De un texto breve que cambia tu vida. O de cómo procastinar escribiendo puede propiciar algo que no entendés.

Escrito en un ticket de súper
Cera de abejas que se cae desde el borde de la mesa, donde el tarro que la contenía fue volteado por mi juguetón e insolente gato llamado Litio. Papel atrapa moscas, cementerios de moscas durmiendo al pie de esa mesa, recibiendo la miel que cae sobre el cadáver de varias moscas que, como yo o como vos, pueden estar tranquilas de que no pisarán el famoso y maldito cielo católico. En tanto pierdo el tiempo y encuentro la vida, su esencia, no me percato de la miel, ni de las moscas ni de este texto, estoy demasiado borracho como para levantarme de mi sofá y hacer algo por una vida que nunca hizo absolutamente nada por mí, no puedo más sino pensar que la botella tiene que estar por alguna parte, en el piso tal vez, cosa que no hay luz, no hay temperatura ni razón, la botella no importa, debería echar una siesta aquí, en el piso... qué es eso? miel? moscas en el papel mata moscas? mierda, debería ponerme a escribir esto, es demasiado poético, también y ya que estamos podría poner un poco de Nirvana, o Sonic Youth, o Patty Smith, o Muddy Waters... o Led Zepellin... o... dormir... sí, esa creación de los dioses para evitar el ardor de estar pensando...

Comentarios

También podés leer