Planta nuclear uruguaya

Uruguay tuvo una planta nuclear, vamos a conocer en este post 

Context

Corría 1964 cuando el gobierno de los Estados Unidos organizó la conferencia "Atoms for peace", que toma su nombre de un discurso de los años 50, pronunciado por  Dwight Eisenhower. Además, ese discurso inspiró a Thom Yorke para uno de sus proyectos paralelos a Radiohead, que usaremos para dar música a la lectura. 

A esa conferencia proselitista sobre energía atómica se llevó un pequeño reactor nuclear que tenía una potencia muy limitada y orientada sobre todo a fines de investigación. 

Uruguay asistió y vio con buenos ojos la posibilidad de adquirir el reactor. Así fue como en 1964 le compró la máquina a Estados Unidos. Además se obtuvo uranio-235, el combustible del futuro reactor, y también algo de material fisionable.

Finalmente, y bajo estricta supervisión de funcionarios norteamericanos (todo lo supervisaban ellos en esas épocas...), en 1978 se inauguró el edificio del Centro de Investigaciones Nucleares, cito en Malvín Norte.

¿Sueñan los malvinenes con ovejas radioactivas?

Durante años se utilizó el reactor con fines educativos, de investigación y capacitación de personal técnico, pero no todo es color de uranio enriquecido

El edificio en cuestión

Al poco tiempo surgieron problemas con algunos vecinos del barrio. La energía atómica no tenía el mismo estigma que hoy, después de varios accidentes en plantes nucleares. Jorge Servián, quien trabajó en el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y además fue director en la Dirección Nacional de Tecnología Nuclear, contó para el Qué Pasa, que hubo un incidente con ovejas radioactivas... Al parecer, un grupo de vecinos se robó, faenó y comió unas ovejas que habían sido utilizadas para investigaciones por parte del personal del Centro de Investigaciones. Los animales habían recibido inyecciones de sustancias radioactivas, tras lo cual estaban bajo estudio... La nota que relata el suceso no precisa cuál fue el destino de los ladrones pero seguro no fue nada muy saludable.

¡Un fenomenah!

Con el paso de los años el reactor nuclear comenzó a oxidarse y funcionar mal por lo que quedó inutilizado. En 1986 conocimos el accidente nuclear de Chernobyl y supimos que estábamos regalados. Al año siguiente, en 1987, sucedería el accidente nuclear de Goiânia, que se saldó con cientos de heridos y varios muertos. Para ese entonces el reactor ya era una mole inservible que había valido 2 millones de pesos de la época (y hacer el edificio significó 20 millones más...). 

En 1988 Julio María Sanguinetti firmó un acuerdo secreto de cooperación en energía atómica entre Uruguay y Canadá según el cual construiríamos una central nuclear en la localidad de Paso de los Toros. Después de la Eco-conferencia Mundial del `92 conocimos la noticia del acuerdo de 1988 y hubo movilizaciones sociales en contra de instalación de dicha planta, a la vez que abrió el debate sobre el uso de este tipo de energía. Escolares de Paso de los Toros la enviaron cartas a parlamentarios implorándoles que no permitan la instalación de la central. Finalmente, en 1997, el Parlamento no ratificó la firma del pacto, y aprobó una ley que prohíbe hasta hoy la generación (e incluso importación) de energía nucleoeléctrica en el país

Ley Nº 16.832

En 1998 el Gobierno de EEUU estaba preocupado de que el uranio enriquecido caiga en manos de terroristas, y considerando que unos vecinos desarmados se habían robado unas ovejas radioactivas la preocupación estadounidense tenía bastante sentido. Así fue como generosamente ofrecieron llevarse gratis lo que nos habían vendido por un montón de dinero. Junto con el reactor se llevaron el material radioactivo, pero lo hicieron durante la madrugada porque no querían que la prensa ni los grupos ecologistas se enteren. 

Aún sin el reactor hubo que poner dinero, porque para desarmar las instalaciones que lo tuvieron y gestionar los residuos radioactivos que quedaron hubo que destinar una partida única de un millón doscientos mil pesos uruguayos (año 2001). 

Debate

Más acá en el tiempo, una comisión multipartidaria estudió durante varios años la viabilidad del uso de energía nuclear en el país, concluyeron que no era económicamente rentable sino hasta 2045. La energía atómica es más barata en comparación a otras energías, salvo accidentes no contamina tanto como otras fuentes de energía ya que no emite gases de efecto invernadero.  

Accidente nuclear de Goiânia

Además es una fuente estable de energía, ya que no depende del clima y funciona todo el año. Y el Uranio es un combustible relativamente barato y con reservas para más de dos siglos. El tema está en que disponer de los residuos atómicos es un proceso caro, poco práctico y complejo, ya que no hay forma de reciclarlos y el potencial radioactivo dura miles de años. Sólo tres países en América Latina tienen plantas nucleares: Argentina, Brasil y México. España, por ejemplo, se vio forzada a construir un basurero atómico con 70 años de vida útil, ya que espera que exista alguna tecnología que permita reciclar estos residuos para entonces.