Leonard Peltier, preso político

Leonard Peltier
Hablaremos de Leonard Peltier, activista nativo americano reconocido como el preso político más viejo de Estados Unidos.

Context

Durante los años 70, los servicios de inteligencia estadounidenses siguieron de cerca los pasos de los principales activistas sociales del país. Con la excusa de "interrumpir las actividades del Partido Comunista de los Estados Unidos”, el FBI persiguió a toda clase de grupos sociales, y a las comunidades indígenas con especial saña. 
Amnistía Internacional estima que en los Estados Unidos antes de la llegada de los europeos había más de 10 millones de indígenas. Enfermedades importadas por los colonizadores, hambre y matanzas han diezmado la población nativa durante siglos y para 1920 sobrevivían unos 250.000 indígenas en todo el país. En términos fácticos estamos ante un genocidio, pero como nunca hubo una declaración abierta de odio racial esto es algo que se viene discutiendo hace décadas. 
Políticas de estado fueron creando reservas durante el S XX y protegiendo mínimamente los derechos de las más de 500 comunidades indígenas nativas del país. En la actualidad, se habla de un millón y medio de indígenas, que viven en reservas, ciudades y pueblos del país. Esta cifra es menos del uno por ciento de los más de 300 millones de habitantes de Estados Unidos. Las reservas indígenas son consideradas territorios sagrados para sus habitantes, como en el caso de los Sioux de Dakota del Sur. Esta status hace que las defiendan "a muerte" antes las avanzadas gubernamentales para hacerse por ejemplo con  el uranio y carbón de esta reserva en cuestión.
Estudios indican disparidades en el sistema penal norteamericano, estas desigualdades están basadas en factores raciales de forma tal que, en homicidios con víctimas blancas, es más probable que se imponga pena de muerte que en homicidios de miembros de una minoría étnica. 

El caso de Peltier

Turtle Mountain

Antes de comenzar a leer escuchen Freedom, de Rage Against the Machine, dedicada a Peltier.

Entre 1973 y 75, más de 60 miembros de la reserva Lakota fueron asesinados como blancos selectivos, por oponerse al gobierno de Richard "Dick" Wilson, líder indígena acusado varias veces de corrupción y que organizó escuadrones de la muerte para matar disidentes. Los Lakota hicieron gestiones para que diversas entidades estatales intervengan en su defensa ante estos atropellos pero nunca fueron escuchados, de forma tal que autogestionaron esta defensa. 
Además de vivir en una pobreza extrema, la reserva estaba entonces en clima de guerra civil, la protección llegó de parte del American Indian Movement(AIM), integrado por Peltier. Así fue como varios integrantes de este Movimiento acamparon en el rancho. 
Dick Wilson
El 26 de junio de 1975 dos policías vestidos de civil entraron sin orden de captura en un rancho de la reserva Lakota Sioux para detener a un indígena acusado de haberse robado unas botas. Se inició un tiroteo y los integrantes del AIM divisaron una camioneta particular con dos personas de particular disparando, por lo cual supusieron que se trataba de gente afín al mencionado "Dick" Wilson, y repelieron el ataque. Como resultado, los agentes Jack Coler y Ron Williams murieron en el tiroteo, donde también perdió la vida el joven indio Joe Stuntz. Comenzaron los juicios por la muerte de estos dos agentes, la muerte del joven indio nunca fue a juicio.
Peltier y varios compañeros suyos fueron juzgados. Sus compañeros terminaron absueltos ya que demostraron haber actuado en defensa propia. Peltier cruzó a Canadá buscando refugió pero el FBI logró extraditarlo con pruebas falsas, conseguidas con declaraciones de una testigo que posteriormente confesó haber sido acosada y amenazada de muerte por las autoridades. 
El juez de la causa luego rechazó que la defensa de Peltier llamara a la testigo amenazada “porque podría ser altamente perjudicial para el Gobierno”, según Amnistía Internacional. 
En 1977 lo declararon culpable y condenaron a dos cadenas perpetuas consecutivas. 
Para Amnistía, fuente fiable en este asunto, "aunque no ha sido confirmado como un preso de conciencia, existe la preocupación acerca de la imparcialidad de las actuaciones que conducen a su condena y se cree que factores políticos pueden haber influido en la manera en que el caso fue procesado".
En 1980, la Corte de Apelación a la que recurrieron los abogados de Peltier reconoció que “hay algunas pruebas en el expediente de conductas indebidas por parte de algunos agentes del FBI, pero somos reacios a atribuirles aún más malas conductas”.
Para obtener muchos de estos datos los abogados tuvieron que recurrir a la Ley de Libre Acceso a la Información (FOIA, por sus siglas en inglés), ya que permanecieron ocultos durante el juicio a Peltier.
Además, a esta altura Peltier es una piedra en el zapato para EEUU. Desde la cárcel, no sólo reivindica sus derechos sino que participa en otras causas, a las que apoya con la venta de los cuadros que desde 1985 pinta.
La libertad de Peltier era reclamada internacionalmente junto con la de Nelson Mandela, otro preso político que EE.UU. hacía de cuenta que no existía hasta que fue liberado. Posteriormente el propio Mandela pidió por la libertad de Peltier, y lo hizo en un carta públicas a  al expresidente Bill Clinton, que se la denegó tras recibir presiones del F.B.I..  Hasta el Dalái Lama habló de Peltier pero sin éxito para conseguir un indulto. 
Tras más de 40 años preso, Leonard ahora es diabético y le falla la visión de un ojo. En 2011 la Fundación Mario Benedetti le otorgó el Premio Mario Benedetti a los derechos humanos y la solidaridad
La suya es una de tantas causas en la que tener sangre indígena condena de antemano a Peltier. Se calcula en 50 la cifra de indígenas con prisión perpetua en EE.UU. por delitos que, de tratarse de un blanco, no habrían significado este castigo.

Ser discriminado como forma de vida

El propio Peltier recuerda un incidente cuando él sólo tenía 6 años y vivía con su familia en Montana.  Él y otros amigos jugaban cuando un grupo de jóvenes blancos comenzó a tirarles piedras y burlarse de que eran indígenas. Leonard cuenta que “nunca antes había visto gente blanca y no entendía por qué nos gritaban”, respondió con una piedra que le pegó a uno de esos gurises. Lo que era un problemas entre niños de menos de 10 años terminó con la madre del niño amenazando con llamar a la policía para que se lleven a Leonard a un centro de menores.
Por esa piedra, y ante el temor de que se lleven al niño hicieron sus maletas, salieron de Montana y se volvieron a la reserva de Turtle Mountain, a vivir con gente amigable para ellos, gente de su verdadera comunidad. 
Si toda la historia de Leonard les interesa, vean “Incidente en Oglala”, documental producido y narrado por Robert Redford. 
“No quiero morir en la cárcel. Quiero ir a casa ahora, a mi familia y pueblo en Dakota del Norte. Quiero dedicar el tiempo que me queda para ayudar a los jóvenes a encontrar su camino”, ha declarado Leonard. Su calvario tiene números en un sitio web dedicado a su causa, donde vemos que hoy 20 de abril de 2021 está preso hace 16.510 días con detalle de horas, minutos y segundos 
También puede leer este informe de Amnistía internacional, de más de 30 páginas, sobre Leonard. 

Comentarios

Carlos ha dicho que…
Necesario artículo sobre la injusticia, y la justicia que falta para que los verdaderos culpables de las desigualdades del mundo, paguen por sus desmanes. Saludos
el idiotecario ha dicho que…
Gracias, Carlos. Saludos!!

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