Huele a Espíritu Adolescente

Cobain durante uno de los recitales en Brasil

Sobre finales de los años ochenta nació en el norte de Estados Unidos un movimiento fruto de una generación entera de derrotas culturales, una década plagada de neoliberalismo y violencia. Este movimiento floreció a principios de los noventas y tuvo como ícono más visible (que no es lo mismo que ser un líder…) a Kurt Cobain, vocalista de Nirvana.

Esta generación, la “generación X” como les gusta decir a los amantes de las taxonomías, atravesó el “sueño americano” sintiendo que estaban en una pesadilla, y despertó vomitando manifiestos. Cobain fue un ícono generacional profundamente involucrado con el feminismo, a pesar de que la historia oficial se encargó de dibujar a un adicto ciclotímico controlado por su esposa. Kurt y Courtney: otro refrito del mito de John y Yoko, Sid y Nancy.

Una actitud ante la vida

En sus diarios, Kurt dejó registros sobre el momento exacto en el que entendió que la conducta androcéntrica se había metido hasta la médula en su (falta de) ética. Recuerda ser un adolescente de quien todos se burlaban por su virginidad hasta que una tarde se metió por la ventana en la casa de una vecina discapacitada y comenzó a abusar de ella dispuesto a debutar sexualmente. El asco que le produjo verse a sí mismo en esa situación le produjo náuseas, cuestionarse su salud mental y escapar sin concretar su felonía. El episodio, también figura en una grabación exhumada de ‘Cobain: Montage Of Heck’ (Brett Morgen, 2015), y fue un punto de inflexión para el joven Kurt. Lo que siguió fue la historia de una deconstrucción, un lento doblez sobre sí mismo que derivó en un cambio de conducta. Así fue como Cobain, criado en Aberdeen (Washington), una ciudad que describió como “compuesta mayoritariamente por madereros ignorantes y fanáticos, masticadores de tabaco, cazadores de venado y homófobos”, eligió desintegrarse de ese sistema.

Tobi Vail & Cobain

Estas ideas feministas, anti-sexistas y anti-homofóbicas fueron germinando hasta florecer como filosofía de vida. Entabló relación con Tobi Vail, cofundadora de Bikini Kill, y se hizo muy amigo de Kathleen Hanna, vocalista de la banda. Las Bikini Kill eran conocidas por su feminismo radical y por impulsar la tercera ola en su país, a través del movimiento Riot Grrrl, del cual más adelante Cobain se convertiría en uno de los pocos referentes masculinos.
En 1990, pintaron sobre las paredes de un Centro de Embarazo Adolescente un par de consignas. Si bien ahí se suponía que funcionaba un proceso de salud sexual regulado “en realidad era un engaño de la derecha donde les decían que iban a ir al infierno si abortaban” contaría años después Hann. Cobain hizo de campana mientras Kathleen cruzaba la calle y escribía “Falsa clínica de abortos” porque de los dos, ella era la pragmática. Kurt era creativo, así que cuando le tocó cruzar a él, en letras de un metro ochenta escribió “Dios es Gay”, frase que sería inmortalizada al año siguiente en ‘Stay Away’.
El establishment conservador que coreaba ese rock que hasta los años ochenta había sido profundamente androcéntrico y aún vivía en bandas como Guns n´ Roses, parece haberse sentido amenazado ante el intento de Nirvana de “feminizar” la figura del rockstar. En vez de acolchar mujeres semidesnudas entre algodones románticos o hablar de simples “bitches”, Nirvana cantaba sobre violosterritorialidad masculina o comparaba machos con monos. Estas reflexiones, impías para la liturgia del macho norteamericano, invitaban a pensar en alienación, abuso sexual y machismo, y no en fiestas y cosificación.
Comenzaron a hacerse frecuentes las interrupciones durante recitales para que la banda reclame a los encargados de la seguridad que echen a algún macho por propasarse con una mujer en el público. En el librillo de canciones del Incesticide, Cobain explicó que “el año pasado, una niña fue violada por dos desperdicios de esperma y huevos, mientras cantaban Polly. Ha sido difícil para mí saber que hay plancton como ese en nuestra audiencia, si lo son, vayansé”. Y esto era constante, abundan entrevistas donde el líder de la banda deja clara su postura. Es bueno también recordar cuando tocaron en Liniers (1992) y Se enojaron tanto por el maltrato que el público le dio a las Calamity Jane (grupo soporte, compuesto por mujeres) que terminaron estropeando el recital a propósito.
A Cobain lo tranquilizaba "el consuelo de saber que las mujeres son el único futuro del rock’n’roll”. Más de una vez tocó vestido de mujer y solía regalar, a consejo de Courtney, su guitarra (cuando no la rompía…) a chicas del público para animarlas a formar sus propias bandas.

