Las ruinas de Epecuén


En 1921, la margen del lago Epecuén, con aguas terapéuticas cuyas propiedades medicinales se parecen (por la hipersalinidad) a las del Mar Muerto, dio nacimiento a un pueblo turístico: Villa Epecuen.

de ciudad turística a pueblo fantasma
Ubicado en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, formando parte medular de "las Encadenadas", un sistema hídrico de seis lagunas escalonadas que tiene en su base, como "fondo de una olla", al lago Epecuén, donde las demás desagotan.

En 1975, el gobierno construyó un canal conectando varias cuencas y buscando regular el caudal de las lagunas. La idea era controlar las frecuentes sequías e inundaciones que iban y venían en la zona: estabilizar los caudales.

Vista aérea, donde se aprecia el terraplén defensivo
Con la Dictadura Cívico-Militar del 76 las obras se detuvieron y quedó todo medio hacer, pero al haber alterado cierto equilibrio natural en la zona, ya la cosa tomaba otro color. En 1985 una fuerte sudestada asoló la Provincia de Bs As, algunos vecinos advertían que de seguir así todo Epecuén quedaría bajo agua. Se lo veía venir como un desenlace lógico ante la desidia estatal, que lo único que había hecho fue construir un endeble terraplén defensivo

La barrera de contención tenía unos cinco metros de alto
La improvisada defensa trabajaba como una represa sin esclusas y se había ido construyendo medio así nomás, por lo que no tenía la misma resistencia a lo largo del perímetro. Estamos diciendo que la Villa estaba jugada a su suerte. Para noviembre de 1985, las advertencias de los vecinos contrastaban con las declaraciones de las autoridades gubernamentales, quienes decían que si había un desborde no sería de más de 10 cmts.
Esas inundaciones asolaron la Provincia en ese momento, pero el caso de Epecuén fue peor ya que el pueblo quedó literalmente bajo el agua del lago. Evacuaron 1.500 habitantes que lo perdieron todo, y la Villa durante años perteneció al fondo de la laguna. Con los años se hicieron obras para impedir caudales externos en la laguna y el agua se fue retirando, dejando ruinas de los hoteles, comercios, viviendas e industrias que habían funcionado en el lugar.


Ruinas
Hay un único habitante en Epecuen, Pablo Novak, un Sr de 90 que se negó a dejar su hogar tras la crecida. Sigue instalado en la entrada del pueblo, y camina por sus restos todos los días

Matadero, construido por Salamone
Entre el patrimonio perdido había construcciones de Salamone, un arquitecto ítalo-argentino, que hizo obras monumentales en el sentido literario del término, torres imponentes que trataban de expresar la avanzada de la civilización sobre la pampa desértica.

Salamone
Entre Art Deco, Bauhauss, futurista y funcional, parece increíble pero durante décadas no se le dió pelota a la tremenda obra de Salmones, hoy revalorizada.

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