solemos ver, por el ex Ministro de Defensa Nacional le reclama por lucro cesante más de 1.000 millones de dólares al Estado uruguayo.
Se trata del juicio por el mayor importe de la historia en contra el Estado uruguayo. Martins prefirió no hacer declaraciones, al ser consultado declaró que su costumbre no es “discutir los temas judiciales por la prensa”. 
Es verdad que la entrega de la Estación Central a Glenby se demoró. Hubo varios errores de cálculo durante la reubicación de las oficinas de la ex AFE, durante la construcción de la actual terminal de trenes. 

En medio de eso, la crisis del 2001 barrió como un huracán con todas las condiciones económicas que una país necesita para ser cuasi viable en términos de la rentabilidad que los inversores suelen buscar. Como resultado, cuando el Estado estuvo en condiciones de entregar la Estación Central y la playa de maniobras a Glenby SA, ya habían pasado un par de años de la fecha estipulada.
Glenby no tocó la Estación Central durante varios meses y el Estado, asesorado por el Sociedad Anónima Desarrollos Urbanísticos Fénix (SADUF), creada para esto, decidió rescindirle el contrato a la empresa del Grupo Barboni. 
  • A partir de ahí, el Grupo Barboni pleitea contra el Estado uruguayo arguyendo que entre la demora de la entrega y la quita de la concesión le generó un daño material por lucro cesante estimado en ese valor absurdo que piden.
  • El Estado uruguayo, por su parte, pleitea contra el Grupo Barboni básicamente diciéndole “yo te di la Estación y no has hecho ni una sola obra desde entonces, estás incumpliendo tu contrato”.
Y es que si bien la Estación era el centro del proyecto del Grupo para la zona, también se incluía la construcción de 6 edificios de Departamentos, de los cuales solamente dos habían comenzado sus obras, sin avanzar demasiado durante todo ese tiempo. A la crisis se sumó el desinterés de agentes privados a invertir en una zona que se dijo con bombos y platillos que iba a revitalizar un borde costero de la ciudad y terminó con una estación de trenes juntando telarañas y olor a orín en sus paredes exteriores. 
Luego cayeron los juicios y desde entonces el Estado uruguayo solamente provee la contratación de un servicio de vigilancia y limpieza en la Estación, ya que al estar sometida al pleito no se puede desarrollar nada ahí. 
En una nota de El País el especialista en mercado inmobiliario Julio Villamide comenta que, producto de su impericia y la verborragia de su cabecilla, el BHU llegó a pagar a 1.000 dólares el metro cuadrado en una zona que cotizaba menos de 150 dólares el metro.  
"Cuando el Estado pone en marcha un proceso como este, si no lo concreta genera un descreimiento en los privados que es muy difícil de revertir", añade Villamide, explicando porque no hubo un plan B tan pronto se rescindió el contrato que estaba vigente. 
Durante los últimos meses de la gestión de Jorge Battle se llegó a un acuerdo para que ambas partes desistan de sus juicios. Al poco tiempo de asumir Tabaré Vázquez el directorio de SADUF resolvió sin consulta previa, conceder la Estación a Glenby.
El directorio del SADUF terminó sustituido el Plan Fénix quedó hecho cenizas. La Estación Central y su playa de maniobras desde entonces están abandonadas, hasta que la Justicia, que por alguna razón tarda más de 20 años (carezco del conocimiento necesario en la materia), laude. Ya alguna vez la Justicia falló en favor de Glenby, obligando al Estado a entregar la ex Estación Central para su usufructo por 50 años, pero el fallo fue apelado.

Malo conocido

El tema es que los antecedentes del Grupo Barboni son peores que los del Estado uruguayo. Este grupo empresarial llegó a estar involucrado en un 35% del total de obras que el BHU tenía en ejecución.
Fuente: comomemuevo.uy 
Graciela Pérez Montero, Presidenta del BHU desde 2003, se encargó de denunciar públicamente de qué forma el Grupo Barboni controlaba semejante porción de las adjudicaciones del Banco. En un ejemplar de La diaria (2006) el diputado socialista Gustavo Bernini comentó que Pérez Montero dijo ante una comitiva parlamentaria que que Glenby cumplá los contratos que había firmado con el BHU. 
“Era evidente el peso que tenía dentro del BHU, saltaba a la vista”, comentó también Pérez Montero nuevamente a La diaria, ya en 2009.
Una edición de Brecha del 2005 señala que maniobras presuntamente fraudulentas del grupo Barboni por un total de unos 3.000.000U$D. Según el medio, el BHU detectó un millonario pago realizado anterior a 2002, al grupo, por concepto de adelantos de una obra nunca hecha. Esos adelantos de obra los habría pedido Barboni con la justificación de comprar los materiales para las obras de edificios pero ni las viviendas fueron construidas, ni los materiales comprados.
También según Brecha, promitentes compradores de viviendas denunciaron a este grupo por estafa y vicios de construcción. Básicamente entregaban Dptos a medio terminar y fuera de los plazos estipulados. 
Por otra parte, una nota del 2005 en El País consigna que se gastó mucho más de lo previsto en el fallido Plan Fénix. Caro e inútil, además de que se pidió un préstamo para comprar las tierras. Según el matutino, una auditoría del Tribunal de Cuentas de la República detectó "una desviación" de casi 2 millones de U$S en dinero que originalmente debía poner el Estado". 

Repasemos

  • Le cortamos la comunicación geográfica a decenas de pueblos. 
  • Alteramos los valores de una serie de terrenos en Montevideo. 
  • Tiramos plata comprándolos.
  • Le damos la obra a un único oferente fuera de tiempo porque somos una verga construyendo una estación de tren. 
Más de 20 años de empantanados juicios que hacen que una zona hermosa de la ciudad tenga un agujero de desidia, malversación y incompentencia privado-estatal.

No tomamos noción de las cosas.

En 1995 la Intendencia de Treinta y Tres, a cargo de Walter Campanella (Partido Nacional) ya había denunciado penalmente por estafa a Fernando Barboni. 
Una de sus Empresas había construido más de 100 viviendas en diferentes proyectos de, oh casualidad, el Banco Hipotecario en Treinta y Tres. Las entregaron en estado ruinoso y terminó con un juicio.
A principios de los 2000 construyó, también parasitando préstamos del Banco Hipotecario, un edificio frente a la Intendencia de Maldonado y dos más frente a la Junta Departamental, además del primer edificio en altura de San Carlos, no habilitado durante años por fallas estructurales.
La custodia del MTOP todavía no es definitiva. Según una nota de El País, el Estado pone más de 20.000 dólares mensuales por concepto de mantenimiento y seguridad de este enorme predio baldío que podría significar un símbolo del empujón socioeconómico para muchos pueblos del interior del país. 
El proyecto más probable, en caso de que el Estado pueda quedarse con el lugar, es que se transforme en una terminal multimodal que concentre el transporte que no va al este, que quedaría para +++.

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