RuPaul & Nirvana

En 1993 se hicieron amigos de RuPaul, una drag queen que estaba emergiendo en su carrera durante las noches de Nueva York. La banda apareció como invitada del talk show de RuPaul en VH1. Ese mismo año tocaron gratis para recolectar fondos y que investigaran el femicidio de Mia Zapata, vocalista de The Gits. El activismo era tan intenso que Cobain llegó a pedir explícitamente que "si alguno de nuestros fans odia a los homosexuales, a la gente de color o a las mujeres, hagannos un favor: dejennos en paz. No vengan a nuestros conciertos y no compren nuestros discos" a la vez que los integrantes de la banda solían besarse mutuamente con la única finalidad es espantar a los homofóbicos que pueda haber en el público, como por ejemplo cuando lo hicieron en Saturday Night Live.

Letra y música

Enmarcados en esa militancia feminista, los Nirvana compusieron varias canciones en las que cuestionaron estereotipos de género y masculinidades hegemónicas. Este enfoque de su producción musical fue convenientemente soslayado por una industria que posiblemente se sintió amenazada ante un mensaje masivo contracultural y eligió no mostrar el activismo, o hacerlo como algo puntual cuando ya no le quedaba más remedio que aceptarlo. Pero vamos a repasar una por una estas canciones militantes:
  • Sappy: Lado B que por poco entra en Nevermind. Casi un panfleto musical con Cobain cantando que un hombre meterá a una chica dentro de una jaula y le hará creer que es feliz.
  • Mr Moustache: Presente en el primer disco de la banda, Mr Moustache es una furiosa diátriba que carga contra el estereotipo de leñador norteamericano. De hecho, la canción es un punto de diálogo con un cómic dibujado por un joven Kurt en el que ridiculiza la masculinidad normativa.
  • Polly: Habla de un perverso femicidio. Cuenta la tragedia de una pibita de 14 años que, después de hacer dedo y ser levantada en ruta, fue torturada y violada durante dos días, hasta que la mataron.
  • Smells Like Teen Spirit: "Teen Spirit" era un desodorante femenino. Decir que Kurt huele como Teen Spirit era una forma de decir que se comporta como una mujer. Kathleen Hanna, de Bikini Kill, escribió esa frase con lapiz labial en un baño de un pub. "Kurt huele a Espíritu Adolescente" daría nombre a un himno generacional.
  • Very Ape: Habla sobre la masculinidad tóxica, hombres (en el sentido estricto de la palabra) que ya lo vieron todo, que fuman bajo el agua.
  • Frances Farmer Will Have Her Revenge in Seatlle: Frances Farmer fue una actriz oriunda de Seattle de los años 30. Famosa por no ser dócil a las normas del mercado cinematográfico de entonces, que decía lo que pensaba sin concesiones. Esta canción es un intento de reivindicar su figura, ya que pasó años internada en hospitales mentales recibiendo electroshocks.
  • Territorial Pissings: Habla del comportamiento masculino, similar a echar meadas territoriales sobre la hembra. La canción dice cosas como que “nunca conocí un hombre inteligente, y si lo hice, era una mujer”.
  • Rape Me: Fue una respuesta al suceso de Polly que contamos antes... Es una canción llena de ironía, que se expresa contra la violación y no favor de eso. Más de una vez Cobain explicó que en EEUU "tratan de educar a las mujeres sobre cómo defenderse cuando lo realmente hay que hacer es enseñar a los hombres a no violar", y Rape Me forma parte de esa idea.
  • Been a Son: Habla de una pareja que tiene una hija cuando desea tener un hijo. Canta que "Ella debió sobresalir en la multitud. Ella debió hacer a su madre orgullosa (...) Ella debió ser un hijo" y repasa las normatividades asociadas a cada género.
  • Pennyroyal Tea: Es una canción sobre abortos, la letra es clara y habla sobre destilar "la vida que está dentro mío"
Viñeta hecha por Cobain
Para el sistema era más fácil vender la historia de un supuesto sometido frente a la aparente despótica actitud de Courtney Love, una drogadicta que no se calla nada. Frases como “parece que nosotras sólo podemos llegar a alguna parte utilizando nuestra concha, mientras que ellos lo consiguen tocando buenas canciones” eran el tipo de provocación que el establishment esperaba para completar el personaje y desustanciar el contenido de una banda íntimamente militante como Nirvana. Esta reseña pretende ser una reivindicación de ese Nirvana, el que invita a pensar las cosas de modo alternativo, a tener otra actitud ante la vida.

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